VENEZUELA NECESITARÀ DE
UN PLAN MARSHALL PARA SU RESTAURACIÒN.
Del comunitarismo fracasado a una economía social de mercado.
La catástrofe y la destrucción de Venezuela responde, por sus características,
a una guerra o a un accidente natural de gran magnitud, pero la realidad solo
es consecuencias de la aplicación de las políticas desquiciadas del llamado
socialismo del siglo XXI. Es urgente salir de los causantes de este desastre económico
y social. Hay que hacer un esfuerzo nacional e internacional para que el pueblo
en libérrimas elecciones pueda entregar
el poder a gente capaz, idónea y honesta
que tenga la voluntad de aplicar la fórmula económica de restauración de
Venezuela. Un proceso de auxilio una especie de Plan Marshall, con el apoyo y
acompañamiento internacional que ponga en practica medidas que desmonten el
Estado socialista comunitario, intervencionista y totalitario. Se debe empezar
por la economía social
de mercado: la
propiedad privada, la competencia, la libre formación de precios y la libre
circulación del trabajo, capital y servicios”, esto implica,
necesariamente, “un orden
laboral correspondiente y un amplio sistema de seguridad social basado en los
principios de la justicia de rendimiento y la compensación social”.
Este orden económico
se caracteriza, además, por
un orden laboral y un amplio sistema de seguridad social basado en los
principios de la justicia de rendimiento y la compensación social”.
Esta es una estrategia de humanismo económico y social que
desmonte el desastre comunitarista implantado en 21 años de chavismo- madurismo.
Una política abierta, respetuosa de la propiedad y que revalorice el factor trabajo,
tanto en su concepto, como en su remuneración. No se pueden mantener salarios y
pensiones de un dólar mensual, es una violación de tratados internacionales y
de los DD.HH. No hay recuperación económica sin equilibrio social y un proceso
de recobro del salario a escala internacional.
El modelo de rescate de Alemania armonizaba la política-social y
la economía. para lograr un equilibrio
en una economía que no descuide el compromiso social con una población empobrecida
violentamente. Una economía de mercado con un componente social, debería ser la
fórmula para aplicar en Venezuela. No se puede pretender mejorar la economía
sacrificando los ingresos de los trabajadores. En el caso del socialismo es un
perder-perder ; con una destrucción de la economía , del mercado y pérdida del poder adquisitivo del salario y de la calidad de vida. Pierden todos.
Aclaro, no hay fórmula económica que sirva si la educación no es
la primera prioridad. A. Merkel (canciller de Alemania) sostiene que esto es
más claro que el agua: los presidentes
no heredan los problemas, se supone que los conocen de antemano, por eso se
hace elegir para gobernar con el propósito de corregir esos problemas... ¿Cómo?
los nivelo con las personas que los forman y educan. ¿Por qué invertir tanto en
educación? porque los ignorantes nos cuestan mucho dinero. Una educación que no se centre en principios, investigar,
investigar, investigar, ciencia, tecnología, según las necesidades y
virtualidades regionales, es pérdida de tiempo. Es socialismo le pagó a Cuba
millones de dólares por unos programas educativos obsoletos, los cuales no
sirven, ni para formar burócratas adoctrinados. Ni un solo técnico, ni un solo científico, ni
un solo innovador han formado en 21 años de fracasadas misiones educativas.
Solo una fuente de financiamiento para el régimen de Cuba. Médicos sin formación
académica, no son ni auxiliares sanitarios. Ese costoso fracaso necesita también
un plan de recuperación, al final el participante también es una víctima.
Fuente: Diccionario de Economía Social de Mercado
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