VENEZUELA DEBE SER EL ÚNICO OBJETIVO.


 COLABORACIONISTAS TIPO “A” y TIPO “B”


 ¿QUÈ PASÒ CON EL CESE DE LA USURPACIÒN?

Los noruegos y la C.E. saben perfectamente que la fuerza que se necesita para que Maduro acepte elecciones libres es inferior a la que necesita para que salga en carrera hacia La Habana. Pero no hay, ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario. La presión no es suficiente para que los militares que mantienen en pie al régimen, lo dejen de apoyar. Puro humo, al final Maduro termina haciendo su sainete electoral, el país se acaba de hundir y la nueva peste de los colaboracionistas electorales preparan sus cubiertos para comer las sobras del festín.

 Estamos desde hace muchos años prisioneros en un tremedal, en una madre vieja. No hay, ni condiciones electorales decentes, ni la salida del régimen. Hay un statu quo de convivencia directa o tácita. Un tolerarse en un punto muerto. Estamos atascados en un pantanero.

No participar en esa farsa es la opción correcta para NO convalidar los vicios, ni prestarse para una relegitimación. Pero el NO PARTICIPAR, SIN UN PLAN “B” es un suicidio. ¿CUÀL ES EL PLAN?
¿Prolongar a la actual Asamblea Nacional legítima, más allá del tiempo del mandato? En una situación etérea, de entelequia institucional o con el apoyo internacional llevar a la A.N. el exilio con Juan Guaidò como un presidente interino eterno. Ese es un plan fracasado antes de aplicarlo.
Maduro seguirá en el poder después del 5 de enero y un gobierno en el exilio nada resuelve el fondo del problema. Solo es una presión que no es suficiente, ni para una cosa, ni para la otra.  Luego darle continuidad al gobierno opositor en el exilio sería también una forma de colaboracionismo, más sutil, pero inútil para el cambio urgente y necesario.

 El gran desafío de la oposición, no es darle continuidad a la A.N., ni prolongar la presidencia interina, la salida es volver al “CESE DE LA USURPACIÒN” como escenario irremplazable. No es esperar que Guaidò lo asuma, es presionarlo, pues parece que se siente cómodo en la situación actual de estancamiento total. Hay que quitarle el poder al régimen para que acepte unas verdaderas elecciones o deje el poder. No se puede seguir en esta situación ambigua.
 En conclusión: Participar como comparsa en unas elecciones fraudulentas es inaceptable, pero la abstención sin un PLAN B, sin una estrategia es una pérdida de tiempo. Ya hemos perdido demasiado. Hay que volver al principio abandonado, ponerse de acuerdo, articular la real oposición nacional y el apoyo internacional para poner fin al régimen. Único y verdadero objetivo. Lo que hacen los colaboracionistas directos, tipo A, al convertirse en la “Buena oposición” es una traición y los que no buscan el cese de la usurpación, tal como se planteó al comienzo son colaboracionistas tipo “B” No sirven ninguno de los dos para cumplir el objetivo. Los verdaderos opositores al desastre debemos unirnos. VENEZUELA  LIBRE ES EL OBJETIVO.




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