SINGAPUR DE LA SUPER POBREZA A LA SUPER RIQUEZA.

LA VACUNA CONTRA EL DESEMPLEO Y LA POBREZA, SI EXISTE.

La inventó Alemania en 1910, la aplicó Venezuela entre 1958 y 1998, hoy se aplica con éxito en Singapur.

La parte positiva de las crisis es que permite la reflexión, la posibilidad de comparar, sacar conclusiones y mejorar en busca siempre del progreso de los pueblos.
 Lo que podríamos llamar la VACUNA CONTRA EL DESEMPLEO, no es un secreto, ni un sueño por alcanzar, como la vacuna contra el coronavirus; los alemanes conocen el secreto de preservar el empleo como el bien más preciado y resguardado de su población. Lo inventaron en 1910, en el ocaso del imperio romano-germánico, para atenuar la crisis de la industria de la soda. Allí se originó el concepto del Kurzarbeit (trabajo corto), que implica que, en épocas de contracción, se aplica un pacto tripartita (empresas, trabajadores y Estado), en el cual los primeros no despiden a nadie, los segundos aceptan una reducción del tiempo de trabajo y de sus salarios, y el tercero cubre económicamente algunas necesidades de los trabajadores para que no mueran de hambre.


Este concepto está completamente regulado y plasmado en el Código Social (Sozialgesetzbuch), y forma parte de los cimientos con los cuales los padres fundadores de la moderna República Federal de Alemania (Adenauer, Heuss y Erhardt) estructuraron la economía social de mercado, el modelo económico más exitoso del último siglo. Mientras el PIB cae, los trabajadores van a sus puestos menos horas, pero usan el resto para capacitarse, bajo el paraguas de la Bundesagentur für Arbeit (como un INCE, pero mucho más), para ser aún más productivos cuando la locomotora vuelva a arrancar.
 Este modelo, que podrimos denominar “Diálogo tripartito plus”  se  aplicó en Venezuela con la llegada del sistema democrático en 1958, la calumniada etapa de los 40 años de la REPÙBLICA CIVIL, sin duda la mejor etapa de nuestra historia. El invento alemán se denomina: DIÀLOGO SOCIAL TRIPARTITO y así lo recoge la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Consiste en un dialogo abierto, respetuoso entre los factores: EMPRESARIOS, TRABAJADORES Y ESTADO con la finalidad de discutir en igualdad de condiciones las políticas públicas, legislación y otras decisiones políticas que afectan a los interlocutores sociales. Es un CONTRATO SOCIAL que se debe plasmar en la constitución y en las leyes para blindarlo de sus naturales enemigos.

 El llamado PACTO DE PUNTO FIJO, firmado en 1958 entre los principales actores políticos representantes de los partidos Acción Democrática AD (Rómulo Betancourt), Social Cristiano COPEI. (Rafael Caldera) y Unión Republicana Democrática URD (Jòvito Villalba) fue lo que llamaron un pacto de élites con la participación de la sociedad civil venezolana, sin diferencias de orden ideológico, ni religioso, bajo un concepto de Unidad Nacional para defender en primer término la Democracia, como sistema de vida, pero buscando también equilibrar las fuerzas para la gobernabilidad. Asegurando el respaldo de las Fuerzas Armadas, como elemento del Estado SOMETIDO AL CONTROL DE LAS AUTORIDADES CONSTITUCIONALES. Los militares sometidos al poder de los civiles Ese pacto funcionó durante 40 años porque se fundamentaba en un acuerdo de funcionamiento del Estado y de la sociedad entre  TRES  elementos :EMPRESARIOS, representados por los gremios como FEDECAMARAS, los TARABAJADORES, representados por los Sindicatos organizados en la CTV y el Estado representado por sus Poderes Constitucionales.
Venezuela durante esos 40 años logró alcanzar su desarrollo integral, la mayor cuota de bienestar social, el fortalecimiento de una clase media. La renta petrolera permitió ese estado de bienestar, sin llegar a desarrollar el concepto de mercado en plena libertad, los actores políticos que administraban el Estado prefirieron un sistema de capitalismo de Estado que terminó generando corrupción y descontento social, lo cual se tradujo en un cambio por vía electoral (1998) que llevó al poder a secta militar que rompió el pacto tripartito y en su lugar firmó un pacto BILATERAL  con Fidel Castro para borrar los 40 años de democracia e imponer un sistema colectivista bajo el modelo cubano.

 Los ganadores de la contienda electoral de 1998 cambiaron la Constitución, priorizaron al Estado para que represente directamente a los trabajadores, como clase social y se les declara la guerra a los empresarios, comerciantes y a la iniciativa privada, acusándolos de ser culpables todo el mal que podía tener Venezuela. Se inician las expropiaciones, desconociendo el Derecho de Propiedad. En esa etapa de estatización, muchos trabajadores formaban parte del show televisivo y cada expropiación gritaban:” Así, así, es que se gobierna”. Creían que esas medidas eran para favorecerle y lo que se estaba creando era un neo caudillismo militarista, el asesoramiento cubano impuso la destrucción del empresariado y de los sindicatos organizados los sustituyó por colectivos afectos a la revolución, pero ineptos en las ciencias y el arte de administrar con eficiencia, impusieron la barbarie y la destrucción de empresas, comercios y predios agropecuarios en un ambiente de creciente corrupción. La estrategia era pudrir la sociedad para no dejar piedra sobre piedra. Pero primero se pudrió el Estado, los funcionarios, los colectivos, los burócratas y fundamentalmente la casta militarista que recibió todos los beneficios y prebendas, con el único fin de evitar golpes de Estado. Debatiéndose en esos males se encuentra hoy Venezuela y la causa originaria es el rompimiento del pacto social que venía funcionando, ciertamente necesitaba perfeccionarse, pero jamás destruirse, como está ocurriendo  desde 1999 hasta hoy.
Poco aprecio del venezolano por el sistema democràtico cuando el 93,2 % apoyaban un golpe de Estado
El destino de los pueblos  lo marca el factor cultural. No valorar lo construìdo es un grave problema y entregar su destino a la aventura es  de una demencia . ¿La experiencia vivida hasta hoy ha cambiado en algo este factor cultural?

 Los tiempos de crisis obligan a buscar caminos, a inventar nuevas rutas, pero desde el punto de vista de la gobernabilidad, del equilibrio social, del progreso, de la estabilidad en el empleo la fórmula tripartita inventada por los alemanes en 1910, con sus innovaciones está demostrado a nivel universal que funciona. Refleja la diversidad de procesos y prácticas a nivel mundial, el diálogo social incluye todo tipo de negociación, consulta o intercambio de información entre los representantes de los gobiernos, los empleadores y los trabajadores o entre empleadores y trabajadores sobre temas de interés común para superar las luchas frustrantes e incluso violentas.


 Quizás uno de los mejores ejemplos de lo eficaz que es esta

 política del Tripartismo es Singapur, una ventaja competitiva respalda su desempeño económico, las relaciones armoniosas entre trabajadores y empleadores y el progreso general de la nación. Filipinas, Bélgica, Dinamarca están enmarcadas en una relación de armonía entre esos tres sectores.

 Los políticos, los gobernantes deben estudiar el modelo alemán, las experiencias de Singapur, Bélgica, repasar la historia del pacto de Punto fijo venezolano. Estudiar por qué un modelo exitoso históricamente fracasó de manera tan estrepitosa en Venezuela. Si es posible volver a ese modelo o no funcionaría porque el factor cultural fue condicionado por el manejo corrupto de la renta petrolera, lo cual exacerbó un populismo que imposibilita ningún acuerdo y solo podría funcionar el antiguo “Gendarme Necesario” para poner orden por la fuerza.


 Buscar modelos que funcionen, que generen bienestar, que eliminen pobreza. Esa es la única salida para encontrar a la verdadera paz. Un pueblo en crisis permanente, con hambre es presa de cualquier aventurero, incluso financiados por cárteles de traficantes, tal como está pasando en algunos países de América y África. Hay que buscar la vacuna contra el desempleo, ya fue inventada por los alemanes y puesta en práctica con mucho éxito en Singapur. Donde por cierto hay pena de muerte para delincuentes y corruptos.





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