NEGOCIAR PARA RASPAR LA OLLA.

 

            VENDER A PDVSA POR PIEZAS.

Autobuses, autos, maquinarias, turbinas, plantas eléctricas, minas, cableados todo en este país se ha convertido en chatarra y vendido en piezas a precio de gallina flaca para poder mantener el desmadre de corrupción y de enriquecimiento de los jerarcas   militares y civiles del chavismo, solo faltaba la oferta de VENDER LOS RESTOS DE PDVSA DESMANTELADA Y POR PIEZAS. Sin pasar por licitaciones públicas, ni regulaciones legislativas, gracias a la Ley Anti bloqueo que convierte a Maduro en un emperador mongol en materia económica. El turbio negocio le proveería un monto de 77 millardos de dólares. Pero esta oferta tendría muy poca viabilidad, si el régimen no logra NEGOCIAR y levantar las sanciones. Es allí donde entran a participar los negociadores nacionales e internacionales para convencer a la nueva administración de los EE. UU de suspender las sanciones impuestas y dejar el campo libre a la verdadera “negociación” que es  la venta chatarriazada de PDVSA. Una bagatela pagarían las empresas compradoras   oficialmente, por las mayores reservas petroleras del mundo occidental. Se compromete el futuro petrolero de Venezuela por lo que resta de la era petrolera.

Debajo de la mesa esta el súper negocio de los poderosos, que están dispuestos a compartir algo con los cooperadores y colaboradores de la jugada de suspensión .No fue suficiente la quiebra de  PDVSA y el robo descarado de los ingresos extraordinarios por casi un millón de millones de dólares que ingresaron desde el 2006 hasta el 2011 Son insaciables en su ambición y el pueblo venezolano solo se preocupa por la bolsa clap, los bonos miserables, las colas para gasolina y gas , las elecciones para repartirse migajas, mientras ellos siguen en su  eterno festín de Baltasar.

 Vivimos la época de la decadencia total, si hacemos comparaciones con el manejo petrolero de un Pérez Alfonso o de los gobiernos democráticos, se nos cae la cara de vergüenza, sobre todo por la lenidad y complicidad de ciertos factores autocalificados de opositores que definitivamente han puesto precio a su dignidad y se han entregado al desmadre revolucionario.