La catástrofe inducida.
. Los venezolanos esperamos milagros
estamos esperando que pase algo, que sea la economía, que sea una fuerza militar extranjera, que sean la
Fuerzas Armadas, o un milagro que nos cambie el país. Pero no es así tan fácil,
según Datanálisis un 92 % de la población quiere cambio, pero solo un 9 % está
dispuesto a salir a la calle por mejoras, una protesta no tumba gobierno, pero
muchas protestas alineadas sí lo hacen. Solo hace falta un liderazgo que logre
esa sinergia política.
Queremos milagros y nos cansamos muy
rápido, Venimos de una Venezuela donde el petróleo resolvía sin mucho esfuerzo.
El castro-comunismo (Foro de Sao Paulo) se apoderó de Venezuela por la vía
electoral (1998), sin tirar un tiro, sin violencia. Su oferta fue acabar con
los males que la Venezuela de mal llamaban “cuarta república”. Hay que aclarar
que esa nomenclatura es falsa, tiene el fin manipulador de conceptos, tal como
ocurre con la palabra escuálido para designar a la oposición, es una forma de
apoderarse del lenguaje, de imponer connotaciones que le cambien l los
referentes al venezolano y lo han logrado en 20 años.
Según el discurso chavista la democracia que
teníamos era corrupta, cierto es que tenía lunares, algunas verrugas, pero
jamás comparable con el tsunami de corrupción que el llamado socialismo del
siglo XXI.
Aquella democracia que murió sin
dolientes era perfectible, se podían dar gobiernos alternos y mejorar. El
socialismo chavista se entronizó y se ancló poco a poco hasta llegar al
totalitarismo de hoy. La más trágica experiencia en la vida venezolana. Se acabó
con lo que teníamos, se destruyó la economía, se arrasó el país, surgió un
régimen que comparte el poder con narcos, con militares corruptos, con
delincuentes de todo tipo. Venezuela se convirtió en una mina con todas sus consecuencias
sociales, especialmente su entrega a cubanos, rusos y chinos.
El 90% de los venezolanos ya estamos cansados,
obstinados del chavismo-madurismo, toda aquella ilusión de cambio terminó en
una tremenda frustración, en una catástrofe total.
Pero el Castro-comunismo es como un
cáncer una vez que penetra las estructuras y las instituciones se consolida, no sale por los procedimientos
normales de una democracia que son las
elecciones, este acto democrático funciona
mientras tengan el favor del pueblo, una vez que pierden no las reconocen, imponen tracalerías, robo de votos si pierden anulan, le quitan facultades a los
electos , montan andamiajes de poder paralelo desde Jefes de Gobierno,
protectores hasta llegar a la ilegítima
ANC y ahora la pantomima de una AN ilegítima, comprada con dólares Pero el
grave problema es que esas estructuras paralelas inconstitucionales se
toleraron y se dejan pasar no se
organizó la sociedad para detenerlas, por el contrario quienes quedan
detenidos, inhabilitados y defenestrados son los ganadores opositores de elecciones
.Alcaldes, gobernadores, diputados,
concejales presos, exilados, perseguidos
y muertos La oposición está penetrada
por “quintacolumnistas”, mercenarios, gente sin escrúpulos que han frenado las
posibilidades de cambio. Necesita la oposición una reingeniería que le de un
nuevo aire, es especial que genere confianza y tenga la capacidad de movilizar
en país en una sola dirección, que se logre superar los estados de rechazo y
desesperanza que hoy se manifiestan.
La oposición debe poner los pies en la tierra
y no crear expectativas que no se pueden cumplir. Hablar muy claro, tal como lo
hizo Churchill a los ingleses durante al Segunda Guerra Mundial. El mandado no
está hecho, todavía queda mucho sudor y lágrimas Los militares, que son el real
apoyo del régimen, no quieren cambio, a menos que sientan una presión verdadera
y no amagos que solo producen risas. Cada minuto que pasa todo empeora, pero
eso no hace mella en la voluntad de los militares que siguen tozudamente
apoyando el caos madurista a cambio de prebendas y canonjías. Ese es al gran
problema nacional por resolver.
Hay una ausencia de objetivos
estratégicos en la oposición, parece que elecciones y protestas son aceite y
vinagre y no es así, son escenarios de lucha ambos y se complementan perfectamente,
es más hay un "maridaje" perfecto si realmente se quiere salir del
régimen.
Parece que la oposición no sabe jugar
ajedrez en varios tableros a la vez, fundamentalmente al hablar de elecciones
desmovilizan la protesta y se confían en el cómodo escenario para el cual están
preparados, el cual es el camino electoral, las elecciones democráticas. Una
dictadura que juega a una fachada democrática hay que jugarle hábilmente en
ambos tableros, hay que seguir el juego electoral sin desmovilizar a la población
que protesta, paralizar a los pocos que lo hacen, hay que incorporar a más
venezolanos, Hay que manejar las relaciones internacionales con cierta
coherencia, no es fácil explicar la participación en elecciones, aunque sean
constitucionales y declararse en rebelión con el 350 de la misma Constitución.
Esos errores se pagan muy caro, al final el régimen de Maduro gana tiempo,
utiliza a los errores para terminar con la oposición, no hace elecciones, o las hace su manera y la crisis
económica obliga a millones de venezolanos a huir y así lo entienden los países
que se preparan para el éxodo y no para salir del régimen. Creer que otros van a
resolver este grave problema es un autoengaño, las medidas traerán más hambre y
penurias y régimen al igual que Cuba y Corea del Norte se burla del mundo
entero. Es más, su burla es tan grande contra los venezolanos, contra la
inteligencia, que afirman, aunque no lo concrete, que regalará millones de
dólares a cualquier país para ayudar en su tragedia natural. mientras en Venezuela hay una
tragedia mil veces peor en todos los órdenes.
El castro-comunismo sabe que los
venezolanos no están interesados en un cambio si eso implica esfuerzos, se la
ponen más difícil, nos cansamos rápido y perdemos.
Mientras tanto no hacemos autocrítica sana y nos complacemos en hostigar a la oposición, hablar y hablar mal por la red. Hay que hacer críticas, pero sin llegar a proyectar una frustración colectiva cuya responsabilidad no es solo del liderazgo opositor, es de todos los venezolanos. Es cierto que la oposición no implementó la UNIDAD NACIONAL, es verdad que solo la oposición no tiene músculo para derrocar al régimen, solo confía en victorias electorales que inmediatamente son anuladas, eso no significa descartar la vía electoral, pero estar claros que, en esta locura, ese camino está cerrado por el régimen.
Hay que prepararse para una larga
noche de represión, de penurias, de escasez, la pobreza llegó para quedarse , mientras se consolida la destrucción definitiva de la República. Será por eso que la
única luz que ve el venezolano es huir.
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