La política y los políticos están tan desprestigiados.

 

ENTRE LOS INTERESES Y LOS PRINCIPIOS.



Es tal la ausencia de horizonte político en sectores de oposición que su resistencia a la dictadura termina en una vergonzante claudicación que termina vaciándolo de contenido.  Terminan como un cascaron vacío.  


                                                                                      Lord Palmerston

Fue Lord Palmerston quién por primera vez acuñó la frase «Las naciones no tienen amigos ni enemigos permanentes, solo intereses permanentes». Más tarde, el General Charles de Gaulle dijo algo parecido. Por ello, muchos desconsideran a la diplomacia, por no estar encaminada al bien común y al respeto de los altos principios de la humanidad.


 Por esta razón naciones como Cuba o China o Corea del Norte forman parte del Consejo para de Defensa de los Derechos Humanos de la ONU. Conocido por todos es que esos países son los primeros violadores de DD. HH en el mundo.  Qué defienden en ese organismo internacional, sus intereses.

 Es lamentable que esta expresión de “cinismo político” sea la inspiración de muchos de nuestros líderes, los cuales parece más inspirados en sus “presuntos” intereses que en los principios y la ética.

 La respuesta justificándose es siempre la misma: “La política es cambiante”. Ciertamente que las circunstancias cambian, pero los principios son eternos. La honradez no es circunstancial es un valor permanente que no se puede estirar, ni encoger al antojo. El corrupto no nace, se hace con la vida.



 La coherencia en la política debe ser permanente para poder gozar de credibilidad, ese es el capital más importante de quien ejerce el oficio de la política. Las veletas se mueven con el cambio del viento, fijan sus acciones de acuerdo a la última encuesta. La demagogia y el populismo nos viene de muy lejos y al político siempre le gusta ser simpático y complacer el gusto de su clientela. Quizás el ejemplo más contundente al apego a los principios fue Sir Winston Churchill durante la Segunda Guerra Mundial, quien en momento crítico y trágico le dijo al pueblo inglés que solo le podía ofrecer “sangre, sudor y lágrimas”, Una oferta nada atractiva, mientras otros trataban de llevar adelante un pacto de coexistencia con Hitler. La historia implacable terminó dándole la razón a Churchill

 La anécdota viene al caso pues en nuestro país, con honrosas excepciones como María Corina Machado, la clase política metió en el congelador los principios y solo se manejan de acuerdo a sus intereses grupales, individuales y circunstanciales.

Por ejemplo: La participación en las elecciones regionales puede ser muy importante para las aspiraciones (pueden ser legitimas) de algunos políticos, pero no son la solución real y necesaria al problema venezolano, porque no hay un cambio de rumbo, no hay alternabilidad en el poder dictatorial y hegemónico de Miraflores. El espejismo está en creer que un triunfo parcial en algunas gobernaciones o alcaldías va cambiar en algo las políticas radicales, socialistas y destructivas del régimen. Ni siquiera dan una señal de buena voluntad liberando a los 380 presos políticos y de conciencia Son quimeras que pretenden desconocer la esencia maligna del régimen que ya tiene 22 años en Venezuela.

 No es cuestión de oportunismo, aprovechar porque el régimen abrió una pequeña rendija de luz o como dijo un nuevo representante opositor en el CNE. “Solo se puede hacer hoy unas elecciones medianamente transparentes “. El problema es, cómo participar en esas elecciones donde lo mediano, lo insignificante desde le punto d vista cualitativo y cuantitativo puede ser lo que pese y lo transparente se convierta en oscuridad total. Es una cuestión de pender de la suerte o de la voluntad de quienes contralan al CNE. Eso es no ser consecuente con los principios y es como lanzarse a un rio crecido con las manos y los a pies amarrados y con un peso atado al cuello, las posibilidades de terminar ahogado son muy altas. Pero el interés personal ciega y el deseo de ser alcalde o gobernador pesa más que la necesidad de sacar del poder a Maduro.

 Alguno puede decir que con principios no se puede llegar al poder. Claro que hipotecando o congelando los principios se puede llegar al poder, pero una vez que se abre la Caja de Pandora no hay manera de cerrarla. Por allí andan los cadáveres políticos de los llamados alacranes, de un Claudio, de un Falcón, de un Zambrano, de tantos que se han entregado al régimen y solo terminan apestando, dando lástima, aunque tengan la cartera llena.

 Los principios deben mover a los políticos, ser coherentes y consecuentes, esos valores ya soy muy escasos, hoy se impone el pragmatismo de los intereses que terminan siendo crematísticos. Por eso la política y los políticos están tan desprestigiados.

 

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