¿DÒNDE QUEDÒ EL
BRAVO PUEBLO DEL HIMNO NACIONAL?
Es evidente que el territorio venezolano se han concentrado todos los males que se han inventado en la historia de la humanidad. Peor que tener un salario o una pensión de menos de un dólar mensual, es imposible, lo cual es una condena a muerte segura. Hoy el hambre hace estragos y quien no tiene la posibilidad de recibir algunos dólares está condenado.
. El hambre es una desgracia nacional e internacional,
estamos exportando hambre. Ya sabemos que no hay medicinas, no hay servicios
que funcionen, hospitales colapsados y sin insumos, entre el régimen y ahora la
pandemia acabaron una nación petrolera. Las familias se exilian. no hay mal
sobre la tierra que no se padezca en Venezuela, pero es evidente que a mayores
males y padecimientos mayor sometimiento y resignación, Aquel Bravo pueblo del
Himno Nacional es hoy una fiera domesticada por el hambre, Aquella frase que se
decía de los pobres de antes "Su orgullo no le cabe en el cuerito" no
pasa de ser un recuerdo para las crónicas. El orgullo, los principios ya no
existen, la gente se humilla con mucha facilidad. El esclavo de ayer solo lo
podían dominar con el cepo y el látigo y aun así cuando llego la hora de la
Independencia se colocaron al lado de Boves para pasarle una factura de 300
años a sus amos los "grandes cacaos".
Los esclavos de hoy mientras más palo reciben, en esta
pela de 21 años más se humillan, mientras más necesidades tienen se entregan a
sus amos, ya no son grande cacaos, ya ni
cacao hay, son los boli burgués, militares, políticos corruptos ese engendro de
la corrupción chavista, el 5% de la población , que maneja a Venezuela como su
hacienda particular, con sus bodegones dolarizados , con sus
nuevos esclavos amarrados con el hambre,
controlados con el carnet de la patria y
los bonos, ya no son las cadenas de
hierro que se pueden romper, son las cadenas morales que atan la voluntad, que amarran el
entendimiento y que hacen al esclavo del siglo XXI. Estos son más esclavos que
aquellos de la colonia, que se alzaban en cumbes y rochelas. Los esclavos de
hoy se conforman con una miserable caja de comida y una promesa frustrada de
redención.
Las opciones
que tiene el venezolano de hoy: 1- Encoger entre ir a votar por sus opresores.
2- Un mecate para colgarse.3- Huir del país para no morir de hambre y estar
dispuestos a recibir todo tipo de humillaciones. 4- Luchar y resistir para acabar con esta catástrofe.
La opción 4 fue
hasta hace pocos años la primera, se hizo hasta lo imposible, se entregaron
vidas, pero el liderazgo se rindió, en el momento culminante, de quiebre un dirigente
dijo, como un pontífice: “Yo no tengo balas, tengo votos”: Nadie pedía balas,
solo resistencia y presión, pero cambiaron la lucha por unas gobernaciones, que
no sirven para nada, pues están asfixiadas y tienen su payaso que gobierna con
esa figura trágica de un ridículo defensor. Es decir, que al final ni balas, ni
votos, ni nada y lo peor rompieron la confianza del pueblo en sus dirigentes y
sembraron la desesperanza. Hicieron el más grande favor al régimen.
Ahora se
preparan nuevamente para convocar a unas votaciones regionales, sin variaciones
en las condiciones electorales. ¿Qué hace el pueblo? Salir como corderitos a
votar por los que le convocan, no, para un cambio de régimen e imponer la
democracia, no, convocan para que esos líderes que abandonaron la lucha conserven
sus espacios de mini poder regional y local y mantengan sus ingresos a sus
arcas. Unas votaciones que nada aportan, pues solo unas elecciones generales,
con un cambio en el manejo de los procesos y un adecentamiento electoral tiene
sentido. Eso jamás lo va permitir el régimen, sin embargo, entre la ambición y
la ceguera están dispuestos a seguir de comparsas a cambio de unos pellejitos
de poder. Sin un cambio en las condiciones electorales es una traición
participar esos procesos amañados que solo sirven para entronizar al régimen para
siempre. Luego alguno dirá: “si no son elecciones, dónde están las balas”. No
es esa falsa dicotomía entre votos y balas, es una cuestión de dignidad y
respeto, de condiciones aceptables. Participar en proceso electoral no es un “tírame
algo” No es lo mismo votar que elegir, hay muchos que quieren votar, se
conforman con el acto electoral, pero jamás podrán elegir bajo esas condiciones.
La elección en estas condiciones es una exclusividad de la Habana y Miraflores.
Eso lo ha dicho el régimen hasta el cansancio, jamás entregaran el poder,
tienen que matarlos. Eso es lo que significa “Patria o Muerte”. Si en una hipótesis
negada a estas alturas, de ganar el proceso electoral, el régimen los desconoce
y como no tienen “balas” no `pueden cobran el triunfo. Esa es una tragedia por
partida doble. Participar, ganar y no poder cobrar porque la revolución si está
armada y dispuesta no entregar por la buenas. Mientras que la oposición solo está
dispuesta a participar en unas votaciones “chucutas”, sin real vocación de
poder y sin disposición de defender un triunfo, ya eso ocurrió en las últimas presidenciales.
Luego es la
bravura del pueblo perdida, o un liderazgo que no está a la altura del
compromiso histórico.
Nota: es
oportuno clarificar que hay una reserva ética en muchos líderes venezolanos,
solo que tienen que dar un paso al frente y colocarse a la cabeza de un gran
movimiento nacional que supere a los políticos tradicionales.
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