LA GENERACIÒN PERDIDA.
Venezuela
es inviable para las nuevas generaciones, a menos que haya un cambio político.
No hay
cursos, ni seminarios que preparen para vivir eternamente sin agua, sin luz,
sin gas, sin gasolina; sin calidad de vida, sin educación de calidad, mal
remunerados. Vivir secuestrados por el hampa, por guerrilleros, terroristas y
traficantes. Es estar en el infierno en la tierra.
¿Qué se puede hacer para poner fin a esta
tragedia? ¿Cómo hacemos para evitar que
pasen 60 años con el “bacalao comunista” al hombro? Al más puro estilo cubano.
Veinte
años de retroceso institucional, económico y social significa la pérdida de dos
generaciones. Son los jóvenes que no han vivido en un ambiente de libertad y
seguridad, Sin los ingresos que merecen, les ha tocado crecer con una de las
tasas de asesinatos, robos y secuestros más altas del mundo. Algunos se han
vuelto serios y hasta paranoicos. Rara vez se les ve pasando el rato en lugares
públicos, como hacen todos los jóvenes del mundo, no pueden usar el celular en
la calle. Y por la noche nunca vuelven a casa a pie. La mayoría tampoco camina
por la calle de día. Las calles de Venezuela son del hampa. Hace años hay un
toque de queda. Si salen a cenar, siempre que pueden regresan juntos en auto
formando una caravana o simplemente no salen, porque la crisis ha llegado a
niveles tan críticos que no hay dinero ni para tomarse unas cervezas y comerse
unos perros calientes. Todos conocen a alguna víctima de la violencia, del
atraco, del secuestro e incluso de la muerte. A muchos los despiertan las
pesadillas. Solo piensan en salir de Venezuela, la única alternativa, la cual ahora
se cierra a consecuencia de la crisis que trajo al mundo la pandemia.
Desde el
2017, según datos de ACNUR (el organismo de Naciones Unidas para los
refugiados), el número de venezolanos solicitantes de asilo en el mundo se ha
duplicado. Los ricos se marchan en avión; los pobres cogen un autobús vía Cúcuta
o Boa vista o se embarcan en peñeros en dirección a islas del Caribe como Aruba
o Curazao. Muchos caen en manos de mafias de traficantes, de redes de prostitución
y delitos de todo tipo. La empresa de sondeo de opinión Consultores 21 encontró
también que el 49% de la población venezolana manifiesta deseos de emigrar y
que el mayor porcentaje (61%) se da entre jóvenes entre 18 y 24 años. En total,
esta empresa calcula en cuatro millones la diáspora venezolana.
Por ahora
esa oportunidad se reduce a un grupo muy limitado de los mejores preparados,
Para que los países receptores de la diáspora tengan el movimiento económico que
tenían antes del COVID-19, se necesitan varios años de sacrificios y mucho
esfuerzo, se han perdido millones de puestos de trabajo y en Venezuela no hay
ninguna oportunidad, mientras no haya un cambio político.
Esa generación
no tiene futuro en su propio país, no es que un terremoto o un tsunami destruyó
a una nación productora de petróleo, Esta catástrofe es generada por las políticas
aplicadas durante 20 años por un gobierno que se define como socialista, procomunista.
Solo les queda a los jóvenes seguir viviendo en la casa de sus padres, lo que
gana no llega a dos dólares y no alcanza, ni para comer, necesitan juntar todos
los ingresos de la familia para medio sobrevivir. No hay manera de ahorrar,
mucho menos en pensar que pueden tener su propio apartamento, su auto y darle
algunos lujos pequeños como viajar y conocer el mundo. No tienen las
oportunidades que tuvieron sus padres que les tocó vivir en la etapa de los
años democráticos
No es que
esa juventud por apatía no haya luchado contra el régimen, se pueden contar
cientos de muertos y de presos. Una lucha en batallas desiguales en las calles,
asesinados por la policía, la G.N. y los grupos paramilitares del régimen, Han
votado muchas veces y las trampas no permiten que se manifieste la voluntad del
elector, se ha perdido la fe y la confianza en el voto, no hay condiciones para
tener unas elecciones libres.
Lo peor
que le puede pasar a una nación es cerrar las posibilidades y el futuro a las
nuevas generaciones
Venezuela
se va convirtiendo en una nación inviable, sin presente, ni futuro. No hay otra
alternativa que seguir la lucha en resistencia, si queremos tener país, hasta
que se pueda organizar una fuerza real, creíble que doblegue al régimen
criminal.
La terca realidad, y estamos desunido y falta de ideal nos encontro los comunistay y sus aliado los militares con los coministas cubanos.
ResponderEliminarLA UNIDAD NACIONAL, NO SOLO DE PARTIDOS, TODO EL PAÍS UNIDO CON UN SOLO OBJETIVO.
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