EN VENEZUELA SE PADECE EL SÌNDROME DE ESTOCOLMO.


       EL SECUESTRO DE UNA NACIÒN.




 Quien no tiene como zafarse de su secuestrador termina de rodillas (humillado) coexistiendo, cohabitando o colaborando con su secuestrador.
 Es aceptar su debilidad, su no poder vencer y aceptar que no le queda más alternativa que bajar la frente y justificarse, argumentando mil razones, pero la verdad es una sola.

En 1973, en la ciudad de Estocolmo, en un asalto, los ladrones retuvieron a los empleados del banco durante varios días. En el momento de la liberación un periodista fotografió el instante en que una de las rehenes y uno de los captores se besaban. Este hecho sirvió para bautizar como "Síndrome de Estocolmo" ciertas conductas "extrañas" que demuestran afecto entre los captores y sus rehenes. Desde entonces se conoce con ese nombre la conducta de afectividad que sentiría el individuo sujeto a secuestro, como autoengaño y modo de agradecimiento, al vivir en una situación de suma fragilidad y chantaje. La consecuencia más desalentadora culminará en la justificación de la conducta ilegal de los secuestradores.

Muchos venezolanos no logran captar la verdad, se vive bajo un régimen de secuestro colectivo, el secuestrador debe dar algún alimento al secuestrado para que no se muera de inanición (Caja Clap, bonos de hambre) pero le despoja de todos sus derechos, le expropia su fuerza de trabajo, le confisca su moneda, le arruina, le desmoraliza, lo hace sentir débil y en el cerebro de muchos secuestrados empieza a funcionar como mecanismo de defensa el "síndrome de Estocolmo" La sumisión absoluta y voluntaria del secuestrado frente al secuestrador, llega a justificarlo, incluso a amarlo. No importa que sus hijos no tengan alimentos y que se viva en la más completa miseria, No interesa en su amor que su familia se haya tenido que ir del país para sobrevivir y enviar algo a los que quedan. No les conmueve que sus familiares y amigos se mueren por falta de atención médica o de un simple antibiótico, su amor por el secuestrador es ciego.
Es la aplicación de un lavado cerebral. En términos freudianos, se trata de un mecanismo de defensa, es decir, de una de las maneras adaptativas inconscientes que posee el individuo para resolver conflictos y reducir la angustia que le producen. prefieren arrodillarse que luchar y eso está estudiado y por eso lo aplican, doblegar moralmente en el subconsciente. Un individuo sometido al síndrome de Estocolmo jamás reaccionará contra su secuestrador, acepta sus cadenas como el elefante amarrado de su pata, si reacciona acaba con el circo, pero no hace, esta domado Por esa razón Venezuela necesita el auxilio del mundo para romper ese secuestro. Pero esa es mucha responsabilidad y más cuando el secuestrado acepta su condición y convive con el secuestrador. Quién asume tamaña responsabilidad, si muchos venezolanos ya están acostumbrados a la humillación, dicen que no les queda otra alternativa que bajar la frente al amo, como el siervo medieval. Aceptan su desgraciada situación, incluso están dispuestos a elegirlos eternamente como sus amos, es el colmo de la sumisión .


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  ¿Cómo se le puede pedir a un extraño, a otra naciòn  que haga algo por quien se siente feliz en medio de un albañal?


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