VENEZUELA VIVE LA DECADENCIA DE UN CÍRCULO MISERABLE. (Estado
Fallido).
Somos uno de los países más violentos del mundo y
ahora por razones económicas estamos exportando malandros y mal vivientes,
muchos de ellos salen de la cárcel premiados con viaje a Colombia, a Ecuador, a
Perù o cualquier otro país que acoja a los desplazados venezolanos.
Ya hay una anti-cultura del malandraje que permea la sociedad, se han
legitimado, son parte importante de la hegemonía política del régimen del siglo
XXI, SON UNA CLASE PRIVILEGIADA.
Uno de los efectos más destructivos de
toda esta amalgama del pranato con el régimen
es el aumento exponencial del porte ilícito de armas, que pasó de 700
mil en el año 2000 a casi cinco millones en 2010 y, hoy en día, 10 años
después, se afirma que la cifra supera los 10 millones. Se desarmó al ciudadano
y se armò al malandraje. (EMPODERAR AL HAMPA CONTRA EL CIUDADANO)
El “progreso socialista del siglo XXI” en Venezuela
se puede medir con índices de barbarie: Pasamos de la arepa al mango, del mango
a la bolsa de basura y de la bolsa de basura al caos total.Del caos total al crimen del poder contra el pueblo.
La revolución del caos está armada contra su pueblo.
La revolución del caos está armada contra su pueblo.
Venezuela llevó
el asistencialismo a el nivel de una sociedad fracasada que tiene que recurrir
a la limosna de una caja de comida importada, con una ganancia de más del 3000%
para los militares importadores de esos alimentos. Esas cajas distribuidas por
primitivos entes colectivistas llamados CLAP tienen como finalidad inhibir la
protesta social ante la imposibilidad de ofrecerle a los venezolanos trabajos
que generen los ingresos suficientes para cubrir la canasta familiar que ya
está en el orden de 500 dòlares y salario mìnimo se encoge todos los dìas, aunque se decreta un aumento bimensual. Estas
políticas destructivas han llevado a la sociedad venezolana a socializar lo
único que han sido capaces de producir: La Pobreza, la miseria y la corrupción.
Venezuela poco
a poco ha desarrollado una cultura del encanallamiento, donde la estupidez se
confunde con la virtud, donde el individuo tiene, aunque no
quiera, que someterse a la trituradora ideológica del socialismo del siglo XXI,
se sobrevive en un desamparo total. Solo hay Estado para el abuso y para reprimir a los opositores, ya se llega al extremo de bañar de orines y excrementos a los maestros que solo solicitan un trato digno del Estado, un salario que les permita vivir. Eso los hacen los colectivos en el dìa del maestro, ese es el regalo del règimen.
Venezuela ha
entrado en la lista negra de las sociedades fracasadas porque crea cada día más
problemas a su población que los que le resuelve, porque el gobierno se
empeñó en destruir el capital
comunitario que costó varias generaciones, porque envilece a la población haciéndola
dependiente de limosnas que se otorgan
como premio a la fidelidad. Todos los índices indican que Venezuela va
directamente a su desaparición: PNB en caída, mayor inflación del Universo, la
mayor devaluación monetaria, la mayor escasez de productos alimenticios, de
medicinas, el mayor índice de criminalidad, miseria atroz, crisis humanitaria,
éxodo y desplazamiento poblacional, dominio del Estado por parte de mafias de
narcos, servicios públicos deficientes, bajo nivel educativo y ausencia de
justicia.
La justicia en
Venezuela no existe. Basta ver un noticiero para terminar deprimido por el
cúmulo de delitos que se cometen diariamente y ver como los jueces liberan a
los delincuentes con los más banales argumentos, se le otorgan beneficios
vacacionales a los “PRANES”, se condena a inocentes, se ordena la libertad de ciudadanos y el Sabin, por órdenes superiores
no acata el mandato judicial y los mantienen secuestrados, violando todas las
leyes y derechos.Hay miles de ejecuciones extrajudicial, justificándose como enfrentamiento. Esto ocurre cuando los malandros actuan por la libre sin autorizaciòn del règimen.
Es una justicia
entregada, dominada y al servicio de un partido político, el cual ejerce la más
cruel tiranía para mantener el poder.
EL GOBIERNO (règimen) mantiene desde 1999 una alianza tácita y perversa con los delincuentes, con el
único fin de mantener aterrorizada a la población y obligar, a millones de
venezolanos, a escaparse a cualquier parte del mundo para salvar la vida. Esa
impunidad planificada es uno de los principales factores del aumento brutal de
la criminalidad en Venezuela. Los delincuentes saben que serán liberados
rápidamente, si colocan una camisa roja y se declaran revolucionarios, no le
aplican las leyes, les entregan armas, motos, les pagan y les permiten
delinquir libremente extorsionando comercios, expropiando, robando,
secuestrando y aterrorizando a los opositores que no tienen forma de oponerse a
estas bandas de criminales, es una tragedia inducida para ejercer el control de
la sociedad. Para colmo de males las altas esferas del gobierno son reconocidas
y condenadas internacionalmente como narcotraficantes que usan el poder para
traficar estupefacientes. En síntesis, un maridaje del poder político, poder
mafioso y poder “malandro” acaban con Venezuela.
La Venezuela democràtica no solo tiene que enfrentar el poder del Estado, representado por
todos los organismos policiales y militares, jueces, fiscales, C.N.E. el T.S.J. carceleros y similares, sino también
que dedicar esfuerzo para enfrentar a un “malandraje” de la peor ralea psicópatas
y sociópatas empoderados, disfrazados
de colectivos sociales que ejercen autoridad delegada en edificios,
barrios, urbanizaciones, pueblos y ciudades. No hay en Venezuela ninguna razón
disuasiva para que un joven no aspire a ser un neo-delincuente respetado por su
comunidad, apoyado por el Estado y libre de castigos, con todas prerrogativas
que le son otorgadas por el gobierno, con el único fin de mantener a la
sociedad venezolana aterrorizada y dominada por ellos.
Cuando en un
país la justicia llega a estos niveles de envilecimiento, la corrupción es el
escudo y la criminalidad la bandera y el “perreo” es el himno, no podemos hablar de democracia, es
imposible que ese sistema político de vida en sociedad pueda marchar de brazos con el delito “institucionalizado”
y al encanallamiento social. Somos hoy un
“Estado Fallido”, sin viabilidad, sin futuro. Y lo más grave que la solución a estos
problemas vitales, no se vislumbra, estamos entrampados en un círculo de
miserable.
De seguir como estamos hoy, seremos un futuro
un país fantasma, como aquellos pueblos mineros que vivieron su bonanza y hoy
solo queda de ellos las ruinas y un recuerdo.
( Por lo
general, un Estado fallido se caracteriza por un fracaso social, político, y
económico, caracterizándose por tener un gobierno tan débil o ineficaz, que
tiene poco control sobre vastas regiones de su territorio, no provee ni puede
proveer servicios básicos, presenta altos niveles de corrupción y de criminalidad,
refugiados y desplazados, así como una marcada degradación económica.)1)
¿Cómo podremos
salir de este círculo miserable?
Resistiendo, resistiendo
y resistiendo.Organizaciòn, unidad y decencia polìtica.
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