LA DEMOCRACIA ES UN ECOSISTEMA MUY FRAGIL.
¿Cuán enferma está la democracia? ¿Realmente está muriendo? ¿Cuáles son los remedios a los problemas actuales de la democracia? Estas son algunas de las preguntas que explora el informe emblemático de International IDEA El estado de la democracia en el mundo 2019: Confrontar los males, revivir la promesa.
El informe —presentado como un "chequeo de la salud de la democracia en el mundo"—, tiene como objetivo influir en el debate sobre la democracia, al matizar la narrativa actual de pesimismo y proponer soluciones a los desafíos.
En este documento se analizan seis desafíos claves para la democracia:
- la crisis de representación de los partidos políticos y el surgimiento del populismo;
- los patrones y condiciones de retroceso democrático;
- el empoderamiento de la sociedad civil en un espacio cívico cada vez más reducido;
- la gestión de procesos electorales en entornos desafiantes;
- la corrupción y el papel del dinero en la política;
- el impacto de las tecnologías de la información y la comunicación en la democracia.
El informe revisa en profundidad el estado de la democracia en las diferentes regiones del mundo: África y Medio Oriente, América, Asia y el Pacífico y Europa.
Este informe está dirigido principalmente a los formuladores de políticas y a las organizaciones de la sociedad civil que trabajan a nivel nacional, regional o internacional, ya sea implementando, apoyando o abogando por reformas democráticas. También será útil para los líderes de opinión, estudiantes y académicos interesados en temas de democracia y gobernanza.
La tierra es el planeta azul, el agua como elemento fundamental
de la vida representa el 75% de la superficie del planeta, solo el 2,5% es agua
dulce y solo el 0.7% se encuentra en estado líquido. Lo grave es que los
humanos no le damos importancia a los procesos de conservación del llamado líquido
vital. Solo los ciclos de renovación nos garantizan la supervivencia de las
especies, no es la cerveza, ni las gaseosas o refrescos embotellados los que
pueden sustituir el agua, el primer recurso de la humanidad que cada día se
hace más escaso.
La Democracia como
sistema de vida planetario se parece al agua que no tiene sustituto, no se ha
inventado nada que pueda sustituir este “imperfecto” sistema. Actualmente
más de la mitad de los países cuentan con sistemas democráticos -en 1975 solo
el 26%-. En América Latina y el Caribe el 86% de los países. Es decir, hoy más
de 4.000 millones de personas viven bajo alguna forma democrática que se han venido
consolidando después de 1975, en lo que se llamó la tercera ola de
democratización que comprendió el 72% de las democracias actuales. (IDEA/2020).
Quedan en el mundo países
donde no queda ni un rastro de vida democrática como Cuba y Venezuela en América
Los ecosistemas son el sustento de la vida. Un modo de
desarrollo y la codicia por la tierra y por el agua han perturbado su
equilibrio, amenazando con su destrucción y por ende con la vida. Así mismo, se
podría decir que en la mayoría de las sociedades humanas la democracia
-inacabada y que puede retroceder- funciona como un ecosistema que le da sustento
a múltiples relaciones. El IDEA establece los siguientes cinco atributos de la
democracia sobre los cuales verifica periódicamente su estado:
1. Gobierno
representativo; (Legitimidad de origen y desempeño)
2. Derechos
fundamentales; (Justicia en plano de igualdad)
3. Control del
gobierno; (Equilibrio y autonomía de poderes)
4. Administración
imparcial y
5. Participación.
(mas horizontalidad y menos verticalidad)
El estado y evolución de dichos atributos también nos puede dar
cuenta del estado de los ecosistemas democráticos. Si se cumple con estos requisitos
estamos en presencia de la democracia.
Así como en los ecosistemas, en las culturas humanas está
presente de una u otra forma la amenaza de su destrucción y de extinción de la
vida. La pandemia del Covid-19 nos lo ha recordado con fuerza y nos sorprendió
a pesar de estar avisados que podía ocurrir, perturbando varios sistemas
humanos. Han muerto más de 1.700.000 personas y las medidas para afrontar la
crisis afectaron gravemente la sociedad, la economía y la democracia.
Además, sobre AL y C el informe IDEA llama la atención que “…de manera similar a la tendencia global registrada,
casi dos tercios (65 por ciento) de los países en la región han implementado
medidas para contener la Covid-19 que podrían considerarse preocupantes para la
democracia y los derechos humanos.” (La democracia es un sistema fácilmente vulnerable) HAY QUE TOMAR MEDIDAS PROFILACTICAS
DE PROTECCIÒN.
Así mismo, el cambio climático, la desigualdad, la corrupción,
el narcotráfico, las guerras y las violencias, amenazan la vida y perturban el
ecosistema democrático. También cuando se rompe el equilibrio de poderes,
cuando se conculcan libertades, cuando se aplasta la diversidad con la
aplanadora de los sectarismos y autoritarismos, cuando se desconocen las reglas
de la alternancia en el poder y se pretende apropiarse del Estado, MATENIENDO
UN REGIMEN ETERNAMENTE.
La
democracia se sostiene en un tipo de ecosistema frágil. Y como se ve en tiempos
de crisis se debilita la vida democrática, a pesar de que se sabe que los
ecosistemas con mayor diversidad tienden a ser más estables. Es tiempo de
celebrar la vida y la paz, preservando el equilibrio de los ecosistemas
democráticos y para los venezolanos luchar, resistir y solicitar apoyo mundial
de las democracias para poner fin a esta fea mancha que oscurece el panorama democrático
de América. El caso venezolano es contaminante y muy peligroso por los sistemas
democráticos del Continente.
Aislar y extirpar el mal.
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