EL FRACASO DE UN CONTINENTE.

 


Un diagnóstico pesimista sobre el pasado y el presente VENEZOLANO Y LATINOAMERICANO.



 La historia de VENEZUELA es un proceso que desembocaba en una “nación frustrada”. Lo mismo podemos decir de la América Hispana.

 Se ha hecho todo lo contario a lo que la razón obliga, nos hemos dedicado a repetir una historia de fracasos como el cuento del gallo pelón o capón. En caso venezolano es necesario volver a fundar a Venezuela, como si no hubiera existido. Todo debe ser revisado hasta las tumbas del Panteón Nacional

 Nunca nos pusimos de acuerdo para darle el mejor uso a la renta petrolera. Unos clamaban por sembrar el petróleo, otros por cerrar los pozos del “excremento del diablo”, otros aprovecharon para inventar un macro proyecto una “gran Venezuela” que solo terminó en corrupción y abrió la caja de Pandora que nos trajo la culminación y coronación del populismo socialista del chavismo, la partida de defunción y la gran decadencia nacional. El petróleo no nos sirvió ni para llegar a la fase del pre capitalismo. Vivimos una Ilusión de armonía que terminó en una catástrofe. No podemos olvidar el factor humano, allí está nuestro grave problema.



Somos un pueblo que escogió la ruta una aparente democracia formal, representativa, la cual funcionó a medias. Nos quejamos con cierta razón de los 40 años de media democracia y se afirma que la acabó la corrupción, pero nos olvidamos que:  Los políticos representan a la gente… No son dioses, ni magos, son la estirpe de lo hay, de la gente. Venezuela, aunque necesita de un W. Churchill para esta nefasta hora, creo que no lo pude producir. Individualmente hay muchos Churchill, pero el colectivo no lo puede generar. Nos dio una Chávez y hasta Maduro. Aunque en nuestra historia hayamos tenido un Betancourt, un Caldera, un Leoni o un Carlos Andrés. La hora de la  decadencia solo produce excrecencias.

 Si la gente es corrupta, si la gente no tiene disciplina, no se educa, no hay principios morales, ni hay preocupación por mejorar y progresar.

 Sabes lo que pasa:

 El presidente solo será un reflejo de sus votantes, por eso, hace años en Venezuela   Se escoge casi siempre lo peor. Como dicen.” Eso es lo que hay”

 Ni para que, hablar de diputados, ministros, jueces, alcaldes y gobernadores, forman parte del mismo paquete de la decadencia.

 No podemos olvidar que a los políticos les encanta administrar la abundancia, pero no tienen ni idea como se administra la escasez. Solo terminan endeudando al país o entregando las riquezas. Los políticos no producen nada, solo deciden las reglas, aplican las políticas de acuerdo al juego de los intereses en se mueven. Mientras tanto la gente trabaja, produce, paga impuestos. Es país es lo que la gente produce, si no se produce nada, porque un país mono productor de petróleo dejo de producirlo será un país pobre y miserable. Es nuestro caso. Así de simple y cruel.



En el resto de América latina no son muchas las diferencias, florecen la ilegalidad, la corrupción, el tráfico de drogas la inestabilidad política, el descontento social, la inequidad entre una minoría que tiene todo y las mayorías cada día más pobres. En un momento se van detrás de los cantos de sirena de la izquierda, se decepcionan y saltan a la derecha, para luego meter un frenazo y volver nuevamente a probar con los izquierdistas. Es una locura política de un péndulo que se mueve al compás de las decepciones y frustraciones. Cada gobierno que llega es peor que el anterior.

  Es no hay condiciones para desarrollar ningún sistema, ni socialista, ni capitalista, solo se cultiva el populismo en sus diferentes variantes y como dice una canción “No hay cama pa` tanta gente”. Hoy están con Correa, con Lula con Evo, López Obrador o Maduro y mañana votan por todo lo contario, para luego volver a lo mismo, como ya paso en Nicaragua, en Bolivia, Argentina y está apunto de pasar en Ecuador., es la regresión al populismo destructor. Chile está en la lista y Colombia también.



 Con este panorama de inestabilidad y regresiones lamentablemente, jamás los países de la región podrán levantar cabeza, parecen condenados a vivir en el fracaso eterno.  Seguimos en la condición de productores de materia prima, Ahora volvimos al período de la fiebre del oro`, al siglo XVI, la minería ilegal se ha extendido como un fenómeno por toda América, Tal como ocurría hace 300 años. Sin ningún respeto por la naturaleza, ni por los convenios y tratados firmados, El Amazonas, el pulmón del mundo, es tierra de nadie, la extracción de oro ilegal, con sus secuelas de delincuentes, paramilitares, guerrilleros es alarmante. Si sumamos el cultivo, producción y tráfico de drogas, podemos llegar a la conclusión que la economía de la región la mueve la ilegalidad, y el crimen. Ahora se suma el tráfico de personas, la prostitución, la nueva esclavitud, las migraciones masivas, Las bandas organizadas por el narcotráfico tienen más poder que el Estado, o forman parte de un solo tejido (narco-estado). La corrupción policial y judicial es lo normal. Todo ese cúmulo de ilegalidades, delitos y crímenes desborda la capacidad de los Estados para frenarlos y se entra en la denominación de estados fallidos.

 Con este panorama desde México hasta la Patagonia el futuro de América Latina es un rotundo y eterno fracaso.

 

 

  

 

         

 

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