LA GRAN CÀRCEL LLAMADA VENEZUELA.


 VENEZUELA ES EL  AUSCHWITZ  DEL SIGLO XXI

   

Mons. Jaime Villarroel, Obispo de Carúpano (Venezuela) aseguró que la acción del Gobierno de Nicolás Maduro hace que Venezuela sea “un campo de concentración” y una tragedia “que asemeja a lo que vivió Europa tras la II Guerra Mundial”.
Además subrayó que durante el año pasado “murieron más de 22 mil personas asesinadas y más de 400 mil en los últimos 19 años”.

Un campo de concentraciòn
 "Ucampo de concentración o campo de internamiento es un centro de detención o confinamiento donde se encierra a personas por su pertenencia a un colectivo genérico (Nacionalidad) en lugar de por sus actos individuales, sin juicio previo y sin garantías judiciales, aunque puede existir una cobertura legal integrada en un sistema de represión política. Se suelen emplear campos de concentración para encerrar a opositores políticosgrupos étnicos o religiosos específicos, personas de una determinada orientación sexualprisioneros de guerra, civiles habitantes de una región en conflicto u otros colectivos opositores".


Hay un país que se convirtió en un campo de concentraciòn y de experimentación donde se hacen, aún en contra de sus habitantes,los más crueles experimentos sociales, políticos y psicológicos. Se mide sobre todo la capacidad de resistir el mal sin una reacción coherente, organizada y contundente. Son "mamíferos euterios" de un laboratorio de un millón de Km2, sometidos a los experimentos socio-políticos por parte de unos secuestradores, empeñados en conducir al paìs en contra de la lógica de la historia y de la evolución social natural y normal.  A los males no se les busca soluciòn, se  profundizan y repiten con saña,para mayor sufrimiento de la poblaciòn.
Se empeñan en experimentar y probar que los venezolanos , si reciben la dosis adecuada de males, en un tiempo determinado  se hacen manejable y dóciles. Es como la inmunizaciòn por contagio masivo.

Hay una constante agresión programada al pueblo venezolano acendrada en los últimos cuatro años pero que comenzó en 1999 cuando Hugo Chávez llegó al poder.Un plan manejado por Cuba: una guerra psicológica empleando todo el poder comunicacional del Estado, su monopolio comunicacional y radioeléctrico, con la finalidad de dirigir la conducta del venezolano con el perverso objetivo de ejercer un férreo control social, político y militar. 

Es una nueva forma de hacer la guerra para aniquilar la voluntad, controlar y asimilar a los posibles enemigos, es la destrucción moral de quienes tienen la posibilidad de articular una protesta contundente que ponga término al régimen. La desesperanza se aplica y se aprende en este inmenso laboratorio. Quiénes se convierte en protestantes peligrosos los depositan en los cuartos de castigo, en los sòtanos, donde si se sale vivo es un milagro.

 El derrotismo  se ha sembrado y hoy produce su cosecha. Es la única explicación que podemos dar al comprobar que un régimen que está en su peor momento, en cuanto a la opinión mundial, en su apoyo interno y en su legitimidad, tenga hoy el control y la fuerza para imponer su voluntad de manera violenta . Lo cual  es imposible de hacer si no existiera este condicionamiento social y político que convierte cualquier acción de la oposición una negación en si misma, lo cual conduce al inmovilismo político, a la desarticulación y al final  a unas derrotas absurdas, que cierran el circulo de la desesperanza, la gente se cansa de perder elecciones trampeadas, de asistir a marchas para nada, incluso a perder la vida y la libertad.  Mientras tanto los bienes, los trabajos , todo lo luchado es  desmantelado en la nada , los negocios quebrados, las propiedades desvalorizadas, el 95% de los venezolanos viviendo  en la peor miseria
El socialismo del siglo XXI es una nueva  experiencia fracasada de  viejo colectivismo soviético y cubano, no se pudo sostener el experimento del populismo socializante, no alcanzó un millón de millones de dolares generados por el petróleo para suavizar el rostro tiránico y despótico del experimento , todo terminó en lo mismo de siempre en todo sistema colectivista: Pobreza, escasez, hambre,mercado negro, corrupciòn, crisis humanitaria, lo peor de todos los mundos en un solo territorio. No es fácil explicar la capacidad de adaptaciòn que tenemos los humanos para soportar el mal. Esa es la prueba permanente que se hace en este campo de concentraciòn, manejado por la Inteligencia Policial  Cubana, llamado Venezuela. Es un proceso de condicionamiento aplicado todos los dìas, todo el año para lograr el control de una base poblacional que pasa hambre y que su única esperanza  de comer es una caja subsidiada de comida (Clap).
 A esa tragedia manejada se redujo el experimento grotesco del colectivismo madurista, obligar a miles de hambrientos a tener que soportar las más aberrantes humillaciones, agradecer una limosna, servir de votantes portátiles y obligarse a portar un carnet de la patria para poder sobrevivir. Comprar algun alimento o repuesto, poner combustible, y recibir algunos bonos miserables.

Ese es  el nuevo hombre que surge del experimento socialista, el nuevo prototipo de una sociedad tipo hormiguero que pierde el natural espíritu de superación, sin interès por la competitividad, inmersos en una paz de cementerios.Gente que terminan felices y conformes en las vivencias de sus miserias comunales o reaccionan y estàn  dispuestos a huir  del paìs como única salida a tantos males . A muy pocos se le ocurre pensar que su fuerza está en una rebelión articulada y organizada. El liderazgo opositor, con muy pocas excepciones, se parece mucho a los cuidadores de los campos de concentraciòn nazi, judios traidores y entregados al poder de la Gestapo. El campo de concentraciòn exige  un sacudón psicològico y social que despierte la conciencia y la voluntad del venezolano que le haga entender que la fuerza del cambio está en su interior, en su voluntad hoy doblegada. Puede ser que el descaro de corrupciòn y abuso en la venta  de la gasolina sea el detonante.
 Por ahora se impone  a la fuerza y por el miedo un falso equilibrio, una paz ficticia que se sostiene por una actitud psico aprendida  que predispone al individuo a soportar las peores condiciones de vida por el  miedo que se convierte en conformismo. Autodefensa.

  No es para siempre esta actitud, hay una tendencia natural  del ser humano a la ruptura violenta. La  siembra de odios no es  para cosechar  la paz ,es un contrasentido total ,no es viable una nación bajo esas condiciones de presiòn al màximo nivel, es como una caldera a punto de estallar. No hay otra salida  que  rebelarse. Creer en una salida electoral, es otro autoengaño, pero ante tantos males unas elecciones  aunque sean manipuladas pueden dar una sensaciòn de cambio y legitimidad. La obstinaciòn de la gente solo quiere un cambio aunque sea de maquillaje. Prefieren salir del campo de concentración  a la casa por càrcel. Esa es la estrategia de los comunistas, como dicen :Te quiebran las piernas, para que le agradezcas las muletas.







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