PARA GOZAR DE LA FELICIDAD QUE PREGONA EL CHAVISMO HAY QUE RENUNCIAR A LA LIBERTAD.

 

                    YA NO HAY DEMOCRACIA.




No es necesario argumentar mucho para llegar a la conclusión que en Venezuela ya no hay democracia. La máxima felicidad pregonada por el chavismo, tiene como requisito fundamental la renuncia a la democracia y la congelación de la libertad. El rentismo socialista fracaso en su propuesta de un paraíso de igualdad, donde todos los habitantes del país vivan sin egoísmo, sin propiedad privada, sin salario decente, sin oportunidades de prosperidad.

 Una sociedad sin productividad, donde todos viven de las dádivas y los bonos que otorga el régimen. Una sociedad deshumanizada donde el trabajo no es necesario, ya que medio de vida lo otorga la lealtad a la revolución, mediante el carnet de la patria.

 Ahora el régimen ha llegado a una etapa cruel del totalitarismo donde se pretende prescindir del país, pensar con autonomía es un grave delito, solo se necesita un gran rebaño, no inmunizado contra el Covid-19, sino aleccionado en la colaboración del mantenimiento del orden paralelo establecido por la revolución.

 No hay un camino claro, ni expedito para volver a la democracia, todo lo que hace, incluso los procesos electorales están programados para mantener el régimen en el poder. No hay una vía que conduzca a un cambio, se hacen elecciones bajo un nuevo esquema de reconocimiento de los actores que ganen, si es que los dejan ganar, pero esas elecciones no ponen en peligro la estabilidad del régimen, la contrario, en la medida en que más grupos participen, más legitimidad se le otorga el régimen. Incluso le pueden suspender las sanciones Lo cierto es que los participantes en el sarao electoral no están interesados en un cambio profundo, se conforman con unos “pellejos” de poder. Lo cual no significa retorno a la vida democrática.

 Así como no hay democracia, ni las venideras elecciones sirven para algo, hay que tener claro que no hay un mínimo de institucionalidad republicana, No hay garantías, ni respeto por los DD. HH, No hay justicia, ni hay Fiscalía del Ministerio Público, no hay división de los poderes. Todo es una mescolanza de títeres al servicio de una sola causa que llaman revolución. Las FF: AA solo se ocupan de hacer política, llenar las faldiqueras de dólares y servir de sostén al régimen.

 En general el pueblo, la ciudadanía perdió la poca cultura que había de la vida en democracia, solo entre minorías y élites existe una valoración de la vida en libertad, no hay ni sombras de aquel espíritu de libertad que se desarrolló después del 23 de enero de 1958. Los mismos políticos durante las últimas décadas del siglo XX, solo se dedicaron hacer política y negocios. El desencanto se convirtió en terreno abonado para la llegada del chavismo Esa combinación nefasta del militarismo, con el dogmatismo de una secta fanática de bolivarianismo, con un baño de comunismo al estilo cubano y la presencia de un líder carismático que “encantó” a todo el mundo. Todos se entregaron y toleraron lo que implicaba la demolición de la institucionalidad. Universitarios, trabajadores, gente preparada y gente sin preparación, no se percataron que esa entrega significaba la peor alienación en la entrega de la condición de ciudadanía que había costado 50 años de cultura democrática.

 La única verdad que muchos de los alienados no quieren ver que lo único que socializó Chávez fue la corrupción, a cambio de apoyo, empezó con sus colegas militares y su Plan Bolívar 2000. Así fue corrompiendo todos los estratos de la sociedad, incluidos muchos dirigentes y partidos opositores, Corrompió mediante una cooptación bondadosa al hampa, entregándoles las zonas de paz para que actuaran con libertad e impunidad, a cambio de apoyo. Entregó dólares preferenciales, se organizó un batallón de raspa cupos, se otorgaron millones en créditos, se inventaron cooperativas, se expropió la base de la empresa productiva nacional. Se destruyó la primera empresa nacional generadora de divisas PDVSA.

 Los partidos tradicionales terminaron desgastados y también cooptados, divididos y los dirigentes peligrosos para el régimen presos, inhabilitados y en el exilio.

 En definitiva, la democracia es una cultura que ni siquiera los partidos opositores practican, hay dirigentes con cargos políticos que tienen más de 20 años en el desempeño y siguen en su semi-dictadura política y sin abrir espacios de renovación, es imposible hablar de renovación democrática si los mismos dirigentes que se autocalifican como demócratas observan las formalidades de la vida política en democracia.

 Hay que tener muy claro que la lucha política en Venezuela tiene que ser para restaurar la vida democrática perdida hace algunos años. No es una cuestión de imponer ideas por la fuerza, solo que la vuelta a la democracia exige algo más que unas elecciones, hay que lograr que una dictadura esté dispuesta a primero a hacer unas elecciones libres, transparentes, sin trampas, sin ventajismos. Que acepten de verdad unos resultados adversos, pero eso indica una paradoja, pues solo una democracia permite la alternabilidad el poder, jamás una dictadura, a menos que esté obligada por la fuerza aceptaría unas elecciones verdaderamente libres. Allí está el grave problema, ¿Cuál es la presión que les puede obligar? No se nota en el ambiente.

 Si se lograra una unidad de acción alrededor de una candidatura realmente opositora, si se lograran los cambios urgentes del registro electoral, de los centros de votación, si se liberan los presos políticos y se permite la participación de los partidos y de los  inhabilitados, se podría motivar al pueblo para una participación masiva que pueda vencer a los totalitarios, los cuales  no deben estar en condiciones de ejercer su ventajismo, su chantaje y sus trampas que invalidan cualquier proceso electoral.

  NOTA: La democracia puede ser entendida como una doctrina política y una forma de organización social. Entre muchas de sus características, podemos mencionar las siguientes:

  • Respeto por los derechos humanos consagrados por la Organización de las Nacionales Unidas;
  • Libertad individual;
  • Libertad para la asociación y beligerancia política;
  • Presencia de múltiples partidos políticos;
  • Distribución del poder en diferentes actores sociales;
  • Sufragio universal, libre y secreto;
  • Representatividad;
  • Alternancia en el poder;
  • Libertad de prensa y opinión;
  • Igualdad ante la ley;
  • Limitación del poder de los gobernantes;

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