DON RAMÓN ESPINOZA EJEMPLO DE VIDA PARA LA NUEVAS GENERACIONES.

                     Don Ramón Espinoza.




                Ejemplo de vida para las nuevas generaciones.

Hay que poner de nuevo de moda el trabajo, la honestidad y
 ahorro para reconstruir a Venezuela.

Un cueño que nació en Ocumare del Tuy el 20 de septiembre de 1929. Llegó a Cúa muy joven en aquellos años en que el trabajo era la escuela y el liceo, bajo la rígida tutela de su padrino Don Pablo Sierra se inició como aprendiz del oficio de comerciante en aquel viejo negocio de la calle Florida, el cual fue a finales del siglo XIX de los Hedrich, alemanes que se vincularon a Cúa con haciendas negocios y leyendas.


Don Ramón se fue a Caracas  a trabajar de dependiente de una famoso negocio ubicado en la urbanización El Silencio de Caracas conocido como La Gran Botella, allí adquiere experiencia, con el pasar del tiempo siente la nostalgia del pueblo y regresa a Cúa, se inicia con un pequeño negocio de venta de repuestos de bicicleta, el cual estaba ubicado en la esquina de las Poleo, (Cruce de la calle José María Carreño con San Rafael). Un veterano comerciante cueño Don Blas Santaella lo convence para que compre su acreditado negocio, pero Don Ramón no tenía cómo y Don Blas en esos gestos que ennoblecen la cueñidad le dio todas las facilidades para que se quedara con su negocio. Don Ramón inspiraba confianza por su capacidad de trabajo, su voluntad, Don Blas lo intuyó y le dio la oportunidad que supo aprovechar el nuevo comerciante.
Don Ramón Espinoza con tesonero trabajo de años progresó y le pudo comprar la casa donde funcionaba la bodega a Ramoncito Acosta Monasterios, con el tiempo edificó unos nuevos locales, donde hoy están los chinos. Todo producto del esfuerzo y el trabajo tesonero, en una Venezuela de oportunidades, como fue nuestro país hasta hace pocos años.
Deyanira, Doña Cruz y Don Ramón 1959

 A Don Ramón le llegó la hora de formar familia y a finales de los años 40 se encontró la mujer de su vida, se casó con Doña Crucita Morales (fallecida) y formaron una familia ejemplar en todos los aspectos integrada por Deyanira, Ramoncito y Dahyana, cada uno a su vez con familia, hijos y nietos. Un núcleo familiar hermoso, como deben ser las familias. Insistimos mucho en la familia, porque Venezuela padece entre muchas carencias y problemas la disolución del núcleo familiar y es allí donde está la raíz de todos los males, sin familia bien constituida no hay nación, no hay patria.

Nosotros como sus vecinos de toda una vida, queremos en este día rendir con este testimonio un pequeñito homenaje a Don Ramón Espinoza, especialmente en una sociedad en crisis donde los valores tradicionales están en riesgo de evaporarse, Don Ramón Espinoza es quizás con Don Natalio Maurell los dos últimos testigos de una época muy distinta a la de hoy, donde la honradez, el trabajo y el ahorro eran virtudes, donde todo el esfuerzo de la vida tenía como objetivo supremo la felicidad de la  familia, Hoy Don Ramón al cumplir esa larga data en años siente la gran satisfacción del deber cumplido, al ver a sus hijos seguir su ejemplo y constituir nuevas familias, a ver  sus nietos y bisnietos  debe sentir conjuntamente con Doña Cruz la más grande alegría , el haber sembrado y cosechado en virtudes con lo más valioso que hay en la vida: La Familia.

Don Ramón en su cumpleaños reciba de nosotros sus viejos y grandes amigos los mejores deseos de salud y bienestar para usted, Doña Crucita,(Recientemente fallecida) sus hijos y nietos Un fuerte abrazo en su cumpleaños y hoy levantamos una copa de vino para brindar por su salud y larga vida.

Comentarios