Cándido, da o hablamos de candidato, ta.
Del lat. candĭdus.
1. adj. Ingenuo, que no tiene malicia ni doblez.
2. adj. Simple, poco advertido.
3. adj. poét. blanco. Color cándido. Nieve cándida.
4. f. Hongo que produce diversas enfermedades en la piel o en las mucosas.
Se nota una pequeña brisa fresca en
la economía, somos tan recursivos y creativos que a pesar del régimen hay en el
fondo del abismo una pequeña rendija por donde entra un poco de aire fresco.
Esa luz no representa a las mayorías empobrecidas, solo un 5% de venezolanos está
moviendo la economía, el 95% está prácticamente fuera de este sistema. Con una dolarización
informal y salarios miserables es imposible aumentar la capacidad de consumo y las
empresas están en un promedio 13% de su capacidad productiva. Es un repunte si
comparamos con el 2020. El régimen con un pañuelo en la nariz reconoce el
fracaso de las medidas socialistas comunitarias, aunque de corazón continúan
aferrado a la política del fracaso, cree que con decretos se puede controlar la
economía. Todo decreto fijando precios, fijando salarios, estabilizando el
mercado laboral, controlando el mercado cambiario es decretar pobreza y
miseria, el mejor ejemplo es Venezuela, para no hablar de Cuba. Llevamos 22
años de hegemonía del Estado sobre el ciudadano, de controles en todo que han
bastado para acabar la prosperidad, han sumido al país en una crisis
humanitaria donde la gente se muere por no tener una medicina y han generado
una casta de corruptos que se aprovechan al tener las llaves de controles para
matraquear y enriquecerse.
Los países prósperos tienen libertad de
mercado y controles del Estado para evitar abusos y monopolios. Aquí todo
depende una estructura controladora, podrida y monopolizadora manejada por
gente incompetente en su mayoría uniformados y egresados de las escuelas
militares. El presidente sigue montado
en un burro mientras el mundo vuela en jet. Por eso estamos tan mal. La
sociedad le manda un mensaje muy claro NO QUEREMOS SEGUIR COMO VENIMOS y la
respuesta es desconocer, minimizar, evaporar el mandato del pueblo mediante
subterfugios, leguleyismo, falacias, violencia y el abuso de mentiras repetidas.
Definitivamente entregar el poder a unos fanáticos es un crimen.
El país mientras no haya un cambio de
gobierno seguirá mal, no basta unas gobernaciones, ni unas alcaldías para
lograr el cambio necesario. La inversión bajo esas condiciones no es atractiva
por ausencia de seguridad jurídica, no hay reglas claras y todo depende de la
voluntad de los burócratas. Produce risa
las ofertas de algunos candidatos, hacen honor a su denominación: SON CÀNDIDOS
al creer que una alcaldía o una gobernación sin democracia puede funcionar con
cierta autonomía. Simplemente es un juego de engaños y demagogias al gusto de
la clientela. Solo hay un reparto de bagatelas, el poder sigue en las mismas
manos y las pésimas condiciones no cambian.
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