EL PRIMUS.
Los mayores deberían recordar un hornillo para cocinar,
muy utilizado en Caracas hasta los 50 que se conocía con el nombre de “Primus”,
funcionaba con kerosene y bomba manual que venía en el mismo aparato. En los
años 30 se fomentó su uso para combatir la deforestación que se producía con la
leña y el carbón, que se utilizaban desde la colonia en la cocina Para finales
de los años 40 la cocina de kerosene se impone en los hogares, el litro del
combustible costaba una locha y además
tenía diversos usos en el hogar, incluso de tipo medicinal.
En 1957 se construye el primer gasducto de
Anaco a Caracas, era lógico en país productos de hidrocarburo que el gas se
convirtiera en la mejor y más barata fuente de energía pata cocinar utilizando
bombonas con diversas marcas comerciales, pues la distribución era una
actividad exclusiva del sector privado hasta los primeros años del siglo XXI-
El gas directo por gasoductos fue poco a
poco creciendo, pero en los momentos actuales se estancó.
El Primus tuvo su época para sustituir la leña y el carbón, hoy son objeto de museo, es posible que en algún viejo garaje se encuentre uno como un recuerdo de una ciudad
que se nos fue.
Hay Venezuela, una naciòn con mayores reservas petroleras y de gas del Hemisferio Occidental vive la cruel paradoja cuatro millones de familias venezolanos volvieron a la leña del siglo XIX.Esta abismal involución no queda circunscrita a la provincia, y castigada por los constantes apagones y la carestía de agua. Además de las limitaciones agravadas por la pandemia. Ahora es común observar a personas improvisar cocinas de leña en los patios de sus casas o en corredores comunes de las comunidades.
Parecen cuentos de camino, pero en las zonas urbanas del país, se enfilan
grupos para la búsqueda de leña en matorrales o sitios boscosos. Incluso, se
han activado vendedores ambulantes para suplir estos insumos de antaño, que
resultan vergonzosos para muchos y una calamidad para el medioambiente.
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