VENEZUELA UN PAÍS MÁGICO.
Convertido en ruinas en una larga noche de brujas.
El realismo mágico macondiano es un atroz escenario. De la magia de Disney a los barrios de Zimbabue. De la sucursal del cielo a la franquicia del infierno. Del Ta` barato dame dos, a la estampida y a vivir de la caridad en los países vecinos. Venezuela. un país de duras paradojas, dotado por la naturaleza de todo lo necesario para ser una tacita de oro, pero en la locura colectiva matamos la gallina de los huevos de oro y ahora solo nos quedan los excrementos.
Resulta verdaderamente asombroso que la gestión pública más irresponsable y
corrupta que ha tenido Venezuela desde
el año en que llegaron los banqueros alemanes, buscadores del Dorado, llamados los
Welsares, hasta el día de hoy primero de noviembre del 2020, año uno de la
pandemia del Covid-19. Es propio de una demencia política, jamás vista que este
régimen autodenominado socialismo pretenda obligar a los venezolanos a vivir
eternamente en el estado de miseria física y moral en que han hundido al país con
las mayores reservas de petróleo y gas del mundo. Venezuela, solo tiene hoy
como desesperanza cierta, como única expectativa real ver más ricos, más
gordos, a los seres más ineptos y más inflados de soberbia y vanidad, a unos pelagatos,
muertos de hambre, convertidos en millonarios, un clan narco- mafioso que se adueñó
de nuestra nación para hacerla su botín, tierra para el saqueo, donde ya los más
pobres se mueren de inanición y millones huyen.
21 años de irresponsabilidad, de insaciable latrocinio, de manifiesta
ineptitud como administradores transitorios del patrimonio público, sirvieron
solamente para hacer multimillonarios al 0, 5 % de los venezolanos y al 99,5%
sumirlos en diversos grados de pobreza y miseria, desapareció la vigorosa clase
media venezolana que surgió después de 1945, gracias a las oportunidades de
estudio, trabajo y emprendimiento que propiciaron las administraciones públicas
y privadas de aquellos años.
En 1999 llegó un gobierno cargado de promesas y críticas al pasado, con un
líder carismático que generaba en la población perspectivas positivas,
esperanzadoras realizaciones, pero la situación era totalmente diferente, se
equivocaron quienes creyeron que por ser un militar volvería con ese nuevo
gobierno el nacionalismo, el orden público, las realizaciones de grandes obras
de perezjimenismo, pero no, solo tomó de
esa dictadura lo peor :La represión a
los opositores, el latrocinio y el deseo de gobernar eternamente.
Su primer discurso como presidente pasará a la historia como el mayor espaldarazo
que han recibido los delincuentes en la historia de la humanidad. Fue el
decreto inmoral para que en Venezuela se desatara la carrera delincuencial que
hoy nos mantiene como rehenes de los malandros. “Si yo tengo que robar lo hago
para alimentar a mis hijos” Esa frase en la boca de un presidente generó un
comportamiento que justificaba el robo socialmente. Fue una frase demagógica,
triste, infeliz o tal vez el manifiesto premeditado para la destrucción de
Venezuela.
Su primer plan de gobierno lo denominó pomposamente:” Plan Bolívar 2000”,
no era más que su primer intento de crear un gobierno paralelo y al mismo
tiempo cooptar mediante una brutal corrupción a los comandantes militares que
lo podían derrocar. Se crearon gobernaciones paralelas, se le dio poder de
administrar, sin control de ningún tipo, millones de bolívares (No devaluados)
a los jefes de las guarniciones militares, con la finalidad hacer “obras
sociales”, sin contar para nada con los gobernadores de cada estado. Sin Contraloría.
Era una perversa invitación al robo, además de una violación flagrante de la
Constitución vigente (1961) El Congreso Nacional con sus dos cámaras de senadores
y diputados, era mayoría la oposición y simplemente lo permitió porque
llovieron contratos para los jefes de los diversos partidos. Una corrupción
compartida.
Perversamente en una estrategia de maquiavelismo castrista se utilizó el
envilecimiento como factor de dominio político. Envolvió a la sociedad, a los
militares a las cabezas de la política, la presidenta del Tribunal Supremo de
Justicia la Dra. Cecilia Sosa Gómez quien avaló la violación de la Constitución
del 61 y allanó el camino para que se pudiera convocar ilegalmente el proyecto
de Constituyente del gobierno. Se tuvo la habilidad de convertir el estamento
político, económico y sindical en cómplices de los primeros pasos en la
destrucción de la institucionalidad.
Llenó sin pudor las piaras con billetes y todos se olvidaron de principios
y se dedicaron a llenar su panza habida de dinero fácil, de contratos con
testaferros El socialismo del siglo XXI puso de moda su verdadero lema homeopático:
“Combatir la corrupción con más corrupción”.
Las consecuencias de esos primeros pasos avalados por la sinvergüencería
nacional lo estamos pagando todos los venezolanos , mientras el gobierno tuvo
el chorro de divisas provenientes del oro negro le permitió permear la
corrupción a todos los niveles, desde los multimillonarios contratos de
adquisición de bienes importados con un diferencial cambiario más lucrativo que
el mismo negocio monopólico hasta las legiones de “raspa cupos” que tenían sus
porciones del gran banquete de dólares, pero en el momento en que los precios
del barril petrolero se empiezan a desplomar, el súper-bonche nacional sigue
con el endeudamiento y cuando el chorro de dólares se transforma en un goteo ,
entonces se dedica el gobierno a fabricar billetes en “bolívares fuertes” para
poder cubrir el elefantiásico gasto público, los sueldos, salarios pensiones
perdieron toda su capacidad de compra y automáticamente todos ganamos más pero
somos más pobres, igual a lo que le pasó a los partidos que ganaron las
elecciones y no pudieron cobrar sus gobernaciones (Zulia y Bolívar) o les
montaron gobernaciones paralelas o ANC y ahora expropian los partidos, los
dividen y se llevan a la legión de políticos estómago pensante, conocidos popularmente
con el nombre de los alacranes.
Los Midas de la destrucción llevaron al país a la inflación más alta del mundo, a la
devaluación más brutal, a la escasez más
atroz, a la delincuencia y la violencia más cruel, a la desesperanza generalizada, todos los
males juntos como en una maldición bíblica y estos necios que deberían salir
corriendo de vergüenza por su monumental fracaso nos anuncian que esto no tiene
salida que ellos son eternos en el poder, que el mundo entero está equivocado,
ellos lo han hecho muy bien y algo ha
salido mal es culpa del imperio del Norte, de Uribe y de las iguanas. No hay
fuerza que los pueda desalojar del poder, son irreductibles. Ellos se ríen de
la voluntad del soberano, porque tienen militares arrodillados y bien
remunerados, colectivos armados en motos, aviones, tanques, instituciones
humilladas, tienen el auxilio de rusos,
chinos, iraníes y de los cubanos vampiros, nos gritan que la nación ha sido
expropiada, que apenas somos unos esclavos a su servicio, con las
remuneraciones más bajas del mundo definitivamente al que no le guste y
proteste lo detiene el Sabin o tiene que
huir del país para no morir de hambre, ya son seis millones y medio de
venezolanos que han se han desplazado por las fronteras exponiendo su vida,
haciendo miles de kilómetros a pie, viviendo de la caridad.
Cómo puede alguien pensar que un régimen
forajido puede ser desplazado bajo el criterio democrático de unas elecciones
controladas por ellos, sin garantes internacionales. Hay que ser tonto o
hacerse a cambio de algunas migajas.
El régimen venezolano es un bochorno para el mundo, una vergüenza para los
venezolanos que lo hemos permitido. Es muy posible que ese régimen asqueroso se
pueda quedar como una pústula en el continente, allí está Cuba como modelo.
Somos apenas briznas de paja en el juego político internacional, Ya no somos
los proveedores de petróleo, somos apenas los mendigos de la cuadra sentados
encima de unos sacos de oro esperando vivir de la caridad o que vengan unas
fuerzas mágicas a darnos la libertad.
Pero hoy es día de brujas y puede
pasar algo, somos un país mágico donde las cucarachas vuelan sin escoba y las
gallinas cantan como gallos.
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