"LOS DEMÀS DEBÌAN PENSAR QUE UNO TAMBIÉN PIENSA" CIPRIANO CASTRO. Frases para la historia.

 

 


EL GENERAL CASTRO Y EL GENERAL RAMÒN GUERRA.






El general Ramón Guerra, nativo de San Casimiro, estado Aragua fue el más famoso guerrillero y estratega de su tiempo, sin su apoyo el general   Joaquín Crespo no hubiese llegado a la presidencia. El general Guerra nunca tuvo ambiciones de ser presidente, siempre estaba tras bastidores, ejerciendo cargos y controlando el centro del país y el gran parque militar. Esa estrategia se la asimiló el general Juan Vicente Gómez, quien hizo de Maracay la capital militar y política de Venezuela y así gobernó al país por 27 años.

                          El ingenio casa de la familia del general Ramòn Guerra (San Casimiro)

 Con la llegada del general Cipriano Castro al poder en 1899 el general Ramón Guerra es nombrado ministro de Guerra y Marina, estrategias de Don Cipriano para ganar tiempo y consolidar su poder. Era la revolución de los andinos y quien no hubiese nacido en aquellas montañas no era de confiar. En efecto el general Guerra estaba conspirando con los liberales, nacionalistas mocheros para organizar la llamada revolución Libertadora que estalló en 1901, encabeza por el rico banquero Manuel Antonio Matos y financiada por los intereses de la producción de asfalto, representada por la empresa norteamericana La “New York, Bermúdez Company”.



 El plan conspirativo, según nos cuenta el historiador Don Ramón J. Velásquez, era muy sencillo, el ministro Guerra nombra como comandantes de los cuarteles de Caracas a militares comprometidos con la revolución Libertadora. Cuenta Velásquez que ya en el palacio de Miraflores, recién convertido en casa presidencial, llevó la proposición al general Castro, quien guardó silencio y como no decía nada al respecto, le dijo el general Guerra al presidente Castro.” ¿Qué piensa de la propuesta general? Y Castro se levanta de la silla y responde:” Los demás debían pensar que uno también piensa De esa propuesta, que era una “concha de mango”, el general Guerra salió destruido y al poco tiempo es enviado preso al Castillo de San Carlos en el lago de Maracaibo. Allí comparte su celda con el famoso “Mocho” Hernández. Estuvo en prisión hasta 1905. Tras la caída de Castro en 1908 lo nombran miembro del Consejo de Gobierno. En 1914 se retira de la vida pública y se dedica a la producción de café. Fallece en 1922.

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