“DESPUES
DE OJO SACADO NO VALE SANTA LUCÌA”.
Lo ocurrido en Perú
no es una sorpresa, se veía venir en un país dividido entre quienes recibieron
beneficios del progreso económico de los últimos años y una masa de indígenas y
campesinos olvidados y desclasados, apartados del impulso capitalista que tuvo Perú.
Ese soplo de prosperidad no llegó a la sierra de los Andes y allí se incubó de
manera “irreversible” en un accionar del odio de clase, un resentimiento social oculto, las
ansías de poder y uso del dinero como reclamo para implantar en su concepto la
‘justicia social’. Veremos, dolorosamente como en el Perú, en los venideros
meses, tal como sucedió en Venezuela o Nicaragua, se desencadenará el
desmantelamiento progresivo de sus instituciones y la improductividad de sus
industrias, con el inevitable empobrecimiento de su población que había logrado
salir de la pobreza en los últimos años de bonanza.
Es otro triunfo de Cuba sobre la democracia latinoamericana.
Es claro que el motor esencial que obra y genera adeptos a este
proyecto se basa en cuatro columnas: El resentimiento, el odio, el dinero y el
poder. Son 62 años manejando estos cuatro gigantes de la política. La estrategia
es la misma que usaron con Hugo Chávez y Maduro, estudian bien los perfiles de
los líderes locales y escogen a los que se amoldan perfectamente a su proyecto,
No importa si tiene algún conocimiento de economía política, solo interesa su
incondicionalidad al castrismo, no importa que hoy niegue ese vínculo con los
marxistas isleños y se comprometa públicamente a mantener un sistema capitalista,
esa estrategia es muy vieja, la uso Fidel, la aplicó Chávez. Solamente la usan para bajar el impacto inicial , poco a poco se
van consolidando y el populismo les ayuda con el aplauso de la canalla, hasta
que llega la hora de la verdad como ocurrió
en Nicaragua y también en Venezuela, donde se hace casi imposible recuperar la
institucionalidad democrática porque el control del poder es hegemónico y
totalitario, a tal grado que la estructura institucional militar/policial y de
inteligencia, ha sido absolutamente copada y controlada desde el propio centro
del real poder, que se encuentra en La Habana. A su vez, la nación sumada al eje
del mal contará con el respaldo de Rusia, China, Irán, Siria y Corea del Norte,
que actúan de manera monolítica y entre ellas se aseguran una constante
asistencia. Este es parte del esquema que se está buscando implantar para el
resto de los países latinoamericanos. Ya Perú cayó en la trampa y su futuro está
seriamente comprometido a menos que ocurra un hecho fortuito. La franquicia es
la misma. Hacer una constituyente, para demoler el orden democrático y económico,
llevar el país a la pobreza para controlar la población. Desmantelar las FF. AA,
centralismo económico, devolución de la moneda, inflación, expropiaciones y
confiscaciones. Es una cartilla conocida por los venezolanos.
Es evidente que hay un cambio de estrategia
para la toma del poder, de la violencia guerrillera a las elecciones democráticas.
Es una victoria que tiene como a Cuba como la inspiración y los referentes teóricos
y prácticos del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla, La ayuda de los foros
internacionales, de organismos internacionales infiltrados y la bendición del
Vaticano.
La única forma de frenar esta ola de avances
de los anti valores culturales del progreso que acaba con la democracia
incipiente, es un proyecto, con cierta dosis de populismo autoritario de
tendencia derechista, con un fuerte componente educativo, de asistencia social
sanitaria, alimentaria y de empleos, de garantía de inversión. Sobre todo, un
plan masivo de educación para superar la marginalidad mental que frene la perversión
del odio y el resentimiento. Quizás el neo autoritarismo del presidente de El
Salvador Nayit Armando Bukele Ortez se aproxima al modelo práctico
a implementar ..Lo que está muy claro es que la democracia occidental que se ha
tratado de implantar en América no ha dado los resultados que esperaban los teóricos
de Harvard. Sin una dosis de populismo se aleja de las masas, las cuales son
las que hoy ponen y quitan gobierno en el Continente. Evitar el avance del
socialismo del siglo XXI, a pesar de sus evidentes fracasos, requiere de un plan
de reingeniería política y social.
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