CONSPIRAR ES EL PRIMER DEBER PARA PARAR EN SECO EL DESASTRE.


TODOS ESTAMOS OBLIGADOS A CONSPIRAR.


 Algunos creen que el   deber es cohabitar.

Vamos a tener que jugar en equipo para poder meter gol¨
Pero, ¿Cómo lo vamos hacer?
Cohabitando o conspirando.



 Lo primero que tenemos claro es que no vivimos bajo un sistema democrático.   Al cohabitar con el régimen ¿qué podemos conseguir? ¿Acaso hay posibilidad real de estructurar un nuevo CNE que garantice unas elecciones justas e imparciales?  ¿Será posible conseguir lo mismo con la Fiscalía, Contraloría, ¿Defensoría del Pueblo y TSJ?
¿Acaso estarían dispuestos a disolver la ilegítima A.N.C. Será posible convencerlos que liberen a los presos políticos y el regresó de todos los exiliados ofrecido una amnistía general? ¿Acaso los tribunales han dado señales de imparcialidad y de no arrodillarse ante el Ejecutivo? ¿Acaso hay signos de que el régimen estaría dispuesto a rectificar su obsoleta visión de la economía y persecución a los medios de comunicación? Será posible que no utilicen de manera corrupta y ventajista los bienes y recursos del Estado para su campaña electoral. estarían dispuestos a poner fin a la acción delincuencial de los colectivos armados. ¿Será posible una coexistencia respetuosa entre la oposición y el régimen y lograríamos contribuir a que los venezolanos tengamos una mejor calidad de vida?  


 Creo que sinceramente que es imposible lograr una sola de esas metas. Ya tienen en cartera un nuevo CNE que responda a sus intereses integrados por la “falsa oposición” y su mayoría con nuevos nombres y viejos procedimientos ventajistas y fraudulentos. Su único fin es hacer unas elecciones parlamentarias, no presidenciales y así obtener la mayoría que hoy no tienen en el Poder Legislativo.

Jamás el régimen aceptará ir a unas elecciones libres con un CNE confiable y una supervisión de organismos internacionales. Lo de ellos siempre es el teatro del fraude.
 Quien quiera caer en esa trampa y le sigan metiendo goles están en libertad, pero los venezolanos mayoritariamente asqueados, cansados de hacer el triste papelón de tontos debemos tomar el camino de la conspiración activa.

¿QUÈ ES CONSPIRAR?
¿Es acaso una mala y peligrosa palabra?


Todos los venezolanos que aspiramos un país diferente estamos obligados a formar parte de la CONSPIRACIÓN, lo cual en principio supone una ASPIRACIÓN COMÙN, ejercida por una esperanza. Una CONSPIRACIÓN reúne a los individuos que respiran un mismo aire y aspiran los mismos objetivos que los mantiene estrechamente unidos, fusionados con el corazón (Coraje), con el cerebro (Inteligencia) para hacer de nuestra nación un lugar digno para vivir.
No puede un pueblo vivir acorralado, en una crisis permanente, a la cual quienes tienen la obligación de solucionarla la profundizan con sadismo. Conspirar es un deber de supervivencia humana, en una sociedad donde el Estado es más importante que la sociedad civil, donde no importa la opinión de 30 millones, donde se descalifica, se aísla, se ignora, se discrimina, se reprime, se tortura y asesina a quien piensa diferente.
 Es una obligación CONSPIRAR contra un estado de maldad institucionalizada que arruina a millones y los somete a vivir como miserables eternamente, Es una obligación conspirar aún en contra de la opinión de los sometidos para darles una libertad que no conocen y no aprecian.
CONSPIRAR es un deber donde es política de Estado insuflar desesperanza, donde se empodera al delincuente, donde no existe la meritocracia como sana competencia y las palancas del poder están en manos de los peores. Todos tenemos que ser conspiradores cuando la mediocridad es el modelo social, cuando la justicia apesta, cuando los delincuentes ocupan los espacios públicos, cuando el tráfico de drogas es la actividad económica de políticos y militares. Cuando se hace invivible una nación.
Usted se equivoca CONSPIRAR ES UNA BUENA PALABRA CUANDO EL OBJETIVO ES CREAR UN NUEVO ORDEN. No es bajo este desorden mal oliente donde puede nacer una Nueva Venezuela diferente.


La conspiración no es solamente para salir de Maduro, su régimen es un accidente histórico ya condenado a su fin, lo que tenemos que superar es la perversión entronizada durante estos años de destrucción moral y material.


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