¿PARA QUÈ SIRVE LA CONSTITUCIÒN VIGENTE?

 

 AUNQUE USTED NO NO CREA. CONSTITUCIONALMENTE SOMOS UNA DEMOCRACIA.



 Los venezolanos a veces nos olvidamos de lo fundamental, nuestra memoria es débil, nos quedamos con lo accesorio y por eso somos fácilmente manipulables.

EL ESTADO VENEZOLANO TODAVÌA ES CONSTITUCIONALMENTE DEMOCRATICO. No somos una monarquía hereditaria, al estilo de Corea del Norte, ni una dictadura comunal a dedo como el caso cubano. Nuestra Constitución agonizante, pero vigente nos indica: Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.



 No hay un solo artículo de la Constitución que hable de Estado socialista, ni de sistema comunal. Es un imposición ilegal e ilegítima del llamado “Plan de la Patria”, impulsado contra la voluntad de los venezolanos.

 Teóricamente seguimos siendo una nación democrática, según nuestra Carta Política, según ese pacto vigente, el cual fue roto, violentado y anulado por el régimen chavista.



 Una de las características esenciales de la democracia, como lo enseñaron John Locke en 1690  (“Tratado sobre el Gobierno Civil”) y el Barón de Montesquieu en 1748 (“El espíritu de las leyes”),  radica en la separación de poderes; en el equilibrio entre las ramas y órganos que desempeñan las funciones estatales; en un ordenamiento jurídico que contempla las atribuciones, funciones y facultades especializadas y definidas, en cabeza de cada uno de ellos, así como en un sistema de controles, frenos y contrapesos que eviten la concentración del poder político. 

 En Venezuela no hay equilibrio de poderes, el Ejecutivo es el único poder real con el apoyo de la Fuerzas Armadas, cooptadas a fuerza de corrupción, prebendas y privilegios para que mantengan al régimen por encima de la Constitución, pues su lealtad es con un partido y con una casta de privilegiados que se hicieron dueños de la república. No son los guardianes del estado de derecho, son la guardia pretoriana de los socialistas y subordinados de la narco guerrilla colombiana.



 Estamos en presencia de un orden inconstitucional impuesto contra la voluntad del ciudadano, por lo cual el gobierno de Maduro es ilegítimo y así lo declaran más de 50 países que siguen respaldando a Juan Guaidò como legítimo presidente encargado por el Poder Legislativo.

Pero esa situación tiene un carácter provisional, no puede ser eternamente, hay que darle vigencia a la Constitución, restituir el orden establecido en el pacto constitucional, esa es labor de la FF. AA y obligación de todos los venezolanos. Pero no se hace, se presiona a nivel internacional, pero no lo suficiente para obligar al régimen a renunciar o a permitir unas elecciones libres y supervisadas. Hacen sus elecciones como en Cuba o en cualquier país comunista, las cuales no dan legitimidad, pero mientras tengan el respaldo de los militares para nada les preocupa la ilegitimidad, ni las sanciones. Siguen en el poder, aunque el país se caiga a pedazos.

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