La mediocridad y la irracionalidad como factores de poder.
Resulta muy duro para cualquier
razonamiento sano comprobar que esa farsa de la Asamblea Nacional
Constituyente es la consecuencia lógica de todo un proceso de entronización de
la mediocridad y la marginalidad como factores determinantes de la vida social,
económica y política de Venezuela. El culto a la incompetencia como política de
Estado y el culto a la personalidad del fallecido presidente Hugo Chávez son manifestaciones
contundentes de la máxima decadencia, reflejan un clima moral anómico donde la
eficiencia es un estorbo y la racionalidad no existe, es un estercolero de lo
peor dentro lo pésimo.
Una
política fundamentada en la demencia y la incompetencia solo se puede dar en la
Venezuela de hoy y la ANC es la máxima expresión de esa revoltura de
ilegitimidad, de abuso, de soberbia, de intolerancia y estupidez para gobernar
que representa el chavismo y su excrecencia que llaman Madurismo. Juristas del
horror al servicio del régimen, apoyados por el militarismo cooptado por el
castrismo, mediante la máxima corrupción posible, imponen una Asamblea
Constituyente (ANC) de carácter tumultuario, con lo peor del chavismo, la ralea
de fanáticos, oportunistas corruptos, inescrupulosos y resentidos auto-otorgándose
supra-poderes, casi divinos para exterminar a la oposición democrática y
consolidar definitivamente su verdadera “Constitución” el llamado “El Plan de
la Patria”. Hay que decir que la Constitución chavista de 1999 fue un mascarón
de proa, un disfraz, una constitución para engañar incautos, un plan
transitorio mientras consolidaban su poder total. Para ellos esa etapa duró 18 años,
terminó y ahora entran en la fase del remate final para apoderarse definitivamente
por la fuerza de las armas y la apariencia de legalidad de la ANC de los restos
de Venezuela, sobre todo de la riqueza minera y petrolera que todavía le puede
servir a los proyectos del castrismo.
El pueblo ya cumplió su función de
protagonismo, ahora le toca sacrificarse en la construcción de la nueva
sociedad de la escasez y la miseria o huir de Venezuela. Ese es el plan, esa es
la nueva Constitución.
Este diagnóstico puede estar equivocado, puede
usted creer libremente que habrá elecciones y todavía hay alguna luz
democrática, yo también quiero estar equivocado, pero la realidad de los hechos
nos indica que hay un quiebre y este régimen tomó la decisión de no dejar
espacios a la oposición. No tiene sentido quemar las naves con una ANC que
rechaza el mundo entero por espuria, para devolverse, hay una ilegitimidad que
no puede ser tolerada por el mundo democrático Ellos van a fondo y con todo, muy
alegres porque unas medidas financieras superficiales tomadas por el gobierno
de EE. UU, las pueden convertir en material de propaganda, su “Bahía de
Cochinos”, su “heroica Playa Girón". El imperio abusa con los débiles y ahora
todo se puede justificar, hasta un paredón de fusilamiento. Ellos son así, esa esa es su esencia. Ineptos para el bien y eficientes para la maldad.
Ya marcaron su hoja de ruta totalitaria, los
juegos electorales son capotazos para distraer a la oposición en el segundo
tercio de la corrida y preparar la estocada final y la vuelta al ruedo para eso
es la ANC.
Solo la presión internacional, no el intervencionismo,
la presión interna en el marco democrático pueden obligar al régimen a la
realización de elecciones aceptables por la dignidad democrática. Por ahora,
con todo en contra, es la única salida, Cerrar esa posibilidad es suicidarse,
Lo último que nos quedaría clausurada esa posibilidad, sería la guerra para lo
cual solo ellos están preparados.
El grave problema hoy es la
irracionalidad de todos los extremos. Los que mal gobiernan y los que solo
despotrican sin ofrecer salidas.
Quién tenga ojos que vea, como dijo
el difunto.
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