Crònicas de los 70 Oscar de Leòn En Cùa.


CRÓNICAS DE CÚA. Años 70
OSCAR DE LEON, LA DIMENSIÓN LATINA Y SU DEBUT EN CUA
Oscar de Leòn es sus comienzos.

Oído absoluto: dícese de la capacidad que tienen algunas personas para determinar, al oír un sonido cualquiera, cuál es la nota musical cuya frecuencia le es más próxima.
El hijo de Carmen Dionisia Simosa y Justo León a quien habían bautizado con el nombre de Oscar Emilio, desde muy niño demostró que tenía condiciones innatas para la música, cuando tenía cinco años de edad y se oía en el radio el programa favorito de Don Justo, el cual se transmitía todos los días en vivo por Radio Caracas: “A gozar muchachos” con la orquesta “Billos Caracas Boys”. Apenas llegaba su papá del trabajo que ejercía en el cementerio de Antímano, se prendía el radio y toda la familia se reunía en torno a un enorme aparato de madera que le compraron por cuotas al turco José. Oscar Emilio era el primero en sentarse con una perlita de leche Klim, la cual se convertía en un instrumento que marcaba el compás de la orquesta, se aprendía con mucha facilidad la letra de los merengues venezolanos y dominicanos como “La empaliza” o la guaracha “En la esquina de las Gradillas sale un muerto”, Billo era para Oscar Emilio su primer ídolo, se soñaba tocando esa sabrosa música del maestro Luís María Frómeta.

Ya más grandecito, cuando empezó a estudiar en la escuelita del barrio, oyó en el radio una Orquesta que lo maravilló, se trataba de la orquesta cubana “La Sonora Matancera” aquel ritmo menos acompasado y cadencioso que la Billos, pero lleno de una fuerza telúrica, mágica para él. Pero el día que escuchó Benny Moré cantar un mambo entendió que su vida era la música, que él quería ser como Benny More, Ahora el modelo era el cantante de Santa Isabel Las Lajas, Oscar Emilio tenía una facilidad, un oído absoluto que le permitía transmutarse en aquella voz maravillosa de Benny Moré, quien podía cantar un bolero, un mambo, una guaracha o un guaguancó con la misma maestría, Benny no era un músico de escuela también era un oído absoluto, con una voz única que lo hizo convertirse en el mejor cantante , “”El Sonero de Cuba”.
. De allí en adelante para Oscar Emilio “La Mata Siguaraya”, el bolero “Cómo Fue”, o el mambo que decía que “las mexicanas eran como las cubanas”, pasaron ser sus canciones preferidas y formaban parte de un repertorio que solo él compartía con sus más cercanos amigos, era su sueño más caro llegar a ser el Benny Moré venezolano, tal vez “El Sonero del Mundo”.

Pasan los años, estudia topografía, aunque nunca la ejerció, aprendió mecánica automotriz, incluso incursionó como obrero en la planta de la ensambladora de vehículos General Motor, ubicada cerca de su casa paterna en Antímano. Se abrió un día y empezó a trabajar como taxista, era tanta su afición que colocaba música en el carro y llevaba el ritmo en el volante, cantaba muy bien, a sus clientes le gustaba, lo llamaban el taxista cantante.
Se dedica al aprendizaje del bajo, pero por puro oído, sin conocer una nota musical, lo domina siempre oyendo buena música y logra lo que llamaban “matar tigres” los fines de semana, En aquellos años se pusieron de moda las cervecerías y los músicos tenían una buena fuente de trabajo, es así como se integra a un conjunto musical que ameniza los fines de semana en la cervecería “La Distinción”, tocaba el bajo y los coros, un día falló el cantante y se le presentó la oportunidad de hacerse el cantante oficial del grupo.

En 1972 el propietario de la cervecería le manifestó que no podrían seguir tocando pues quería una orquesta completa que le diera prestigio al local cervecero, no un conjunto. Fue así como Oscar Emilio, en vista de lo planteado, tomó la iniciativa de formar una orquesta para no perder su trabajo. Fue tocando de puerta a puerta, a algunos músicos con los que consideraba podía armar una orquesta de verdad, con el que pudiera la cervecería ubicada en la urbanización El Rosal en Caracas salir del apuro y acelera el proyecto de creación de La Dimensión Latina junto con el percusionista Elio Pacheco, José Rodríguez, el trombonista César "Albóndiga" Monges, el pianista Enrique "Culebra" Iriarte (que sería sustituido luego por Jesús Narváez) y José Antonio Rojas. Se estrenan el 15 de marzo de 1972 en un ensayo en casa de Iriarte en La Guaira y debutan en "La Distinción". En ese mismo 1972 la orquesta graba su primer disco de larga duración bajo contrato con la empresa La Discoteca, C.A. y tiene su primer éxito, el tema "Pensando en ti", por lo que son contratados para participar en las fiestas del carnaval de Maracaibo.
En 1974 se incorpora Vladimir Lozano a la orquesta para darle forma al proyecto que ya empezaba a cosechar triunfos, fue así gracias a un contrato firmado entre los organizadores de la Fiestas Patronales de Cúa en el año 1974, presidida por el señor Juan Orlando Duc ,la orquesta debuta por primera vez en una baile en la calle Florida de Cúa, La Dimensión Latina con sus dos grandes cantantes Oscar Emilio que ahora aparecía como Oscar de León y Vladimir Lozano, la dupla del gran Sonero y gran bolerista, nació en aquella Cúa.
Esa noche arranca una orquesta que dejaría su impronta en el género latino conocido como La Salsa, en la calle Florida de aquella Cúa que se nos fue, Aparece Oscar Emilio León Simosa como el gran Oscar de León. A las 9.30 de aquella noche inolvidable arranca Oscar con la pieza magistral del compositor colombiano Don José Barros “La Piragua”, la cual se convertiría en su primer gran éxito, en una versión, tal vez una de la mejores que se han hecho, enseguida se oye la primera composición del gran Oscar de León “Llorarás”, otro triunfo del cantante que se perfilaba como un fenómeno de la música tropical, de allí en adelante el camino estaba abierto, no fue nada fácil.
Cúa fue el primer escenario de este gran cantante orgullo de la venezolanidad y ejemplo vivo de superación. Esta es una historia poco conocida en nuestro pueblo y que merece nuestra atención.


Comentarios

Publicar un comentario