LA HISTORIA ES IMPLACABLE CON LOS MENTIROSOS.

 REESCRIBIR LA HISTORIA, PRETENDER ABOLIR LA MEMORIA.

 EL ROSTRO DE SIMÒN BOLÌVAR OCULTO POR LOS NUEVOS HÈROES. 

Aunque se repite que la historia la escriben los vencedores, hay una verdad que termina por imponerse, de nada vale mentir, cuando pasa el tiempo lo único que resplandece es la verdad y se entonces se caen las falacias, las manipulaciones. La historia es implacable con los mentirosos, al final los muele y los expulsa.

La pretensión de abolir el pasado equivale a borrarle a una persona su memoria. Hay muchos ejemplos mundiales y locales de esta práctica. Lo intentó en el siglo XX el nazismo en Polonia para repartírsela con más facilidad, Los comunistas soviéticos se caracterizaban por las purgas que se reflejaban en las fotos oficiales, donde los personajes purgados se borraban y todavía no existía la fotoshop. Fidel aplicó la misma técnica en Cuba. Recordemos “El retrato en Familia”.

                     SE BORRAN LOS ROSTROS  DE QUIENES NO SE QUIERE QUE EXISTAN

 La Revolución Francesa pretendió abolir mil años de historia y no pudo. En Venezuela se ha tratado reescribir la historia imponiendo el criterio equivocado, según lo cual antes de la llegada de Hugo Chávez al poder nadie había hecho nada bueno por la patria. Incluso, aunque el régimen se autocalifica como bolivariano, se pretende restar los méritos a Simón Bolívar y se repite con furor en los medios que fue Chávez quien logró consolidar la Independencia. Afirman que fue el caudillo comunista quien logró la nacionalización del petróleo y se denigra el período de los 40 años de democracia civil, llamándola despectivamente como una cuarta república llena de males que solo se superaron con la llegada de Hugo Chávez. Una ristra de mentiras repetidas hasta el cansancio.

 Borrar la historia de una nación con tanta historia no es tarea fácil, pero tergivérsala es posible, especialmente cuando la materia de historia prácticamente no existe, en la educación y las nuevas generaciones nada saben del pasado, son fácilmente manipulables, por eso se puede ver hoy como los iconoclastas que derrumban las estatuas, no tienen ni idea quien es el personaje representado en el bronce. La estrategia de la izquierda latinoamericana contra la Conquista de América y contra Cristóbal Colón ha dado resultado y ahora se repica a nivel mundial, idiotas derribando estatuas, sin saber nada de la historia, pero el objetivo es borrar la memoria y crear nuevos referentes afines al socialismo. Eso es reescribir la historia.

 La estrategia de reescribir la historia consiste en la Orwelliana máxima donde, no importaba qué se decía ni cómo se decía ni cuándo, solo quién lo decía. Ya que la única versión era la versión oficial, la del partido. Con ese fin la historia se borraba por completo de la mente de los ciudadanos, solo quedaba lo que les contaban, y así la única opción era obedecer y acatar para luego repetir. Se sintetiza en la siguiente frase:

«Quien controla el presente controla el pasado y quien controla el pasado controlará el futuro»

 Hay odios contra personajes muy importantes de nuestra historia como el general José Antonio Páez, a quien se le pretende negar todos sus méritos y presentarlo como un traidor a Bolívar. El odio contra la figura del prócer civil del Dr. José María Vargas, llevó al general García Carneiro pretender borrar el nombre de Vargas como epónimo del estado y llamarlo prosaicamente estado la Guaira, un monumento a la estupidez del chavismo, alegando un indigenismo que no existe, el cual fue refrendado por el Cronista Oficial. En ese mercado todo se vende.

 Borrar, trasgredir, atropellar la historia ha sido la constante del chavismo en 20 años, pero la historia es implacable y tiene su lugar para las mentiras repetidas, un basurero donde van a dar todos los nefastos personajes que han agredido la venezolanidad, destruido la nación y la han entregado a cubanos, rusos, chinos e iraníes, a los delincuentes de las guerrillas colombianas, a los terroristas y extremistas.

 La historia tarde o temprano les pasará su factura, eso es la ley de la historia. El basurero está lleno, pero siempre ha especio para nuevos personajes.