EL LLANTO DE BOABDIL.
"No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre “.
Esa es nuestra tragedia, no tener conciencia de lo que
tenemos como país y no tener voluntad, ni la capacidad de organizarnos para
luchar por lo que nos pertenece
Hay momentos oscuros en que la historia se convierte en un atolladero y los
ciudadanos en víctimas de sus propios gobernantes. Bastaron estos 20 años para
que Venezuela pusiera reversa y de la misma forma que en una novela surrealista
vemos cómo vamos para atrás, como estamos entre Juan V. Gómez y José Tadeo
Monagas, incluso hay aspectos como la alimentación del pueblo que nos llevan al
largo periodo de esclavitud y los manumisos que dependían en un 100% de los
amos para poder comer.
“No sé cuánto duró; hay hechos que no se sujetan a la común medida
del tiempo”. decía Jorge Luis Borges (1899-1986)
Lo normal es pensar que la historia es un proyecto hacia el progreso, hacia
adelante. Casi nadie imagina o supone que la historia es una regresión a lo
peor del pasado.
En el caso de la Venezuela bolivariana: el siglo XXI hemos retrocedido en
el tiempo, nos fuimos a una premodernidad vergonzosa y claudicante, como
aquellas familias acomodadas que reciben una enorme fortuna y los herederos la
dilapidan hasta quedar en la ruina total, en la calle, viviendo de la caridad,
pero al mismo tiempo los administradores de los negocios de esa familia se
convirtieron en una nueva aristocracia, en la opulenta nueva burguesía. Ese es
el plan que se ha cumplido con claridad: Arruinar, empobrecer a los dueños de
la casa para enriquecer a los administradores
Un desarreglo planificado de la nueva burguesía chavista para reinar sobre
las ruinas, en un aislamiento feudal, un proyecto demencial que ha contado con
múltiples complicidades, incluidos las mismas víctimas de hoy, quienes ayer
festejaban las locuras convertidas en actos de gobierno. La inconsciencia de
una familia arruinada por sus administradores que se arrodilla para recibir
como indigno mendrugo lo que es suyo por derecho, pero que hoy llora como EL
LLANTO DE BOABDIL. "No llores como mujer lo que no supiste defender
como hombre“. esta frase que fue pronunciada por Aixa, madre de Boabdil
cuando éste entregó Granada a los Reyes Católicos, eran las tres de la tarde
del 2 de enero de 1492.
Los venezolanos lloramos lo que no hemos sido capaces de defender, lo
nuestro, la herencia de una República que hoy agoniza, los códigos de una
modernidad que nos proporcionó la riqueza petrolera pasaron a otras manos, no
es que el petróleo desapareció o se agotaron las reservas más grandes del Mundo
Occidental, es simplemente que los administradores se la robaron y nos dejaron
en la calle sin que hubiese una resistencia, al contrario hubo y hay gran
colaboración para el auto robo, para el auto despojo del idiota que recibe como
regalo generoso lo que es suyo.
La única forma que tenía esa organización mafiosa de la política de
apoderarse de la riqueza era arruinando a los dueños, llevándolos a la peor
miseria, al atraso total para que jamás pudiesen pensar que todo aquel país era
suyo, para que hubiese una renuncia tacita a luchar por lo suyo, que se optara
por ir a dar lastima en otras tierras antes que resistir en la tierra heredada
Nadie que tenga raigambre de valor, que sienta lo suyo con verdadero
sentido de pertenencia deja todo en manos de unos asaltantes y huye despavorido
a pasar trabajo y a morir fuera de su casa. Esa es nuestra tragedia, no tener
conciencia de lo que tenemos como país y no tener voluntad, ni la capacidad de
organizarnos para luchar por lo que nos pertenece.
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