LA GENERACIÓN DE LOS NUEVOS LIBERTADORES.
Fidel aplicó su receta en tres meses apoyado por el
80% de los cubanos. Chávez no pudo, el pueblo le dijo que NO. ¿Podrá Maduro con
el 90% de los venezolanos en contra y con nueva generación de vanguardia que
perdió todo el miedo?
Claro que NO.
El mundo los admira, los venezolanos estamos
sorprendidos, el régimen jamás se lo esperó. UNA GENERACIÓN DE JÓVENES
entregando todo lo que tienen, principalmente su vida, sus sueños y esperanzas
por tener una Venezuela diferente a la que han conocido, en su mayoría nacieron
bajo el régimen chavista, crecieron bajo la influencia ideológica del
adoctrinamiento comunista pero no funcionó.
Los enemigos más acérrimos de este régimen son
jóvenes casi niños, la generación que jamás tuvo la posibilidad de vivir la
Venezuela de la prosperidad, del bienestar, del progreso. La generación que
sufre con más dolor y pasión el robo de su patria, el secuestro de sus
esperanzas, que han visto como su futuro se la entregan groseramente a los
cubanos, como los sacrifican para transformarlos en servidores ciegos de un
ideología totalitaria y castradora.
Esa generación
lucha por una libertad que no han conocido. ¿Cuál es la fuerza que los motiva a
esa entrega total? Es un acicate que les mueve ante la posibilidad cierta que
jamás bajo este régimen podrán cumplir sus sueños, que vivir bajo esta dictadura
es no poder responder a sus necesidades particulares, es no poder tener una
familia, una casa, una vida digna ganada con su trabajo o su emprendimiento. Es
entender que, en esta dictadura, ni su
vida, ni su futuro importan solo tienen valen en la medida en que son útiles al
régimen totalitarista. Allí está la razón profunda que motiva a esta generación
heroica que escribe la nueva epopeya de la Patria, no como dice Maduro y sus secuaces
que los compran con un cachito de jamón o una empanada. Hay que ser bien
miserable y tarado para expresarse así de estos jóvenes, los cuales con su heroísmo
nos indican con claridad que Venezuela seguirá viva, libre, democrática y
próspera.
Su aparición en las calles con sus escudos de
cartón, con rebeldía natural, con entrega total nos lleva a pensar que en ellos renació la generación de la Independencia:
Bolívar, Sucre, los hermanos Salías, la entrega sin condición, ni desdobleces
de los Padres de la Patria nos dio la Independencia. Renació en esos muchachos
de hoy la generación del 28, la cual le tocó enfrentar sin armas, sin miedo con
el puro valor a los esbirros de la policía La Sagrada; jóvenes que fueron a dar
a las mazmorras del Castillo de Puerto Cabello, con grillos sesentones en sus
tobillos, a la cárcel de la Rotunda, donde la tortura era normal, a las
carreteras como esclavos con picos, palas, vestidos de rojo y encadenados,
haciendo caminos. Esa generación no se doblegó ante el dictador Juan V. Gómez y
nos dio el régimen de libertad, la elección libre, la democracia, la justica
social, el crecimiento próspero de una clase media que desapareció
En esa nueva generación, a la cual con justicia
muchos llaman Los Nuevos Libertadores, no se arrodilla, ni hay forma de
doblegarla, ni con la más brutal represión, ni con torturas, ni golpeándolos,
ni matándolos, es el ímpetu que desborda las miserias y bajezas de los cuerpos
represivos, de los colectivos del terror, de los cobardes uniformados, es estar
a la altura de un compromiso histórico.
No hay manera de traicionar a esta generación de
héroes, no puede un político sentarse en una mesa a negociar sin tomar en
cuenta las aspiraciones de libertad de esta generación, no puede atribuirse el
poder de interpretar ese sentimiento puro y olvidar la sangre derramada y el
dolor de hoy.
La lucha no
es solo para hacer un arreglo y que todo siga más o menos igual, la lucha es
por la exigencia de un nuevo país, abierto como nunca antes, convertido en
terreno de oportunidades, un país para vivir, no para sobrevivir o morir, donde
los hijos y los nietos puedan crecer sin miedo al Estado, ni miedo al hampa.
Esa es la
lucha y nosotros debemos entender que solo ellos marcan la diferencia de esta
lucha de Goliat y David, del bien y el mal. El régimen podrá buscar oxígeno en
los eternos zamuros de la política, de los aprovechadores, pero este movimiento
de rebeldía cívica, de rebelión constitucional tiene su motor principal en la generación
de los nuevos Libertadores Honor a nuestros héroes que nos darán con su entrega
y generosidad un nuevo país, más justo y libre.
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