LA BATALLA DE LA AUTOPISTA

LA BATALLA DE LA AUTOPISTA LA GANA NUESTRA JUVENTUD CON EL PODER DE LOS CELULARES.


Maduro se equivoca, sus armas, su represión, su dictadura, su crueldad, responde a un mundo que desapareció, la “Batalla de la autopista”, la lucha del asfalto es hoy la guerra de la opinión pública.

Ya no funciona aquel principio gramsciano que aplicó en Venezuela Izarrita: ”LA VERDAD NO EXISTE, SOLO EXISTE LA PERCEPCIÓN Y SI LA PUEDE MANEJAR ERES DUEÑO DE LA VERDAD” La famosa “hegemonía comunicacional” el monopolio absoluto de los medios, de la opinión y de la verdad. Eso ya no funciona, cualquier ciudadano, especialmente la generación digital, la que se quema el pecho, traga humo y pone vidas, puede grabar y en el mismo momento, transmitir a los medios del mundo entero, todo lo que ocurre en la batalla, sin maquillaje, sin montaje, sin laboratorios, esa es la verdad y solo la verdad y todo el mundo la ve y se forma su opinión. Todo eso se hace no con bombas, ni con ametralladoras, ni con malandros armados, eso se hace con un CELULAR CON CÁMARA. Ese mundo tecnológico que manejan los muchachos, como parte vital de su existencia. Ellos son esa generación y Maduro se quedó en el siglo XIX, estancado creyendo que puede seguir en el poder aplicando métodos de la Gestapo, de la KGB rusa o del G2 cubano.

Se equivoca Maduro, se equivoca su Estado Mayor General, los soles de la indignidad, aplicando estrategias zamoranas de la Guerra Federal, el año 1859 está muy lejos para ser un modelo útil en el mundo globalizado, pretender revivir a un Froilán Espinoza, un guerrillero zamorano cuyo lema era degollar a todo aquel que supiera leer y escribir, porque un “leído” era peligroso. Eso lo mismo que hacen los G.N al asesinar a un violinista, a un poeta, a un deportista, a un periodista, a un estudiante, o un trabajador porque es alguien que piensa diferente al régimen y eso significa que es peligroso y debe ser exterminado. Eso es el Plan Zamora, ni más ni menos aplicado con 150 años de atraso. Aunque su nombre debería ser Froilán Espinoza.
La “Batalla de la autopista” la está ganado nuestra juventud, nuestros muchachos con el arma más poderosa del siglo XXI: UN CELULAR.




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