Una
frase de Mario Moreno “Cantinflas”: “El problema no son los ricos, son
los pobres; hay que acabar con la pobreza y no con la riqueza”.
. "La riqueza no es una torta y como tal no hay que repartirla".
¿Dónde están los alimentos que decían tener para alimentar cinco países?
En 1899, en el momento histórico de la llamada Revolución Restauradora,
encabezada por los generales tachirenses Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez,
la llegada al poder de la hegemonía andina al poder, Venezuela era un país muy
pobre, las guerras y guerrillas de caudillos dezmaron la economía agrícola y
pecuaria; el 95 % de la población venezolana vivía en condiciones de pobreza,
sin llegar al estado de miseria y necesidad que se vive hoy. La aparición de la
renta petrolera y los cambios socio económicos que se dan durante el siglo XX,
para 1975 la pobreza había bajado a un 12%.
Con la llegada de la llamada
revolución del socialismo del siglo XXI se produjo un retroceso en la disminución
de las cifras de pobreza y hoy a 22 años de la revolución chavista Venezuela está
nuevamente con un 95% de pobreza, las mismas estadísticas de 1899. Con el
agravante catastrófico, que esa pobreza ha generado el éxodo de más de seis
millones de venezolanos. Un desplazamiento poblacional jamás visto en América y
con tendencias negativas de crecimiento. Es el problema humanitario más grave
hoy en el mundo occidental, superior al problema sirio y africano.
Cuáles fueron las causas
de este brutal empobrecimiento de una nación que todavía hoy tiene en su
subsuelo las mayores reservas de petróleo de América.
No fue una tragedia
natural: Terremoto, Tsunami, un volcán, ni una pandemia.
No fue causada un por una
Guerra, como en el caso de Siria.
Fue simplemente LA
APLICACIÒN DE POLÌTICAS PÙBLICAS SOCIALISTAS EQUIVOCADAS.
Para el socialismo
radical populista la riqueza de la nación es una TORTA y como tal hay que repartirla.
Quitarle a los que según su óptica tienen más, hay que hacer
EXPROPIACIONES. Cierre de empresa y
comercios.
Disminuir hasta hacer desparecer la economía privada,
sustituirla por una economía comunal manejada por el Estado y sus colectivos.
Aumentar el tamaño del
Estado y hacer a la mayoría de los trabajadores empleados públicos.
Hacer de la primera
empresa generadora de divisas, la petrolera PDVSA la caja chica de la Presidencia
de la República. Financiamiento de la actividad política del PSUV y su
dedicación a la venta de comida y rubros ajenos al objetivo de la empresa que
es el petróleo y sus derivados.
Todo este cúmulo de políticas
equivocadas, bajo un ambiente de corrupción, con la óptica y justificación del financiamiento
de una política social, aniquiló la generación de riqueza en el país y hoy en
medio de un gran fracaso histórico, tienen que solicitar ayuda humanitaria a
las ONU, para alimentar a los niños venezolanos. Este hecho marca el
reconocimiento del régimen de una realidad que ya no se puede seguir ocultando,
realmente somos un país muy pobre, por debajo de Haití y comparado con las naciones
del Continente sub -sahariano del África. Entramos a formar parte del club los países
que necesitan ayuda humanitaria
Para salir de ese estado
de miseria es necesario un cambio de 180 grados en las políticas, es un volver
al mercado, al capitalismo negado. Si bien es cierto que, dadas las condiciones
de emergencia, de hambre y carencias, es necesaria aplicar una política social
audaz para apalancar a millones para que salgan de los niveles actuales de
pobreza, pero esas ayudas requieren ser focalizadas y condicionadas a una
temporalidad, un mientras tanto. Pero lo más importante deben ir acompañadas de
planes acelerados de formación profesional, de calificación para el trabajo
productivo en función de las necesidades que se puedan generar con las POLÌTICAS
PÙBLICAS que incentiven la generación de riquezas, la instalación de empresas y
emprendimientos, la atracción de la inversión privada nacional e internacional.
Es un verdadero plan de reconstrucción nacional con un enfoque en la producción
de bienes y servicios y con un nuevo enfoque en la producción de energías. No simplemente
producción de hidrocarburos.
Es necesario previamente una
política de UNIDAD NACIONAL que convoque al país a la dura labor de la reconstrucción
nacional. Claramente se necesita un liderazgo comprometido con los cambios económicos
y sociales y que reciba el respaldo internacional en todos los órdenes. Sin ese
respaldo es imposible acometer la difícil tarea que nos espera.
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