CRÓNICAS
DE COMIENZOS DEL SIGLO XX
LA
LLEGADA DEL AUTO A CÚA.
LOS
PRIMEROS VIAJES A LA CAPITAL.
Primer auto que llegó a Cùa pasando el río Tuy por el paso de los Claveles y el Deleite.
En el verano de 1917, exactamente el 19 de
marzo, día de San José empezó a rodar por las calles y los caminos de recuas el
primer automóvil que llegó a la población de Cùa. Desde aquellos años el auto
se convirtió en las maquinas añoradas por todos. Poco a poco se transformó en
uno de los elementos más importantes de la movilidad, se acortaron los tiempos
y la industria automotriz se posesiona como el motor de la economía nacional. El
ruido, el humo, la contaminación no eran problemas en aquellos años, el auto y
el camión acabaron con los arreaos de burros y mulas, el tren que llegaba de Caracas
a Ocumare del Tuy encontró un competidor que lo obligó a cerrar operaciones en
1953. De ese tren no queda ni el recuerdo, se impuso la gasolina del automóvil.
El primer camión y el primer automóvil
llegaron a Cúa en 1917 su propietario J.A.
BOCCARDO, dueño de la Hacienda Marín. Su conductor fue el señor ENRIQUE DUC. Mecánico
especializado en trapiches y en la instalación de calderas a vapor. Quien llegó
a los valles del Tuy procedente de la isla de Martinica y aquí se quedó y formó
una gran familia, se casó con doña Lola Laseres y dejó una excelente descendencia
en los hermanos Duc Laseres.
El automóvil cambió poco a poco la vida de los
valles tuyeros, la mayoría de sus habitantes no conocían a Caracas, mucho menos
el mar, hacer el recorrido desde Cúa o cualquier pueblo del Tuy a la capital
significaba todo un proceso de preparación y una poderosa razón para hacer ese
viaje, sea realizaba a pie, en burro o bestias de carga, no se usaban carretas,
pues los caminos solo servían para el paso de recuas. Se necesitaban como
mínimo dos días de viaje para recorrer los 55 kilómetros que separaban a Cúa de
Caracas.
Poco
a poco se empiezan a imponer los autos, al comienzo la gente viajaba en los
camiones que trasladaban carbón, gallinas, huevos, caraotas, productos
alimenticios del Tuy a Caracas y mercancías de la capital al Tuy, durante
muchos años la gasolina la trasladaban en pipotes de 200 litros, las primeras
ventas de gasolina en Cùa fueron las de
Samuel Chister, Blas Santaella, y José Manuel Escobar Vale, la primera bomba
expendedora de combustible la montó de Don Panchito Manzo, ubicada en Los
Corrales.
![]() |
En 1904 se construyó el primer puente sobre el
río Tuy , el cual unía a Marín con el caserío El Conde en la vía a San Casimiro
y el Llano, la carretera para Caracas salía de Cúa por la calle La Vega, pasaba
por el caserío Mume, donde tenían fama los barriales que impedían el tránsito
normal en la época de lluvia, lo cual obligaba a los conductores de los
camiones y autos a colocar cadenas en las llantas para poder superar eso duros
pasos, el puente sobre la quebrada de Charallave se construyó el año 1941.
Uno
de los primeros autos de servicio público que viajaba entre Cúa y Caracas fue DON
FELIX FLORES, el pasaje tenía un costo, muy caro para la esa época, 15
bolívares y el terminal en Caracas quedaba en el sector El Casquillo en San
Agustín del Norte. Posteriormente hace la ruta JUANCITO HEDDRICH con su famoso
autobús el “Morrocoy Azul”, al que Pancho Prin le dedicó un golpe tuyero. Algunos
años después se incorporaron con sus camionetas y autobuses: DON CHUCHO PRIN,
DON DIEGO PÉREZ. y DON PEDRO PABLO AZUAJE y se funda la primera línea de tipo
cooperativo denominada Unión Amigos de Cùa, con su terminal ubicado en la plaza
Zamora.
El
viaje era muy complejo, pues se “aparataban” el puesto con suficiente
anticipación, se tenía que madrugar, pues el viaje, en el mejor de los casos,
duraba entre cuatro y cinco horas. Los pasajeros llegaban como “un gofio”,
expresión que significaba llegar lleno de polvo del camino, pues toda la vía
era de tierra. A principios de los años cuarenta se construyeron varios puentes
como el de la Quebrada de Charallave, en el sector del Placer y se mejoró la
vía, lo cual redujo el tiempo de Cúa a El Valle a tres horas y media. Fue a
mediados de los años 50, durante el gobierno de Pérez Jiménez en que se asfaltó la
carretera hasta Charallave, pero el recorrido de Pitahaya a Cúa se mantuvo de
tierra. La inauguración de la nueva carretera por Quebrada de Cúa fue en 1.961
y mejoró las condiciones del viaje. El pasaje de Cúa a Caracas durante los años
50, 60 e incluso los primeros de los 70 era de tres bolívares en autobús y
cinco bolívares en carritos de la línea “Amigos de Cúa”, cuyo terminal en
Caracas era al final de la avenida Nueva Granada, cerca de la roca Tarpeya y en
Cúa en la plaza Zamora.
El antiguo ferrocarril
que salía de Caracas, pasaba por Petare, Santa Lucía hasta llegar a Ocumare del
Tuy empezó a funcionar en toda su extensión a finales de los años veinte, ya
Ocumare del Tuy había dejado de ser la capital del estado Miranda. Nunca fue
competencia de transporte para los autos.
En 1965 se
inauguró el primer tramo de la autopista regional del Centro, el cual llegaba a
Los Anaucos, en 1973 se construye la avenida perimetral de Charallave y la
autopista por la vía de la Bonanza, Hoy el recorrido debería ser de una hora
entre Cúa y Caracas, sin embargo, el congestionamiento, los accidentes, el
mantenimiento en horas no adecuadas puede prolongar el viaje por varias horas.
El sistema ferroviario a los valles del Tuy, es objeto de una crónica especial,
solo puedo decir que lo que podía ser la gran solución, por una pésima gerencia,
se transformó en una pesadilla.
El Tuy es parte integral de la capital, tiene
su propio perfil cultural e histórico, pero por descuido nos estamos
convirtiendo en un barrio periférico de una urbe caotizada, anárquica y
marginal. No podemos ser eso que llaman el “dormitorio de Caracas”, por ahora ocupamos,
el más alto índice de muertes por violencia de Venezuela, país que ocupa hoy el
triste primer lugar mundial en violencia hamponil.
Algún día tendrá
que cambiar positivamente, eso dependerá de nosotros, no seremos el Tuy de
ayer, pero sí podemos ser la nueva alternativa de ciudad para la capital. No hay otra opción
Comentarios
Publicar un comentario