ESTAMOS TAN CERCA Y TAN LEJOS DE DIOS.

 

 

¿Está controlado el coronavirus en Venezuela?


Informes científicos y organizaciones internacionales sobre la evolución de la pandemia del coronavirus en Venezuela alertan de que lo peor está por llegar.

Rogamos a Dios, pero muchos se descuidan y viene el trágico contagio.




                            "Las virus y los virus".

 

 Hace un año cuando se desató la pandemia que nos mantiene en zozobra y consternados, al comprobar diariamente que la vida frente al virus es la nada, jamás se pensó que tendríamos que vivir esta catástrofe sanitaria, al comprobar una vez más, que el régimen chavista no estaba, ni está preparado para enfrentar una situación sanitaria tan grave.

Sus acciones se limitan a formulas represivas de contención, limitaciones de tránsito, cuya efectividad solo se manifiesta en una pequeña baja en el uso de las unidades de cuidados intensivos UCI. Su enfoque es estrictamente político, para ellos la pandemia es un problema político que se debe aprovechar, la prioridad no es la salud del venezolano, es el presunto control de amenaza en crecimiento por contagio que no se reduce, solo crece diariamente y la improvisación queda al descubierto.



Su procacidad pública y notoria no tiene límites, al vacunarse pasando por encima de los médicos y el personal de primera línea en el combate contra el Covid 19. Para ellos el virus y sus consecuencias es un aliado en el proceso de destrucción de la economía y el control poblacional.

 Como siempre juagaron al diálogo y se habló de un acuerdo con  Juan Guaidò para descongelar fondos e importar vacunas con rapidez. Pero se salen de lo acordado alegando razones de control sanitario frente a la vacuna AstraZeneca, se inclinan por el disparate de la vacuna cubana y acusan por acción de la Fiscalía a Juan Guaidò de todos los crímenes posibles. Esas son las consecuencias de creer en la palabra de Maduro, no hay manera de lograr acuerdos decentes con forajidos.

 Mientras tanto la muerte hace su trabajo y las medidas solo empobrecen más al venezolano.

 Hay que cuidarse al máximo, esta tercera ola de destrucción todavía no llega al pico máximo.

 

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