LA VIDA NOS ENSEÑA A APROVECHAR EL TIEMPO Y EL TIEMPO NO ENSEÑA A VALORAR LA VIDA.

 

LO MÀS DIFICIL ES SABER ADMINISTRAR NUESTRO TIEMPO.



Si eres sabio debes disfrutar cada instante de la vida, no hay tiempo para desperdiciar la vida, que es un regalo de Dios, en cosas que no tienen importancia.

 A veces pensamos que la vida pasa rápido, pero no es así, es uno el que pasa sin darse cuenta que está botando el único recurso que realmente tenemos desde el momento de nuestro nacimiento: El Tiempo.

 Nos equivocamos cuando estamos jóvenes al creer que el tiempo lo tenemos de sobra y así perdemos los mejores años de nuestra existencia. A muy pocos se les ocurre hacer un plan de vida y finanzas para su vejez. Se actúa por inercia y se considera que la pensión o jubilación lo resuelve todo y no es así. El venezolano hoy con una miserable pensión de menos de un dólar mensual está condenado a tener una vejez muy triste. No es el Estado el debe planificar nuestra vida, somos nosotros los responsables del presente y el futuro.



 Por eso no se debe desperdiciar cada instante de la vida, la juventud es para producir y guardar con inteligencia y la vejez para vivirla a plenitud con calidad de vida. Vivir con la familia disfrutar de los nietos.

 Cuanto tiempo desperdiciamos en la juventud y al llegar a la madurez queremos hacer lo debimos hacer antes y ya no tenemos salud, ni tiempo para hacerlo.

Sabiduría es disfrutar esos que podemos llamar

 momentos especiales, que son los que nos

 hacen felices, son las cosas sencillas.
 Los tiempos duros nos sirven de valioso aprendizaje, si los asumes con amor, en paz y sin hacer resistencia. Hay que saber navegar para no hundirnos.
 Debemos aprender a amarnos, para poder amar.

 Amar no es derrochar nuestras energías vítales en pleitos, quejas y prejuicios. Esa es la raíz de toda la infelicidad. Hay cultivar la paz interior, la compasión y la comprensión. No todo es un lecho de rosas, hoy se habla de resiliencia, hay que ponerle corazón a la vida para disfrutarla a plenitud.



 La vida tiene sus momentos mágicos hay que vivirlos y disfrutarlos. Hay que dar gracias siempre, porque a pesar de todo somos afortunados al tener el privilegio de vivir, Un regalo de Dios.

 

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