ELOY TARAZONA Y NICOLÀS MADURO.
El general Juan Vicente Gómez cuando presentía su muerte en el año 1935, como lo hace un dictador, colocó como ministro de Guerra y Marina al general tachirense Eleazar López Contreras, asegurando su sucesión en un militar tachirense, el mejor preparado para la transición. Si Juan Vicente Gómez hubiese sido un fanático irresponsable que no importaba el futuro de Venezuela, hubiese escogido al coronel Eloy Tarazona, su más fiel servidor, quien había nacido en el departamento de Boyacá en Colombia.
El hipotético ejemplo viene al caso,
al comparar la decisión del presidente Juan V. Gómez, quien escogió al mejor de sus pupilos,
con la decisión del comandante Hugo Chávez F. cuando se vio al borde de la
sepultura y escogió como su heredero en la presidencia, en el ejercicio del
poder omnímodo y con el visto bueno cubano, a su fiel servidor:
Nicolás Maduro Moros, quien también había nacido en Colombia, al igual que Tarazona.
Los méritos de Maduro son inferiores a los del
indio Tarazona, pero fiel como un pastor alemán o un dóberman a las políticas y
los intereses cubanos. Chávez escogió el peor candidato para los intereses de Venezuela
y el ideal para los beneficios del comunismo y el terrorismo internacional.
Hay una interesante leyenda sobre el tesoro
del general Gómez que custodiaba Eloy Tarazona y que todavía no se han
encontrado, pero le siguen la huella por los caminos del Tuy y el Sur de
Aragua. Pero eso será objeto de otra crónica.
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