PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE…
“Los Amantes de la Muerte o Necrófilos”
MORIR NO VENCE, MATAR
NO CONVENCE
Manuel
Monasterios
La necrofilia ideológica es el amor ciego por ideas muertas. Resulta que esta patología es más común en su vertiente política que en la sexual. Encienda su televisión esta noche y le apuesto que verá a algún político apasionadamente enamorado de ideas que ya han sido probadas y han fracasado. O defendiendo creencias cuya falsedad ha quedado demostrada con evidencias incontrovertibles”.
La consigna
favorita del llamado “socialismo del siglo XXI”, no es
nada original, viene de las profundidades de la historia, de las tendencias
contra la vida que forman el núcleo de las decadendencias individuales y
colectivas. La quintaesencia del “Problema del Mal”, la raíz de destructividad
y de la depravación de las civilizaciones. La alternatividad entre imponer sus
ideas salvadoras de la humanidad, sin escatimar el método, para que esa ideología “bienhechora” y “reivindicadora”
sea aceptada, aun en contra de la voluntad de los presuntos beneficiarios.
Llegar a matar para imponer lo que algunos creen bueno y
justo para los demás, o apelar al suicidio si salen perdedores en la lucha. Esos son los principios de la
anti-ética que mueven todos los totalitarismos, amantes de la muerte
A los amantes
de la muerte los localizamos en el antiguo Egipto, en Babilonia, en la antigua
Roma, en todas las civilizaciones que florecieron en la antigüedad. El mismo
Jesucristo fue victima de los “Necrófilos” Judíos y Romanos. Pero él
los venció con su Amor a la Vida
representado en el Misterio de la Resurrección.
El grito:”Viva la Muerte ” al estilo de Millán Astray, en la
Universidad de Salamanca, frente al inmenso Don Miguel de Unamuno, siempre ha tratado de apagar al grito de:”Viva la vida”. Pero la tendencia natural
del hombre es la Biofilia:”Venceréis pero
no convenceréis”…”Tenéis el poder de las
armas pero no el de la razón.”
Los “necrófilos” imponen sus creencias, sus
razones son el poder, las armas, el odio; no profesan el credo de la libertad.
En su cerebro y sus acciones tienen
potenciada la capacidad destructora de la naturaleza humana, son los
“lobos” de la especie. Sienten la necesidad de imponer, como sea su “República del Leviatán”, con los
disfraces de socialismo, humanismo y solidaridad para engañar a los incautos.
Su realidad impone al individuo ceder todos sus derechos al omnipotente estado
y a la oligarquía que nace de sus entrañas para manejar el gobierno como el
reparto de un botín de guerra.
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Al final la muerte se impone. |
En su habilidad
para el camuflaje empiezan su tarea disfrazados de corderos, para alcanzar sus
objetivos hablan de la libertad como el valor supremo, condenan los abusos, se
indignan y protestan en cualquier ciudad del mundo, pero una vez que tienen el
poder en sus manos, cuando alcanzan el control de las armas, y desarrollan la
capacidad de manipulación mediante el uso del miedo como su principal arma,
aparece el escorpión que llevan por dentro. Sale a relucir con todo su
esplendor, su verdadera naturaleza totalitaria y en ese momento se
hace muy difícil sacarlos del poder por las vías democráticas, porque ya sus
tentáculos han destruido la
institucionalidad y todo el estado se encuentra de rodillas ante el amo del
poder , ya han causado inmensos daños a la república en lo físico y en lo
moral. Para alcanzar sus fines dan poder al hampa, asesinan la justicia,
potencian la flojera del trabajador, desestimulan a los generadores de empleo,
promueven la mediocridad, invaden las propiedades. Destruyen como las polillas
la estructura social y aparecen como los salvadores de los más débiles.
Esta tragedia no se genera sola, ocurre en
aquellos pueblos que se dejan deslumbrar por el verbo demagogo, que entregan su
destino a hombres ordinarios y le dan un poder extraordinario, para que hagan
en su nombre lo que le venga en gana: Regalen la riqueza colectiva, entreguen
en usufructo las tierras, las minas y las fabricas, hipotecan la soberanía
popular, el petróleo y hasta el aire que se respira. Pero los
amantes de la muerte son hábiles
como los vendedores de ferias, asegurando que en el futuro todo será mejor,
cuando se hayan acabado los enemigos con poder, los explotadores, los
especuladores, los capitalista o privados, los escuálidos, los judíos, los
extranjeros; cuando ocurra ese exterminio físico o moral los necrófilos
aseguran que estarán en las puertas del paraíso terrenal, en la sociedad sin
clases, sin explotados, ni explotadores, dónde todo será felicidad. Paz y Amor.
Mientras tanto no importa que no se cumplan las promesas de vivienda decente,
educación de calidad, trabajo digno, salud y seguridad social, no importa que
el hampa haga de las suyas, porque todo es un sacrificio para un mañana mejor,
Todo será para mañana, muy poco para hoy. No les importa la destrucción del país, porque de sus cenizas renacerá una
nueva sociedad, con un hombre nuevo libre del egoísmo de la sociedad
capitalista, para alcanzar esa hermosa meta social, los amantes de la muerte necesitan exacerbar las pasiones del odio,
de la indignación, de la destrucción y sembrar el miedo en todas sus formas,
estigmatizar con adjetivos discriminadores: Escuálidos, Majunches, Vendidos,
Traidores, Tarifados, Oligarcas, Apátridas, Golpistas . Los Necrófilos de ayer decían: Judíos, Gitanos, Homosexuales,
Gusanos, Negros, Mestizos, Nativos, cuanta barbaridad se les ha ocurrido a lo largo de la historia a los amantes de la muerte, pero esa
adjetivación forma parte de la guerra psicológica a cual someten a la sociedad
para doblegarla. Su consigna de necrofilia: Fascismo o muerte. Estado o
muerte. Socialismo o muerte. Si
ha sido lo mismo a lo largo del tiempo, en otras palabras: Se acepta mi punto
de vista o mueres y si no logro mi objetivo entonces soy yo el muerto. Su
planteamiento es simplista y trágico no hay posibilidad del “ganar ganar”, sino yo gano y tu pierde o
mueres, Al final la historia ha demostrado con cientos de ejemplos que los
Necrófilos siempre terminan en el “Perder-Perder” Toda la sociedad
pierde años de crecimiento y desarrollo y los individuos también se estancan,
dónde están Hitler, Mussolini, Stalin,
la Cortina de Hierro, la Alemania Oriental, la Europa del Este. Vean hoy el
estancamiento de Cuba, el aislamiento de Corea del Norte la sacudida que se han
dado China y Vitnam para librarse de la cultura necrofílica y entrar en el
capitalismo y el mercado buscando la libertad individual por encima del colectivismo
de Patria o Muerte . El narcisismo maligno de Hitler llevó a el
pueblo alemán, con un nivel cultural de los más altos de Europa a ingresar al
mundo del “Síndrome de la Decadencia” esa idea fija de destrucción, de crímenes
monstruosos, de sembrar muerte como los hordas de Atila, de cabalgar sobre el
miedo imponiendo la ley del más fuerte para terminar humillados y derrotados
por pueblos “débiles” según esta ideología totalitaria de Patria o Muerte. La muerte como destrucción es el futuro de los
necrófilos. .
No importa si
los necrófilos se cobijan en ideologías políticas , sociales o religiosas para
justificarse, da igual si son Fachitas, nazis, comunistas, socialistas,
anarquistas o católicos, protestantes, musulmanes o ateos. La ideología siempre
es una mascara, para justificar sus desequilibrios, no es la lucha por los más
débiles, por los desheredados de la tierra, por los explotados, por los
indígenas o los afro descendientes, todas son excusas para imponer la
violencia, la destrucción y la muerte. Ninguna de las ideologías totalitarias que ha controlado el
poder en el mundo ha dejado una huella positiva en la historia, no han hecho nada por acabar con la
desgracia humana. Por el contrario se alimentan y justifican con las miserias.
En un país prospero es imposible que lleguen al poder los “necrófilos”.No
tienen como argumentar para imponer su maquinaria destructora. Pero los pueblos
pobres, donde la ignorancia campea les es muy fácil argumentar para justificar
su llegada .”Si no hay pobres quienes nos
apoyan”Dijo un teórico del socialismo del siglo XIX
Los amantes de la muerte ven como solución a
los conflictos solo el triunfo de sus ideas o la muerte de sus contrarios, para
lograr su fin están dispuestos al exterminio de los que ellos consideran sus
enemigos. Los amantes de la vida ven como solución a los conflictos el dialogo
creativo, el respeto a las ideas así sean contrarias a sus principios. La
conciliación civilizada y estar dispuestos incluso a ponerse en el lugar del
otro
Para la moral
del amante de la muerte, es bueno todo aquello que contribuya a sus fines, sin
importarle el daño que causen. Para los amantes de la vida es bueno solo lo que
genera el bien individual y colectivo.
La revoluciones
fascistas, nazi’fascistas, marxistas, neocomunistas son necrófilas en su esencia, así las disfracen,
las pinten con colores de libertad, pues a lo largo de la historia solo han
generado muerte y miserias Y SU GRITO ES SIEMPRE PATRIA O MUERTE, ESTADO O
MUERTE, COMUNISMO O MUERTE Las llamadas democracias representativas
occidentales son biofilas, pues a pesar de sus fallas generan el bien
colectivo, la vida y el mejoramiento de la sociedad. Así las llamen
despectivamente burguesas y capitalistas En el choque entre ambos conceptos la
necrofilia tiene aparentemente las de ganar, pues los escrúpulos no forman
parte de sus vivencias, pero al final como siempre, resplandece la verdad, el
bien y la libertad. Por otra parte la muerte, la maldad y la destrucción quedan
desnudas generando siempre un elevado costo social.
Los pueblos a
veces se equivocan y escogen mal, deslumbrados por el discurso de un demagogo,
terminan pagando muy caro sus errores, el precio de la libertad no es caro,
solo exige tener conciencia de su valor, para no entregarla por un mendrugo, un
espejismo o una esperanza. LA
LIBERTAD ES LUCHA PERMANENTE, VOLUNTAD PARA NO PERDERLA. Solo
a los necrófilos no les importa entregar su libertad, pues para ellos es mejor
el sometimiento de su voluntad que la responsabilidad de vivir con autonomía.
Permiten que otros piensen y decidan por ellos. Entregan su independencia a un
caudillo, a un partido, al estado, se alienan por miedo a ser responsables de
su vida.
El auto engaño
permite que busquen siempre un chivo expiatorio para culparle de todos sus
males y debilidades, tanto a nivel personal como colectivamente. Los necrófilos
también gritan ORDENE QUE ESTAMOS LISTOS PARA OBEDECER, son ciegos e
irracionales, se entregan en cuerpo y alma a las peores aberraciones con tal
vengan de la voluntad de su caudillo.
Son fanáticos dispuestos a complacer el ego del jefe narcisista
Nota: Si amas la muerte y el caos, si te
gusta y te complace que te humillen y quieres que todo lo que tienes con
esfuerzo deje de ser tuyo. Si crees que es mejor entregar tú futuro y el de tu
familia a un amante de la muerte, (aunque hoy cobardemente al toparse de frente
con la parca, cambia el tercio y obliga a gritar Patria, socialismo o vida.
Pero ya es muy tarde y como dice el evangelio “Por sus obras los conoceréis” Ya
la muerte está cobrando y todos estamos pagando) Entrégate entonces a la
muerte.
Por eso hay que gritar, con fuerza,
que se oiga en el mundo entero:
¡Viva la vida, viva la libertad, viva
la democracia!
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