SIMÒN BOLÍVAR COMO
Sufrió despojos e inseguridad jurídica.
El mito sobre la pobreza del Simón Bolívar al momento de su muerte.
Josè Antonio Lecumberry, propietario de la hacienda que hoy lleva su nombre en Cùa, pretendió arrebatarle, mediante largos juicios, las minas Aroa al Libertador.
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Dr. Antonio Herrera-Vaillant. |
La recopilación metódica que ha hecho el autor desmonta, por demás, y carta por carta, el mito de que El Libertador murió en la indigencia Para ello el autor utiliza datos económicos que permiten actualizar a valores presentes (Actualizados a los valores de hoy) la fortuna de Bolívar en el momento de su muerte. Como decíamos, el esfuerzo del autor despeja también cualquier duda en cuanto a que Bolívar era un hijo digno de la Ilustración Liberal. Nada que ver con socialismos, ni comunismo. Bolívar era un criollo, aristócrata de su época, que cuida su fortuna, que invierte. Solo que su entrega a la lucha por la Independencia esta por encima de su vocación como empresario. Si Bolívar se hubiese dedicado a los negocios en un 100%, hubiese sido un magnate, tenía conocimientos y capacidad para llegar muy lejos en ese terreno mercantil.
Bolívar nunca consideró a la pobreza como un ideal. Sufrió privaciones, aun extremas, episódicamente entre 1814 y 1821, cuando el Gobierno español le confiscó sus propiedades. Al extremo pasar grandes penurias en sus exilios de Jamaica, Cartagena, Curazao. Esas experiencias le resultaron humillantes en extremo, hasta tener que pedir dinero prestado y no poder pagar su manutención. Después de 1827 pasó por dificultades económicas muy serias, también por causas políticas. En los años finales de su vida el odio de sus enemigos se ensañó de tal manera que le despojaron de propiedades y auspiciaron invasiones de sus fincas y haciendas que producían rentas.
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casa de la hacienda Lecumberry |
Hay un aspecto interesante en el libro. José Antonio Lecumberry, propietario de la hacienda que hoy lleva su nombre en Cùa, casado con una prima de Simón Bolívar, mantiene un largo litigio pretendió desconocer los derechos del Libertador sobre las minas de Aroa. Esta parte se resumirá en una crónica especial, por su interés y vinculación con nuestra población.
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vista actual de la minas de Aroa. |
Lo cierto y poco conocido es que El Libertador Simón Bolívar, para el año de 1830 ya tenía pactada la venta de la minas de Aroa a una empresa inglesa por un monto de …” CUARENTA MIL GUINEAS (40,000) en oro en Inglaterra en estos términos: VEINTE MIL GUINEAS (20,000) se exhibirán de pronto y al contado, no pudiendo ser su entrega posterior al transcurso del presente año, sino precisamente en cualesquiera de los meses que de él faltan. DIEZ MIL GUINEAS (10,000) pasado y cumplido que sea un año contado desde la fecha de la entrega de las Veinte Mil Guineas de pronto: y las últimas DIEZ MIL GUINEAS (10,000) deberán satisfacerse transcurridos y cumplidos dos años desde la fecha de la exhibición de las Veinte Mil, de manera que las Cuarenta Mil Guineas, precio pactado de las minas, deberán entregarse a la orden de SU EXCELENCIA el LIBERTADOR PRESIDENTE en el preciso término de dos años corridos desde la data del primer pagamento. 2° Segunda. Luego que la Sociedad de LONDRES…” Dicho monto que equivalía a 366.450.000 millones de bolívares correspondientes al año 1996 (Fecha de publicación del libro), al cambio en dólares en el histórico de 1996 equivaldría a 2.290.312 dólares norteamericanos. Es decir que Simón Bolívar como propietario de las minas de Aroa, en esa negociación en curso, al momento de su muerte, era poseedor de una propiedad de gran valor. Luego no murió en la ruina como se dice. Su viaje, el cual termina en Santa Marta con su fallecimiento, tenía como destino a Londres para el finiquito de la venta. La cual fue concretada por sus herederos legales.
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Quinta de San Pedro Alejandrino Santa Marta Colombia. |
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