LOS CERROS BAJARON, PERO SE FUERON.

  LOS CERROS BAJARON.¿DÒNDE ESTÀN?



Por las noches desde el valle de Caracas se ven las miles de lucecitas de los cerros, que rodean de forma amenazadora la ciudad. Comentario habitual, con un leve toque de cinismo, en torno a una cara bebida de importación, solía ser en Caracas: "¿Qué ocurrirá el día que bajen de los cerros?".

El lunes 27 de febrero de 1989 se juntaron en una constelación y bajaron a saquear por puro gusto, pues razones reales no existìan. Hoy 20 años después con miles de razones de peso para bajar y poner fin al desgobierno, amaestrados por las necesidades y carencias programadas prefieren tomar el camino de las fronteras y dejar al régimen tranquilo
La primera oleada de migración fue a comienzos del règimen la gente de dinero que compraron apartamentos y residencias en las principales ciudades como Miami, Panamá, Bogotá o Madrid. Crearon una burbuja de sobreprecio en las propiedades inmobiliarias. La segunda oleada fue la del personal expulsado de PDVSA. 80 años de experiencia en el campo petrolero se fue por el mundo a trabajar en tierras lejanas. La tercera oleada fue de de profesionales universitarios, médicos, profesores, ingenieros, administradores, enfermeras y profesionales muy bien capacitados.

 

Desde el año 2017 empezò la oleada de la mano de obra calificada electricistas, mecánicos, constructores, emprendedores. Durante los ùltimos dos años millones de venezolanos toderos, muchos sin profesiòn definida, clientela por años del chavismo y beneficiada con la política populista abandonaron los cerros caraqueños y los barrios no para pelear por sus derechos o por el deseo de cambiar al régimen, tal como ocurrió en 1989. Vendieron lo poco que tenían y se fueron a recorrer miles de kilómetros a pie pasando necesidades, recibiendo la lección de su vida en carne viva. Los que en cada elección votaban por las destructivas propuestas del chavismo, por sus corruptos candidatos reciben su dosis de patria y huyen del infierno comunista, haciéndole el último favor a sus opresores al bajarle la `presión, pues no hay en Venezuela comida para tanta gente, ni servicios de salud, ni agua, ni luz Venezuela se convierte en exportador de marginalidad y problemas humanos. Los cerros bajaron, pero se fueron y el règiemen destructor sigue campante. Millones sueñan con tomar sus cosas y huir del infierno. hay una actitud de entrega, de resignación y desesperanza. Pocos están dispuestos a la lucha, no hay motivación para pelear por su paìs. Asì gana el comunismo y se quedan con Venezuela cumpliendo sus objetivos ...

 

La primera oleada de migraciòn fue a comienzos del règimen la gente de dinero que compraron apartamentos y residencias en las principales ciudades como Miami, Panamà, Bogotà o Madrid. Crearon una burbuja de sobreprecio en las propiedades inmobiliarias. La segunda oleada fue la del personal expulsado de PDVSA. 80 años de experiencia en el campo petrolero se fue por el mundo a trabajar en tierras lejanas. La tercera oleada fue de de profesionales universitarios, mèdicos, profesores, ingenieros, administradores, enfermeras y profesionales muy bien capacitados.

Desde el año 2017 empezò la oleada de la mano de obra calificada electricistas, mecànicos, constructores, emprendedores. Durante los ùltimos dos años millones de venezolanos toderos, muchos sin profesiòn definida, clientela por años del chavismo y beneficiada con la política populista abandonaron los cerros caraqueños y los barrios no para pelear por sus derechos o por el deseo de cambiar al règimen, tal como ocurriò en 1989. Vendieron lo poco que tenìan y se fueron a recorrer miles de kilómetros a pie pasando necesidades, recibiendo la lecciòn de su vida en carne viva. Los que en cada elección votaban por las destructivas propuestas del chavismo, por sus corruptos candidatos reciben su dosis de patria y huyen del infierno comunista, haciéndole el ùltimo favor a sus opresores al bajarle la `presión, pues no hay en Venezuela comida para tanta gente, ni servicios de salud, ni agua, ni luz Venezuela se convierte en exportador de marginalidad y problemas humanos. Los cerros bajaron, pero se fueron y el régimen destructor sigue campante. Millones sueñan con tomar sus cosas y huir del infierno. hay una actitud de entrega, de resignación y desesperanza. Pocos están dispuestos a la lucha, no hay motivación para pelear por su país. Así gana el comunismo y se quedan con Venezuela cumpliendo sus objetivos ...

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