LOS FASCIOS DEL SIGLO XXI QUEMAN CIUDADES.

 

EL COLECTIVISMO FASCISTA O EL SOCIALISMO COMUNAL.

 


 LA CONSIGNA TRASNOCHADA DEL FASCISMO “ESTADO O MUERTE” FIDEL CASTRO SE LA COPIÒ Y LA CONVIRTIÒ EN PATRIA O MUERTE.

 Los neofascistas comunales a su vez la hicieron suya y los militares venezolanos la repiten como un matra.

 

Hay que advertir a los desprevenidos de que la amenaza del neofascismo comunal es permanente. El camuflaje es su manera de transmutarse de humanos a larvas, la política kafkiana los transforma en hordas convencidas que la revolución tiene que ir de manos con el saqueo, de la filosofía de los iconoclastas. Solo aspiran en su esquema mental imponer un orden total caótico que es su única verdad, un orden sin críticas, ni protestas, ni desobediencia, un orden militarizado presidido por ignaro infalible, un nuevo fuher socialista

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Alexis Henri Charles de Clérel, vizconde de Tocqueville -autor que tanto profundizó en los vientos políticos de nuestra América Latina-, afirmaba que la democracia y el socialismo sólo poseen algo en común: la igualdad, con una diferencia: la primera busca la equivalencia en la libertad y el marxismo lo refleja en la privación y en la servidumbre, es decir que el socialismo radical abreva en las pútridas aguas del fascismo.

La libertad se ha convertido en un instrumento de cambio, los ciegos partidarios del neofascismo socialistoide, están dispuestos a entregar la libertad a cambio de un orden que solo está en su mente, no reparan que eso es un pacto perverso y que una vez entregada la libertad no hay retorno, se ha enajenado la dignidad. ese es el costo.

Vivir en democracia es hacerlo con riesgo, a sabiendas de que se trata de una forma de civilización que por su inestabilidad exige, más que ninguna otra, “pensamiento, análisis, reflexión y decisiones”. Añadamos coraje.



Pero hay una nueva generación que ha renunciado al riesgo de ser libres, prefieren entregar su libertad en usufructo a los que ofrecen la facilidad de un paraíso perdido.

 El gran desafío de la democracia en peligro es equilibrar una pasión por la libertad, con un compromiso de un desarrollo económico con equidad y con solidaridad. Sin ese paso los neofascistas comunales impondrán su infierno.

 La lucha es entre los iluminados y los demócratas, no hay punto medio. Ya no hay centro, "Se es o no se es".

 

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