LA FE Y LA DETERMINACIÓN MARCAN LA DIFERENCIA
ENTRE LOS POSIBLE Y LO IMPOSIBLE.
Vamos a vencer al régimen con la estrategia del “Piquijuye”
No sucumbas a la desesperación,
hoy a pesar de todas las densas tinieblas estamos mejor para el cambio que hace
tres meses. No te entregues al pesimismo enfermizo de sobrevalorar una tiranía
agónica, el peor enemigo en esta hora no es un régimen que se cae solo, sino el
ánimo débil, el conformismo, el entreguismo de muchos, la docilidad en una hora
de rebeldía ciudadana, el no entender la naturaleza de la lucha.
El ejemplo lo dan miles y miles de venezolanos, millones que fueron
capaces de romper con el miedo, con la indiferencia, que están dispuestos a
soportar lo indecible, más allá de lo esperado, incluso por la dictadura y la MUD.
La jornada de estos 100 días, las batallas cívicas del 16 y el 19 de julio son
favorables a la causa de la libertad.
Cómo se produjo este milagro salvador, muy simple, esos millones de venezolanos
se aferraron a la VIDA con mayúscula, sintieron repulsión por las alternativas
que le ofrece el régimen: Sobrevivir como esclavos de una casta de vagabundos
que mantienen el poder o MORIR de hambre, de mengua, por falta de medicamentos
y atención hospitalaria, o ser asesinados por el hampa aliada de la tiranía.
Entre el sobrevivir como zombis o morir de inanición la mayoría de los
venezolanos opto por VIVIR,
VIVIR es un verbo que jamás ha
conjugado la tiranía, su consigna, que repiten con disfrute de necrófilos es
Patria o Muerte. El venezolano quiere vivir con decencia, comer como
corresponde, ver crecer a sus hijos en otro ambiente menos hostil a la vida, trabajar
con alegría y saber que sus ingresos le permiten vivir con calidad, una
Venezuela muy distinta a la que ofrece el tirano de Miraflores.
Eso tan simple es lo que quiere la mayoría de los venezolanos hoy, algo
que jamás le puede ofertar Maduro y su fracasado régimen cuyos logros están
reflejados en la devastación total de la nación más próspera de América Latina.
Ahora que perdieron el apoyo del
pueblo pretenden imponer un sistema de gobierno contrario a la voluntad de los
venezolanos, imponer una camisa de fuerza al espíritu de libertad del
venezolano. Eso es imposible, no hay tiranía que pueda mantenerse solo por la
fuerza, no hay suficientes G.N, ni policías, ni milicianos, ni colectivos, ni ejército,
ni pranes, ni malandros que puedan cambiar el rumbo de nuestra nación. Se la
han robado, la han secuestrado, pero no la podrán conservar eternamente como pretenden
con la Constituyente. Así la aprueben con una farsa de pacotilla electoral.
Los venezolanos hoy todos estamos llamados a la heroicidad, a las
acciones que jamás hubiesen pasado por nuestra mente, la dinámica de esta
guerra absurda , de esta tragedia inmerecida
mueve nuestras fibras , con la estrategia del Zancudo llanero que llaman “Piquijuye”
el venezolano enfrenta al poderoso ejército hoy transformado en guarida de
mercenarios , lucha contra todo el poder
de un Estado corrupto, inescrupuloso, asesino, enfrentamos a sus asesores cubanos, rusos, árabes, a la
guerrillas colombianas a la izquierda putrefacta y albañalera del mundo
Ese es el tamaño del compromiso que tenemos para logar, la libertad y
vivir en democracia, el mundo entero sabe de nuestra lucha, nos apoya, aborrece
la tiranía, pero el apoyo es moral, solo nosotros, sin armas como el “piquijuye”
enfrentamos a la tiranía y la vamos a vencer.
Solo necesitamos que un sector de
la población venezolana termine de entender que esto es una guerra, muy
desigual, pero una guerra y que trancar una calle, una autopista es la única
arma que se tiene para enfrentar la dictadura armada y criminal , si eso les molesta porque mueve su zona de confort, deben saber que
Venezuela mientras siga mal gobernada
por esta pandilla, nadie, por más dinero que tenga puede llevar una vida con
normalidad, ni decencia y que esta lucha de los héroes del asfalto es también
por usted, por sus hijos, por la defensa de sus propiedades, por su dignidad
mil veces pisoteada por el abuso, la prepotencia y la brutalidad de unos zánganos
armados.
Recuerda siempre que Dios está con nosotros en esta lucha, que es
nuestro aliado, Él está allí como consuelo y estímulo en esta hora aciaga, es
nuestro fiel amigo para el consuelo, pero también para la FE, para renovar
nuestras motivaciones de vida, para acortar dudas, para vencer el pesimismo
para alargar las esperanzas. Dios es todo en estos duros momentos en que
aparentemente estamos abandonados de su mano poderosa. No es así, seamos gente
de FE, que no es conformismo.
Es hora de creer, si somos
capaces de vencer a estos genocidas, es hora de preservar la lucha inteligente,
sin exponerse, como el piquijuye, que puede matar a un toro con pequeña picada,
pero en masa, miles, millones. Hay que caminar hacia el futuro y los únicos límites
somos nosotros mismos si no actuamos como corresponde por comodidad o cobardía.
Solo la FE y la determinación
marcan la diferencia entre lo posible y lo imposible y aunque para muchos es
imposible que un zancudo pueda vencer un león, la experiencia de la vida nos
dice lo contrario y vamos a vencer.
PIQUIJUYE
Con este nombre se identifica a un diminuto insecto cuya picadura causa molestia y dado su tamaño rapidez en el vuelo es muy difícil de detectar .
Domingo,
Julio 23, 2017
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