NO ES VENEZUELA, EL PROBLEMA SOMOS NOSOTROS.



Soy venezolano, pero Venezuela es madrastra para sus hijos y madre amorosa para los extraños". Andrés Bello.
 Frases para la historia
Tres claras etapas que marcaron la vida de Don Andrés Bello: su nacimiento (Caracas 1781- Santiago de Chile 1865) Su formación inicial en su Caracas natal; su traslado a Londres como espacio para la reflexión, el encuentro con grandes personalidades, el estudio y fundación de su propia familia; y, finalmente, su arribo a Chile, donde mejor arraigó y difundió todo su potencial en tierra fértil y agradecida. Estas etapas ofrecen puntos de aclaración para entender a Bello, para dilucidar su carácter, su amor por las letras y el estudio serio y profundo, y sus aportes a la construcción del orden nacional en Chile a través de la educación.

Bello defendió una visión del orden que descansaba sobre tres esferas relacionadas: el orden del pensamiento por vía del idioma, la literatura y la filosofía; el orden nacional por vía del derecho civil, la educación y la historia; y el orden internacional mediante la consolidación de las repúblicas y su participación en la comunidad de las naciones a través de la diplomacia y el derecho internacional.
 Si Nuestro Libertador Simón Bolívar es el forjador de Repúblicas Independientes, Don Andrés Bello es el aporte de Venezuela a la formación de una cultura humanística en América Hispana.
 Que falta nos hizo en Venezuela la presencia y la influencia de este prócer civil. Bello era un docente en el sentido cabal de la profesión, encarnó los valores del maestro, servicial, modesto, estudioso y hasta heroico. No fue militar, ni caudillo, ni peleó en batallas, pero dejó una herencia cultural y humanística que lastimosamente los venezolanos le hemos dado muy poco reconocimiento.
PUERTO DE LA GUAIRA 1948 Inmigraciòn europea.

 Cuando se planteó su regreso, sabiamente entendió que esta, su tierra que tanto amaba, no era el lugar apropiado para desarrollar su gran tarea. Bolívar se lo pidió, pero el cortésmente declinó la invitación y se fue a Chile. Lo mismo ocurrió con Don Simón Rodríguez quien prefirió vivir una vida trashumante por el Perú enseñando, proponiendo sistemas educativos muy avanzados para su época, hasta morir muy pobre en Piura.
 El éxodo y el exilio de venezolanos no es nada nuevo, solo que hoy es masivo. La Guerra de Independencia obligó a miles de venezolanos a huir, las guerras caudillistas del siglo XIX, las crueles dictaduras que hemos padecido. Fue siempre la diáspora por motivos políticos. Hoy además de la ausencia de libertad, la estampida de cinco millones medio de venezolanos es por la ruina del país, por la ausencia total de oportunidades de progreso, por hambre, por desempleo y miserias.
 La diáspora de hoy es muy triste y se hubiese podido evitar. Familias divididas, rotas, humilladas y burladas. Ahora los venezolanos que la pandemia los obliga a un regreso forzado, son tratados como delincuentes, segregados como leprosos y portadores del virus. Es la peor miseria que hemos visto en unos gobernantes responsables de todos los males y culpables del mayor éxodo masivo, en toda nuestra historia.
Inmigrantes en el puerto a su llegada.

 Nosotros que nos jactamos de haber recibido la mayor migración europea de la post guerra, que teníamos un país que era envidia del mundo por su apertura, por las oportunidades, por la sencillez del venezolano, por ser una nación libre de prejuicios xenofóbicos.  Hoy por nuestros errores hemos condenado a las nuevas generaciones. Se convierten en emigrantes obligados, en muchos casos rechazados, discriminados, condenados a sufrir el peor calvario humano de los últimos cien años. Pero nuestros líderes luchan por conseguir ayudas internacionales para atender los problemas de la diáspora, pero a nadie se le ocurre organizar a ese pueblo en éxodo para que regresen a reclamar sus derechos y a poner fin al régimen.
La migración venezolana del siglo XXI

 El pueblo venezolano se ha hecho conformista dentro y fuera, no hay una fuerza política capaz de organizar esos millones, los de adentro y los de afuera para una lucha en una sola dirección, el liderazgo es un saco gatos y hay muchos alacranes.
 Venezuela no es una mala madre, ni ayer con Don Andrés Bello, ni hoy con tantos problemas que tenemos. Podemos decir que el problema somos nosotros, nuestra mentalidad, el factor humano y cultural Esa tragedia eterna de jamás ponernos de acuerdo en algo y la experiencia nos lo indica. Las veces que acordamos algo y lo apoyamos hemos progresado. De resto es una pelea por la nada.

 Venezuela somos nosotros como pueblo, como nación, territorio y gobierno.

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