LIDERAZGO CREATIVO.
EL FUTURO SIN CREATIVADAD NO EXISTE.
En todas las épocas de humanidad la CREATIVIDAD se presenta como el atributo fundamental del liderazgo. Un verdadero líder debe tener la capacidad para encontrar caminos, hacer propuestas razonables y buscar soluciones que necesariamente tienen que ser innovadoras si se quiere avanzar. No es un líder quien se siente satisfecho con el presente, quien no piensa en una mejora colectiva. Las oportunidades de cambios se visualizan y mediante un esfuerzo creativo se hacen realidad. Así ha progresado la humanidad. Hay que ver en cada problema una oportunidad de cambio, no un obstáculo insuperable. De esta actitud depende la supervivencia del planeta, de la humanidad, de los países y de cada persona.
Lo más
importante es que los lideres no se dejen dominar por el pesimismo, la realidad
puede ser muy dura, compleja, desigual. Incluso catastrófica pero el líder está
obligado a imaginarse la posibilidad de otra realidad. Se trata de soñar
imposibles y tener la capacidad y creatividad para hacerlo realidad, volver lo
aparentemente imposible en hechos posibles. Eso es el liderazgo creativo que se
necesita en los momentos más oscuros. Que hubiese sido de Inglaterra y el mundo
Occidental sin el liderazgo creativo de
Winston Churchill. El futuro no estaba en quienes se empeñaban en buscar
negociaciones y acuerdos con Hitler, estaba en quienes visualizaron una
sociedad libre del nazismo. Se trataba de un imposible en aquel momento que la
voluntad de un hombre lo hizo posible. Jamás se hubiese consolidado la Independencia
de Hispanoamérica sin el liderazgo creativo de Simón Bolívar.
Se necesita una
voluntad indoblegable, lo que el filósofo John Paul Lederach llama EL SENTIDO
DE LA IMAGINACIÒN MORAL que tiene el poder de convertir los sueños en realidades
tangibles. El acto creativo es el mayor reto para la inteligencia y se logra el milagro de dar a luz
aquello que todavía nos es más que un
proyecto.
La creatividad
no se limita simplemente a hacer las cosas de manera diferente, es tener la
fuerza moral para hacer nuevas las cosas que ya existen, Sin la electricidad no
se hubiese podido hacer el bombillo. Es una transformación que trasciende de
verdad, no de palabra. Es la visión y la voluntad para transformar la realidad.
Todos tenemos
ese potencial, casi divino, pero muy pocos tenemos el sentido de imaginación moral
para hacer realidad lo que soñamos, es mucho más que aplicar tecnologías o metodologías.
Nos urgen liderazgos creativos que permitan un renacer de la esperanza, un
liderazgo que motive una reacción positiva de liberación que supere el miedo. Necesitamos un liderazgo que sueñe con una
Venezuela distinta y se dedique al duro trabajo de forjar es visión compartida
de país hasta hacerla realidad.
Ese es nuestro
gran desafío, hoy tenemos muchos aspirantes que invitan, pero no convencen, se
ha perdido la confianza. Necesitamos creer para poder encontrarnos
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