EL POPULISMO SE APROVECHA DE LA PANDEMIA.
Un peligro inminente.
La agenda post pandemia del Foro de Sao
Paulo es muy clara y los buitres están al acecho. La minga, los iconoclastas, los violentos protestantes, los saqueadores, los que vandalizan las ciudades Todos con un solo objetivo romper en pedazos la gobernabilidad en todos los países donde funciona un democracia liberal. Tienen financiamiento internacional y apoyo de políticos populistas y de la prensa ciega.
“Las grandes crisis tienen consecuencias
importantes, generalmente imprevistas. La Gran Depresión estimuló el
aislacionismo, el nacionalismo, el fascismo y la II Guerra Mundial, pero
también condujo al New Deal, al ascenso de Estados Unidos como superpotencia
mundial y, finalmente, a la descolonización”.
“Los ataques del 11 de septiembre
produjeron dos intervenciones estadounidenses fallidas, el ascenso del Irán y
nuevas formas de radicalismo islámico. La crisis financiera de 2008 generó una
oleada de populismo anti establishment que reemplazó a líderes de todo el mundo”.
En un libro publicado el año pasado,
“Liberalismo en tiempos de cólera”, el economista chileno Andrés Velasco
sostiene que, si el conflicto político en la segunda mitad del siglo XX fue
entre la derecha y la izquierda, el gran conflicto del siglo XXI será entre los
populistas (de derecha e izquierda) y los defensores de la democracia liberal.
El populismo avanza no solo porque lo
adopten líderes carismáticos, o porque gana votos haciendo caso omiso de las
reglas de juego de la ortodoxia económica, Haciendo lo fácil y no lo correcto,
sino porque ofrece una alternativa política e ideológica potente: la negación
de la complejidad, el anti pluralismo y la versión torcida de la legitimidad
política y la representación”. Los daños colaterales los justifican con el derrumbe del poder y sin tener claro quièn va a sustituir la democracia liberal
La economía populista tiene efectos
desastrosos para los grupos que supuestamente habrían de ser los beneficiados.
El resultado siempre de estos
experimentos es una inflación galopante, caída de los salarios reales, la
crisis y el colapso del sistema económico”. El modelo equivocado del populismo
izquierdista del siglo XXI está en Venezuela. Pero todavìa hay quienes no lo quieren ver, exactamente igual a los que niegan la necesidad de protegerse frente a la pandemia. La idiotez se adueñò del mundo.
Sin embargo, no basta ver y palpar la
tragedia venezolana, hay miles de partidarios del populismo en muchos países
dispuestos a repetir la experiencia devastadora de Venezuela. No les importa en lo màs mìnimo el desastre, lo quieren para sus países, Se sacan un ojo por ver dos afuera y terminan ciegos.
Podemos estar seguros que cuando la
curva de la pandemia del covid-19 se aplane sus consecuencias económicas y
sociales persistirán, la caída del PIB es brutal. Es muy probable que la ira resurja,
las manifestaciones violentas y se dirija contra los Gobiernos y la clase
política, lo cual creará un ambiente propicio para la ruptura del status quo.
Se abrirá una brecha a la salida simplista del populismo, nadie hablará de
ajustar el cinturón, de trabajar más, de ahorrar y producir, todo se reducirá a
buscar culpables y acusar para buscar votos y en ese desbarajuste se colocarán
los populistas de izquierda, con sus cantos de sirenas y no con soluciones
efectivas. Al final los gobiernos populistas que podrían llegar en Colombia, en
Chile, en Perú, en muchos países. Nada resolverán y todo estará peor. Pero eso
es lo más fácil de hacer, aunque no sea lo correcto. Al pueblo le gusta lo fácil,
aunque al final los lleve a la pobreza atroz.
Se necesita un liderazgo y una agenda
mundial democrática, liberal, compartida, para evitar que muchos países que
empiezan a recorrer el camino ya transitado por Venezuela, caigan en ese
espiral devastador del populismo izquierdista, siempre con resultados altamente
desastrosos y conocidos.
¿Qué vamos a esperar? La agenda post
pandemia del Foro de Sao Paulo es muy clara y los buitres están al acecho. Tienen siempre a sus "tontos ùtiles" colaborando en todo el mundo y desde grandes centros de poder. Desde Roma hasta Estambul, de Madrid a Santiago. De Mèxico a Buenos Aìres.
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