MADURO ES INEPTO PARA LO BUENO Y GERENTE EXPERTO
DE LA VIOLENCIA Y LA MUERTE.
La formación de los personeros de la dictadura es la violencia pura, se
formaron en Cuba para matar, eso que ellos llaman lucha de clases. Sus
postgrados no son en economía, administración o política sino en MATAZÓN, en
odio. Sembradores del miedo y el terror.
La carrera armamentista del régimen venezolano indica una preparación
premeditada para un conflicto armado de crecimiento exponencial. Han demostrado
ser muy malos administradores, negligentes, ladrones e ineptos para lo bueno,
pero gerentes expertos en el mundo de la violencia y la destrucción, han hecho
de la violencia y del odio el centro motivador de su política. Su objetivo
jamás ha sido el progreso y la prosperidad de Venezuela, su razón de ser es el
espiral de la violencia gradual, sistémica, destructiva, utilizando al
delincuente como instrumento de presión para obligar a gran número de
venezolanos a huir del país para salvar su vida.
La actitud de empoderamiento de la delincuencia ha permeado a todos los
componentes policiales y militares hasta llegar a donde no hay diferencias entre
un malandro psicópata y un uniformado que representa la ley. Este es un sistema
perverso, impuesto en la relación entre el ciudadano y el Estado,
quien no ve en las autoridades protección y seguridad, sino asesinos,
atracadores peores que los delincuentes sin uniforme.
La violencia esta desbocada en Venezuela desde hace mucho tiempo.
Sabemos que muere un venezolano cada tres horas, unos 24.000 al año, de forma
violenta e injustificada. Cinco veces más muertes que hace quince años. Vivimos
un estado de guerra no declarada. Los niveles de escalamiento de la violencia
han llegado a niveles inaguantables, hasta llegar a ocupar el primer lugar en
el mundo por muertes violenta.
Toda la institucionalidad de la República se desmoronó, ese espacio lo
ocupa la violencia, luego todo ha sido un preparase para este momento del enfrentamiento
final entre la democracia, la libertad y la decencia, contra el malandraje de
todo tipo, la lucha entre la gente de trabajo, los padres de familia, los
estudiantes contra los delincuentes con todo el poder y las armas del Estado. Eso
es lo que estamos viviendo hoy. Qué le puede importar a Maduro y sus
delincuentes 47 muchachos muertos por la violencia y la crueldad de la G.N y
los colectivos armados. Su ambiente es la violencia y la muerte, son como las
aves de rapiña. No los conmueve la muerte al contrario ese es su oxígeno.
Los venezolanos vivimos en un
espiral de violencia auspiciado por el Gobierno desde 1999.
Es aterrador comprobar que las autoridades reprimen brutalmente, sin
razón provocando al pueblo, matan selectivamente para aumentar el tono del
conflicto, saquean, roban, asaltan comercios para aterrorizar y premiar a sus
vanguardias.
Estamos inmersos
en una guerra asimétrica un
conflicto violento en el que se constata una abismal diferencia cuantitativa y
cualitativa entre los recursos militares, políticos y mediáticos de la
dictadura y las banderas y escudos de la oposición, por ahora estamos en la
fase de movilización social y super represión, el régimen presiona para que el
pueblo pase a la violencia declarada por justa ira, terreno donde ellos tienen
todo para ganar. Poco a poco y presionando el pueblo pasa a la fase de la
desobediencia civil al desconocimiento de la dictadura (Caso de la constituyente)
y de continuar la escalada de violencia militar y paramilitar, el pueblo y sus dirigentes
se pasarán a la autodefensa aplicando métodos que todos conocemos para ingresar
a una guerra de desgaste y terminar en el sueño de Maduro y sus gorilas una
guerra civil, otra Siria, Eritrea, Etiopía, o un Egipto
Ojalá que la espiral de violencia
se pueda frenar, es como una Caja de Pandora, una vez que se abre nadie sabe
hasta dónde se puede llegar. Maduro y los militares se sienten bien en ese
ambiente, no hay razonamientos que les hagan desistir de sus objetivos genocidas,
se siente armado, solo las fisuras existentes en las FF. AA pueden cambiar la
correlación de fuerzas o una presión muy seria de tipo internacional. La
diplomacia ya no funciona, quemaron las naves. Por ahora solo queda seguir la
lucha, la
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