EL CAMINO DEL
INFIERNO.
La esperanza
no es el llegar, la esperanza es el caminar. Siempre hacia adelante.
Lo peor que le
puede ocurrir a una nación es que de tanta inmovilidad se retroceda hasta el
primitivismo, alejado de cualquier vestigio de civilización.
Las confrontaciones estériles, durante 22 se
carcomieron la cohesión social. Siempre nos caracterizamos por tener un
sustrato cultural e institucional muy endeble, donde la coexistencia no pasó de
ser una ilusión. Los prejuicios de la colonia, la estratificación social por el
color de la piel, siempre se quedaron en el inconsciente colectivo y el fondo había
un profundo resentimiento que fue explotado con minuciosidad por el chavismo.
Hoy nuestra nación es un hervidero de resentimientos, de odios, de brechas y
divisiones, no solo desde el punto de vista político, sino en la misma base
social. La ausencia de cohesión social
hace inviable el progreso de la nación. El ambiente se ha intoxicado y siempre
se está al borde de un estallido. La más urgente labor pedagógica es restituir
el tejido social y darle cohesión.
Lo que ha logrado unanimidad en todos los
sectores de la vida nacional es la participación por acción u omisión en el
andamiaje que ha creado el régimen para permear la corrupción desde las más
altas esferas de la vida nacional hasta el más humilde barrio. Hoy la corrupción
es una alternativa de supervivencia frente a los miserables ingresos que recibe
el venezolano. Una sociedad
desmoralizada por la corrupción tampoco es viable. Lo que vemos es patético, se
buscan dólares como sea. Eso no significa que no haya gente honesta haciendo lo
correcto, pero lastimosamente se reduce cada día. El ambiente está hecho para
fomentar la vagabundería. La compleja situación se convierte en un problema
cultural, también por resolver. La democracia es todavía un largo camino, no
estamos seguros si tenemos los gobiernos que merecemos o todo es consecuencia
de nuestra condición humana.
Desde luego el
problema es complejo, pero lo más grave es que todavía no damos el primer paso
por el camino correcto.
: “El mal no se hace por
el mal en sí mismo, sino por el bien que se pretende hacer si no es bien
concebido”. Un gobierno se mide, no por sus intenciones, sino por sus
resultados. Bien se dice. El camino del infierno está lleno de buenas intenciones”
De eso los venezolanos podemos dar clases magistrales.
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