La generación del 2017. Los nuevos héroes

       LA GENERACIÓN DE LOS NUEVOS LIBERTADORES.
 
Muerte de Girardot Cuadro de Cristóbal Rojas.
LA CONSTITUYENTE ES LA PARTIDA DE DEFUNCIÓN DE LA DICTADURA.
la lucha de hoy,

Fidel aplicó su receta en tres meses apoyado por el 80% de los cubanos. Chávez no pudo, el pueblo le dijo que NO. ¿Podrá Maduro con el 90% de los venezolanos en contra y con nueva generación de vanguardia que perdió todo el miedo?
Claro que NO.

El mundo los admira, los venezolanos estamos sorprendidos, el régimen jamás se lo esperó. UNA GENERACIÓN DE JÓVENES entregando todo lo que tienen, principalmente su vida, sus sueños y esperanzas por tener una Venezuela diferente a la que han conocido, en su mayoría nacieron bajo el régimen chavista, crecieron bajo la influencia ideológica del adoctrinamiento comunista pero no funcionó.

Los enemigos más acérrimos de este régimen son jóvenes casi niños, la generación que jamás tuvo la posibilidad de vivir la Venezuela de la prosperidad, del bienestar, del progreso. La generación que sufre con más dolor y pasión el robo de su patria, el secuestro de sus esperanzas, que han visto como su futuro se la entregan groseramente a los cubanos, como los sacrifican para transformarlos en servidores ciegos de un ideología totalitaria y castradora.

 Esa generación lucha por una libertad que no han conocido. ¿Cuál es la fuerza que los motiva a esa entrega total? Es un acicate que les mueve ante la posibilidad cierta que jamás bajo este régimen podrán cumplir sus sueños, que vivir bajo esta dictadura es no poder responder a sus necesidades particulares, es no poder tener una familia, una casa, una vida digna ganada con su trabajo o su emprendimiento. Es entender que, en   esta dictadura, ni su vida, ni su futuro importan solo tienen valen en la medida en que son útiles al régimen totalitarista. Allí está la razón profunda que motiva a esta generación heroica que escribe la nueva epopeya de la Patria, no como dice Maduro y sus secuaces que los compran con un cachito de jamón o una empanada. Hay que ser bien miserable y tarado para expresarse así de estos jóvenes, los cuales con su heroísmo nos indican con claridad que Venezuela seguirá viva, libre, democrática y próspera.

Su aparición en las calles con sus escudos de cartón, con rebeldía natural, con entrega total nos lleva a pensar que   en ellos renació la generación de la Independencia: Bolívar, Sucre, los hermanos Salías, la entrega sin condición, ni desdobleces de los Padres de la Patria nos dio la Independencia. Renació en esos muchachos de hoy la generación del 28, la cual le tocó enfrentar sin armas, sin miedo con el puro valor a los esbirros de la policía La Sagrada; jóvenes que fueron a dar a las mazmorras del Castillo de Puerto Cabello, con grillos sesentones en sus tobillos, a la cárcel de la Rotunda, donde la tortura era normal, a las carreteras como esclavos con picos, palas, vestidos de rojo y encadenados, haciendo caminos. Esa generación no se doblegó ante el dictador Juan V. Gómez y nos dio el régimen de libertad, la elección libre, la democracia, la justica social, el crecimiento próspero de una clase media que desapareció
En esa nueva generación, a la cual con justicia muchos llaman Los Nuevos Libertadores, no se arrodilla, ni hay forma de doblegarla, ni con la más brutal represión, ni con torturas, ni golpeándolos, ni matándolos, es el ímpetu que desborda las miserias y bajezas de los cuerpos represivos, de los colectivos del terror, de los cobardes uniformados, es estar a la altura de un compromiso histórico.
No hay manera de traicionar a esta generación de héroes, no puede un político sentarse en una mesa a negociar sin tomar en cuenta las aspiraciones de libertad de esta generación, no puede atribuirse el poder de interpretar ese sentimiento puro y olvidar la sangre derramada y el dolor de hoy.
 La lucha no es solo para hacer un arreglo y que todo siga más o menos igual, la lucha es por la exigencia de un nuevo país, abierto como nunca antes, convertido en terreno de oportunidades, un país para vivir, no para sobrevivir o morir, donde los hijos y los nietos puedan crecer sin miedo al Estado, ni miedo al hampa.

 Esa es la lucha y nosotros debemos entender que solo ellos marcan la diferencia de esta lucha de Goliat y David, del bien y el mal. El régimen podrá buscar oxígeno en los eternos zamuros de la política, de los aprovechadores, pero este movimiento de rebeldía cívica, de rebelión constitucional tiene su motor principal en la generación de los nuevos Libertadores Honor a nuestros héroes que nos darán con su entrega y generosidad un nuevo país, más justo y libre.



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