LA DESESPERACIÓN Y EL OPTIMISMO SON DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA.
La percepción de la historia nos indica que ya el régimen
militarista del Madurismo llega al límite de la ruptura final, pero al mismo
tiempo siente uno la impaciencia y el profundo dolor de ver como una bestia
feroz comete cualquier crimen con tal de lograr un poco más de tiempo en su agonía.
El impacto de esta dura realidad es brutal y por momentos nos hace dudar y ver
al régimen muy fuerte, cuando en realidad está más débil que nunca. La batalla
de hoy, no es con armas, ni con bombas, ni con camiones de agua, es el manejo
de la opinión pública y allí están derrotados, pero nosotros a veces solo vemos
el poder de la brutal represión y nos sentimos muy mal y es lógico al ver tantas
muertes innecesarias, tantos héroes, tanto coraje y nos preguntamos hasta dónde
y hasta cuándo puede resistir nuestro pueblo y hasta dónde puede llegar la
maldad de un régimen contra su pueblo sin que los operadores de la violencia se
quiebren.
El potencial propagandístico de la dictadura, la llamada
hegemonía comunicacional ya no funciona como factor de siembra del desaliento y
la desmoralización, ya no basta copar los espacios televisivos, radio-eléctricos
e impresos con 24 horas de propaganda y desinformación, eso solo funciona para
una minoría cada vez más reducida de venezolanos que perdieron la condición
humana del cuestionamiento y la duda. Ahora los medios digitales, las redes y
el internet se han convertido en la fuerza de liberación y unificación de la
rebelión cívica, Si bien es cierto que hay un alto porcentaje de venezolanos
que no tienen acceso directo a internet, son estos medios los que están dominando
y fijando la opinión pública nacional e internacional. Eso en el mundo actual
es fundamental. No es el canal 8, ni Telesur, ni la prensa oficial, ni la
oficialista arrodillada las que fijan los parámetros de los acontecimientos,
así se empeñen en presentar mentiras como verdades. Las tomas hechas por
cualquier ciudadano con celular los desmienten en el mismo momento en que
ocurren. Solo queda el sabor del cinismo y descaro. Esta batalla, que ellos
mismos llaman de quinta generación, la tienen perdida desde el mismo momento en
que se inició la Rebelión Cívica. Todo el mundo sabe perfectamente quienes son
los violentos, los criminales, cuáles son los grupos que atacan a la ciudadanía
a mansalva, saquean, queman y disparan a
los apartamentos, se ve en videos a los que queman autobuses chatarras, quienes
son los que matan, los que son capaces de cualquier desafuero para
desprestigiar a la oposición. Es cierto que esta locura colectiva, en esta guerra,
algunos cometen excesos en contra de policías infiltrados, eso no se puede
justificar. Por ahora usan los montajes,
los trucos de video. Cualquier cosa puede pasar en medio de este caos.
Pero solo hay una cosa segura esta guerra de quinta generación
la está ganado el pueblo venezolano contra un régimen tiránico, armado hasta
los dientes, sin ningún escrúpulo, dirigido por una banda de forajidos. La está
ganado el pueblo con el arma del futuro UN CELULAR Y LAS REDES.
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