El oráculo de Delfos a la cubana.
En la Grecia antigua el Oráculo de Delfos era un templo del
dios Apolo al que la gente iba para conocer el futuro. Sus predicciones tenían
influencia en las decisiones que tomaban los dirigentes.
Puede tratarse de una persona que encarna el poder, de un acuerdo entre los gobernados (Constitución), o de una persona o cofradía que se arrogue la potestad de ser los fieles intérpretes del poder proveniente de una entidad superior. Sea como fuere, el poder debe establecer su origen para ser efectivo, apelar a los fundamentos que hacen válida su actuación, además de dejar claro los medios a través de los cuales pretende operar.
Venimos de una situación en la que nuestra referencia al poder nacional era prácticamente monopolizada por la figura Hugo Chávez. Ya no està y sus herederos no tienen ningún elemento que los pueda legitimar, ni la Constitución, ni los grises personajillos del TSJ, solo queda remitirse directamente a la ùnica fuente del poder que vine de Cuba. Por eso Maduro reconoce públicamente la presencia de los tutores en el Consejo de Ministros. Los cuales están allí, no para tomar café y hacer chistes, sino para supervisar en vivo que se cumplan sus estrictas instrucciones. A quién consultar lo que se debe hacer en Venezuela , pues, a los nuevos sacerdotes del Oráculo de Delfos , los delegados de la Habana. Los cuales saben más de caracoles que de clásicos griegos.
Es oportuno y conveniente recordar que en el Templo de Delfos eran los sacerdotes quien fungía de intérpretes de la palabra de Apolo, quienes comunicaban el veredicto a los consultantes. Desde el año 2000 los sátrapas venezolanos viajaban a la Habana para consultar el oráculo (caracoles). Pero ahora la cosa cambiò, los oficiantes están en Miraflores, en los cuarteles de Fuerte Tiuna y allí directamente ordenan los mandatos de gobierno.
. ¿Qué va a pasar en el 2021? ¿Qué nos depara el
futuro? ¿Hacia dónde va el país? En general, hay una relación directa entre el
pronóstico y el deseo personal de los venezolanos. Todo está en los caracoles, pero , si los vemos con detenimiento, estamos siendo gobernados por los intérpretes de los intérpretes de dos líderes que están muertos. (Chávez y Fidel Castro) estamos en una NECROCRACIA.
Cómo decía Aristóteles “La única verdad es
la realidad”. Lo demás pudiera inscribirse en las páginas de la mitología, del santerismo de Estado, donde las fuerzas del mal se imponen y no nos ayuda ni "Bambarito" el de la canción de Billo Frómeta.
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