UNA TRAGEDIA ECOLÒGICA QUE SE PUEDE REVERTIR.

 

¿USTED QUÈ HARÌA POR EL RÌO TUY?


PASO DEL RÌO TUY EN LOS CLAVELES AÑO 1914 PRIMER AUTO QUE LLEGÒ A CÙA.
El río Tuy nace en el pico Codazzi de la Colonia Tovar en la Cordillera de la Costa, pasa por los valles de Aragua, pero no fluye hacia el lago de Valencia, prácticamente se devuelve y toma el abra de Tejerías a Tàcata y hace un recorrido por los valles altos del Tuy, Araguita y Barlovento, hasta desembocar en las playas de Paparo.


                  CANAL DE RIEGO DEL SISTEMA TUY 


 La tribu indígena Quiriquire lo llamó río TUCUY, el cual, según Arístides Rojas se asocia a la yuca, primer producto de la región, antes de la llegada de los conquistadores. El Tuy fue el motor de la economía colonial y así fue hasta los años 50 del siglo pasado. Las acequias en las haciendas cacaoteras, el agua para mover las ruedas hidráulicas de los trapiches, las siembras de caña de azúcar, plátanos, verduras y frutas, el ganado lechero completaba la riqueza agrícola del “Granero de Caracas”, como se llamó al Tuy durante muchos años. En 1937 el gobierno del general Eleazar López Contreras construyo una presa en las cercanías de la hacienda Marín en Cùa y un sistema de riego agrícola con un canal y puentes metálicos que regaba las grandes vegas desde Cùa hasta Ocumare del Tuy. Con esta obra se abrió la migración colonos cubanos e isleños y se le dio un gran impulso económico al Tuy.


 FAUNA DEL RIO TUY QUE DESAPARECIÒ CAMACUTO.

Pero ese cuerpo de agua vital no solo sirvió para generar riqueza y empleo por siglos, sino que contribuyó con el 100% de la arena necesaria para la modernización arquitectónica de Caracas desde los años 40 hasta finales de los 70. Además, el sistema de acueducto Tuy ha logrado surtir de agua a la capital desde los años 50 hasta hoy.  

Tenemos los tuyeros y los caraqueños una deuda con nuestro río Tuy, pero el mal manejo de los desechos, la inconsciencia colectiva, la indiferencia e incluso la corrupción permitieron que se convirtiera en LA CLOACA MAS GRANDE DE VENEZUELA, UN CADÀVER LIQUIDO SIN DOLIENTE. Se creó una fundación privada, con fondos públicos y créditos internacionales con el fin de restablecer y sanear la cuenca del río Tuy desde su nacimiento hasta desembocadura. Algunas obras de aguas servidas se han hecho, pero no ha cumplido su propósito legal, porque el régimen chavista convirtió a la fundación CORPOMIRANDA en una “gobernación paralela” al gobierno regional de Henrique Capriles R. violando el ordenamiento legal, sin presentar cuentas de ningún tipo y hoy que la gobernación volvió al régimen nada se sabe de esa Fundación.


                DESAPARECIDA PRESA DE MARIN

Lo único cierto es que el río Tuy sigue siendo una gran cloaca, un río en enfermo por la decidía colectiva, el cual recibe diariamente, en todo su trayecto, miles de toneladas de carga contaminante, de químicos que han acabado o exterminado la biodiversidad que tenían sus aguas, con la más bella fauna que servía de alimento como los corronchos, las sardinas, las guabinas, bagres , camacutos y hasta camarones se podían encontrar en todo su curso.


                             RIO TUY CRECIDO

Creo que los tuyeros tenemos una gran responsabilidad en esta tragedia ecológica, a muy pocos le ha interesado la suerte del río que da el nombre a nuestros valles. La gran pregunta que nos debemos hacer ¿Cuáles son las acciones para ver renacer el río? No se nota que sea prioridad en la agenda de los factores públicos, ni privados. Ni siquiera los aspirantes a ser representantes o diputados tienen una sola línea, ni una palabra en sus posibles programas de gobierno dedicadas a la salvación del nuestro río. Ni alcaldes, ni concejales, ni gobernadores. El río parece que no es prioridad para nadie, ni genera votos. Uno sabe perfectamente la crisis que padecemos, pero hay que tener planes y eso no se ve por ninguna parte. Solo se convoca al voto sin usar argumentos. Hay un gran vacío de tuyeridad.

Es necesario sensibilizar sobre la importancia de esta cuenca hidrográfica para la sostenibilidad de la región Capital. Sin agua no hay forma de tener ciudad, ni vida. Hay que generar conocimiento sobre el manejo adecuado del agua en el presente y en los próximos 100 años. Caracas y la región capital se está quedando sin agua por mal manejo de las cuencas y por falta de mantenimiento, el cual abarca desde las fuentes y manantiales, las presas, hasta el grifo del hogar. Hay que saber sobre la implementación de los controles ambientales que se han roto, la destrucción de las zonas protectoras, y ahora la tala para conseguir la leña que sustituye al gas. Los ciudadanos estamos obligados a contribuir en la gestión integral de los desechos para evitar que lleguen al agua de nuestra cuenca hidrográfica, la más importante del Centro del país. Tenemos que concientizarnos de la importancia que tiene el río Tuy, no solo solo como fuente hidráulica, recreativa y ambiental, sino como especie de un termómetro social y cultural. Si no nos interesa la sostenibilidad de nuestro entorno inmediato, lo cual   representa un factor que influye directamente en nuestra calidad de vida, tampoco nos puede interesar nuestro destino como nación. No hay nación sin sostenibilidad del ambiente.

DESEMBOCADURA DEL RÌO TUY CONTAMINADO.

 Necesitamos los tuyeros desarrollar nuestro sentido de pertenencia, el cual tiene en río Tuy el origen de nuestro gentilicio, (Tuyeros) hay que responsabilizar a quienes teniendo el poder y los instrumentos son culpables de la agonía de nuestro río. Hay que desarrollar una conciencia ambiental para poder salvar al Tuy y salvarnos nosotros.

 Debemos conocer la verdadera cara de nuestro río, conocer su historia, sus bellas leyendas, sus desparecidos balnearios, lo que representó el sistema de riego, el potencial agrícola, la feracidad de las tierras, lo que se puede hacer para construir una nueva ciudad respetando el ambiente, convirtiendo en río Tuy en un gran parque. Esa actitud es lo que hace la diferencia entre la civilización y la barbarie, entre el primitivismo destructor y un pueblo culto y responsable. Respetar la integridad del río Tuy es reconocernos a nosotros mismos como parte integral de esa fuente sagrada de vida que hoy agoniza.

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