“Si yo tengo que robar lo hago para
alimentar a mis hijos” Frases para la historia.
(El envilecimiento como factor de
dominio político.)
Una frase que marcó el destino de una
nación.
De la magia de Disney a los barrios de Zimbabue.
La parábola venezolana durante 20 años.
Resulta verdaderamente asombroso que
la gestión pública más irresponsable y corrupta que ha tenido Venezuela desde
los Welsares hasta hoy pretenda obligar a los venezolanos a vivir eternamente
en el estado de miseria física y moral en que han hundido a Venezuela, con la
única expectativa de ver más ricos, más gordos, más ineptos y más inflados de
soberbia y vanidad a ese clan mafioso que se apoderó de nuestra nación para
hacerla un botín de piratas
20 años de irresponsabilidad, de insaciable
latrocinio, de manifiesta ineptitud como administradores transitorios del
patrimonio público sirvieron solamente para hacer multimillonarios al 0, 5 % de
los venezolanos y al 99,5% sumirlos en diversos grados de pobreza y miseria,
desapareció la vigorosa clase media venezolana que surgió después de 1945,
gracias a las oportunidades de estudio, trabajo y emprendimiento que
propiciaron las administraciones públicas y privadas de aquellos años.
En 1999 llegó un gobierno cargado de
promesas y críticas al pasado, con un líder carismático que generaba en la población perspectivas
positivas, esperanzadoras realizaciones, pero la realidad era totalmente
diferente, se equivocaron quienes creyeron que por ser un militar volvería con
ese nuevo gobierno el nacionalismo, el orden público, las
realizaciones de grandes obras de perezjimenismo, pero no, solo tomó esa
dictadura lo peor :La represión a los opositores, el latrocinio y el deseo de
gobernar eternamente.
Su primer discurso como presidente
pasará a la historia como el mayor espaldarazo que han recibido los
delincuentes en la historia de la humanidad. Fue el decreto inmoral para que en
Venezuela se desatara la carrera delincuencial que hoy nos mantiene como
rehenes de los malandros. “Si yo tengo que robar lo
hago para alimentar a mis hijos” Esa frase en la boca de un
presidente generó un comportamiento que justificaba el robo socialmente. Fue
una frase demagógica, triste, infeliz o tal vez el manifiesto premeditado para
la destrucción de Venezuela.
Su primer plan de gobierno lo
denominó pomposamente:” Plan Bolívar 2000”, no era más que su primer intento de
crear un gobierno paralelo y al mismo tiempo cooptar mediante una brutal
corrupción a los comandantes militares que lo podían derrocar. Se crearon
gobernaciones paralelas, se le dio poder de administrar, sin control de ningún
tipo, millones de bolívares a los jefes de las guarniciones militares, con la
finalidad hacer obras sociales sin contar para nada con los gobernadores de
cada estado. Eso era una violación flagrante de la Constitución vigente, el
Congreso Nacional con sus dos cámaras de Senadores y Diputados era mayoría la
oposición y simplemente lo permitió porque llovieron contratos para los jefes
de los diversos partidos. Eso no se puede olvidar.
Perversamente en una estrategia de maquiavelismo
castrista se utilizó el envilecimiento como factor de dominio político.
Envolvió a la sociedad, a los militares a las cabezas de la política, la presidenta
del Tribunal Supremo de Justicia la Dra. Cecilia Sosa Gómez quien avaló la
violación de la Constitución del 61 y allanó el camino para que se pudiera
convocar ilegalmente el proyecto de Constituyente del gobierno. Se tuvo la
habilidad de convertir el estamento político, económico y sindical en cómplices
de los primeros pasos en la destrucción de la institucionalidad. Llenó sin
pudor las piaras con billetes y todos se olvidaron de principios y se dedicaron
a llenar su panza habida de dinero fácil, de contratos con testaferros El
socialismo del siglo XXI puso de moda su verdadero lema: “Combatir la corrupción con
más corrupción”
Las consecuencias de esos primeros
pasos avalados por la sinvergüencería nacional lo estamos pagando todos los venezolanos ,
mientras el gobierno tuvo el chorro de divisas provenientes del oro negro le
permitió permear la corrupción a todos los niveles, desde los multimillonarios
contratos de adquisición de bienes importados con un diferencial cambiario más
lucrativo que el mismo negocio monopólico hasta las legiones de “raspacupos”
que tenían sus porciones del gran banquete de dólares, pero en el momento en
que los precios del barril petrolero se empiezan a desplomar, el súper-bonche
nacional sigue con el endeudamiento y cuando el chorro de dólares se transforma
en un goteo , entonces se dedica el
gobierno a fabricar billetes en “bolívares fuertes” para poder cubrir el elefantiásico gasto público, los sueldos,
salarios pensiones perdieron toda su capacidad de compra y automáticamente
todos ganamos más pero somos más pobres, igual a lo que le pasó a los partidos
que ganaron las elecciones parlamentarias anteriores y tenían menos diputados que los perdedores,
esa es la magia perversa del gobierno,
tolerada a fuerza de billetes.
La inflación más alta del mundo, la
devaluación más brutal, la escasez más atroz, la delincuencia y la violencia
más cruel, la desesperanza generalizada, todos los males juntos como en una maldición bíblica y estos necios
que deberían salir corriendo de vergüenza por su monumental fracaso nos
anuncian que esto no tiene salida que ellos son eternos en el poder, que lo han
hecho muy bien, que no hay fuerza que
los pueda desalojar, que ellos se ríen de la voluntad del soberano, la OEA, del
Grupo de Lima, de la Comunidad Europea porque tienen militares arrodillados,
colectivos armados en motos, aviones, tanques, instituciones humilladas y nos
gritan que la nación ha sido expropiada definitivamente como la finca de
Franklin Brito y al que no le guste que se vaya del país.
Las medidas de presión solo han servido para
inventarse excusas Todos los males son producto del “Bloqueo”. Lo mismo que ha
hecho Cuba durante 60 años y siguen desgobernado a Cuba. La experiencia de los Castro
en esa materia se ha pagado un millón de veces y su objetivo de perpetuidad en
el poder lo han logrado.
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