CHINA, AMÈRICA LATINA Y LA GEOPOLÌTICA DE LA NUEVA RUTA DE LA SEDA.

 

LAS DICTADURAS DEL SIGLO XXI AUSPICIADAS POR CHINA.



Los regímenes de la izquierda decadente transmutados en agentes de la corrupción , del crimen organizado y del narcotráfico responden a la política expansionista de China, le son muy útil a los asiáticos en su sustentabilidad en base a comercio,   inversión en minería no sostenible, destrucción de recursos naturales  mediante un brutal explotación, cuentan la red 5G de Huawei para controlar a la población y con el manejo de las vacunas para todos los tipo de pandemias que se puedan propagar por el mundo. Son las piezas de un ajedrez geopolítico que juega China con la finalidad de convertirse en la primera potencia del mundo. Una estrategia político-económica y biológica en pleno desarrollo. Es el producto de un neo capitalismo de mercado agresivo, con un socialismo de partido único al interior de cada nación. El hibrido del neo capitalismo-comunista de China en plena expansión por el mundo, cuenta con sus aliados naturales en cada rincón de la tierra, son los que destruyen las débiles democracias con violentas manifestaciones, los amargados, los frustrados, los disgustados, los inconformes, los ciegos y sordos irracionales que solo ven la vida por la ventana del resentimiento con una profunda vocación suicida.



 Para los chinos, con su practicidad le están pregonando al mundo que la libertad ya no es un requisito para la prosperidad. Ya no importa la libertad y así lo aceptan quienes trabajan en cada país por dar un salto al vacío.

 Países destruidos como Cuba y Venezuela, arruinados como Argentina o Nicaragua no tendrían ningún reparo en asumir el modelo de dictadura impulsado por los chinos. En la práctica ya lo están aplicando de una manera solapada y como siempre informal. Es la perversión de mantener a millones en la pobreza con la ilusión de que podrán hacerse ricos en cualquier momento, siempre con los negociados y el beneplácito que involucra a la alta burocracia de civiles y militares. Es la institucionalización de la corrupción tropical con sabor a arroz chino. Ya los EE. UU y Europa no pueden detener al gigante y solo les queda buscar acuerdos y repartir el mundo, como siempre se ha hecho y los países bajo la hegemonía socialista, con todas sus variaciones y pintas, estarán bajo la órbita de comunismo-capitalista de China. Es el pacto para lo que resta del siglo XXI.



 Como se puede frenar esa expansión del modelo dictatorial del siglo XXI, cuando los políticos que se dicen democráticos, liberales y partidarios de un mercado con libertad, hoy se ocupan de preparar la cama para que los socialistas radicales se apoderen de las pocas democracias que quedan en América y el mundo.

 El futuro de la humanidad no es nada claro, pero los países que han caído en las fauces del socialismo, trabajan con gran energía para convertirse en satélites de los chinos, Ya el comunismo al estilo de URSS, de Cuba o de Corea del Norte es parte de un pasado que murió, ahora es el gigante asiático el que busca por todos medios convertirse en la nueva potencia del mundo, combinando lo peor de los dos sistemas: Capitalismo salvaje y comunismo opresor, con su mixtura biológica de laboratorio. Esta última apreciación no es gratuita, ni conspirativa, es solo dar respuesta a la pregunta: ¿Quién es el que le ha sacado mayor provecho a la pandemia del COVID? ¿Quién ha salido fortalecido?

 Mientras eso ocurre los verdaderos demócratas están discutiendo al estilo Bizantino el sexo de los ángeles, cuando los otomanos estaban cercado a   Constantinopla en el siglo XV. La historia es una noria que se repite.

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