Venezuela solo tiene dos tipos de problemas: Los que no se solucionan nunca y los que se solucionan solos.



Manuel Monasterios.
LOS VENEZOLANOS DEBEMOS PREPARARNOS PARA VIVIR EN LA POBREZA. La clase media muriò, solo hay un abismo entre gente con mucho poder de compra, un 15 % de la poblaciòn y 85% de  venezolanos que cada dìa se hacen màs pobres. El gran mèrito de los mal llamados 40 años democràticos fue la creaciòn de una clase media, integrada por profesionales, pequeños y medianos industriales, comerciantes y agricultores, gente forjada desde abajo con esfuerzo, estudio  y superaciòn.  El "logro" del chavismo fue el brutal empobrecimiento de la clase media. Los  profesionales se proletarizaron y los pobres se pauperizaron , De tener una vida còmoda a sobrevivir en la inopia.
   


El primer flagelo que se debe eliminar es el
EL PRESIDENCIALISMO VENEZOLANO

Se requiere una reforma constitucional o una Asamblea Constituyente para rehacer   a Venezuela, pero previamente hace falta un acuerdo nacional, un convencimiento para reducir los poderes discrecionales y casi absolutos que tiene el presidente de la República. ¿Será posible que el presidente esté dispuesto a disminuir su poder y entregarlo al parlamento? ¿Estará dispuesto a reducir su periodo presidencial a 4 años, sin reelección? Eso está por verse, pero es la primera reforma de carácter político, conjuntamente con una reforma monetaria y fiscal, la reforma petrolera y el enfoque productivo del país, como primeras medidas para rehacer al país.

 EL CÁNCER DEL PRESIDENCIALISMO.


El presidencialismo es el sistema tradicional de la política venezolana desde 1811. El modelo presidencialista es la concentración del poder en un líder o en un jefe nacional con derecho al mando que en teoría se ocupa de todo y la práctica de nada.



Está probado que el sistema presidencial es incompatible con la democracia en Venezuela, se entregó siempre el Poder Ejecutivo a caudillos que terminan imponiendo su voluntad sobre la razón y las leyes. 

Parece que

Venezuela solo tiene dos tipos de problemas: Los que no se solucionan nunca y los que se solucionan solos. Esta es la predominante filosofía de los gobernantes venezolanos, no solo de hoy, sino desde hace muchos años. El correr la arruga para no afrontar impopularidad, dejar para el que venga mañana las soluciones de fondo, apelar a la previsión de Dios, a la bondad de la Virgen han hecho de la crisis venezolana un problema estructural que nadie se atreve a "tomar por los cachos". El liderazgo no se atreve a decir, mucho menos a proponer un cambio en la génesis de todos nuestros males: "La máxima concentración de poder en la persona del presidente de la República". 

No elegimos los venezolanos un presidente, elegimos un emperador absoluto, que  es Comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, jefe absoluto de la economía, de la justicia, de las relaciones internacionales, del movimiento de personal de la última y más remota alcaldía de Apure, es el Zar de la actividad petrolera, minera, agrícola, pecuaria, industrial y buhonería, ordena quienes van a la cárcel, quienes salen  y cuanto por tiempo, expropia empresas, haciendas, casas, edificios, calles y aceras, pasa horas y horas hablando por un show televisivo, que hace las veces de gaceta oficial ,es además el jefe político del partido de gobierno, otorga y quita contratos, maneja millones del presupuesto como el dinero de su bolsillo.

No necesita presentar cuentas y quien las pide es un traidor a la patria. Es un sabio que  opina de todo lo humano y lo divino, sienta cátedra en medicina, agricultura, educación, seguridad, finanzas, reinas de belleza, decreta días libres para conmemorar golpes de Estado que todos los días condena, le pone su nombre y foto a  todos los bienes y obras públicas, las cuales son una dádiva, un regalo, las pensiones y jubilaciones no son un derecho sino una gracias presidencial o personal, dona casas y apartamentos, rifa carros, aumenta sueldos, usa la política digital, es decir con su dedo cambia la Constitución, leyes, reglamentos y ordenanzas, divide comisiones. 
Reparte y comparte y siempre le queda la mejor parte. Se puede dar el lujo de destruir la lengua cambiar el significado de las palabras, tiene derecho a cometer todo tipo de errores, yerros y dislates, puede ofender a cualquier persona que no le guste. Es todo eso y mucho más es el presidente venezolano y la pregunta sería: ¿CUÁNDO GOBIERNA? CUANDO SE OPUPA DE EJERCER LA PRESIDENCIA COMO CORRESPONDE EN UN PAÍS CIVILIZADO Y NO EN UN IMPERIO MONGOL. Aquí se manda, no se gobierna, aquí se abusa porque somos un pueblo que lo permite, somos los alcahuetes de la maligna centralización del poder presidencial. 

 LOS PARTIDOS POLÍTICOS NO TIENEN EN SU AGENDA UNA ALTERNATIVA A TANTA ABERRACIÓN POLÍTICA representada por el presidencialismo. No quieren ceder un milímetro del poder que tiene un presidente venezolano. Nadie habla de una doble vuelta electoral para ampliar la base de legitimidad.
 La crisis sin salida y eterna que vivimos hoy los venezolanos se pudiese resolver de una manera expedita si el Parlamento tuviese poder real y si existiera la figura de Primer Ministro o jefe de Gobierno, tal como ocurre en España o en Italia. Pero el caos presidencialista impone una ANC para hacer lo que le viene en gana. La discrecionalidad presidencialista impone jueces, legisladores, gobernadores, alcaldes, miembros de consejos comunales, colectivos y jefes militares. no se mueve una hoja de árbol sin que Miraflores lo decida Ese es primer  de nuestro mal y peor aun cuando el "emperador" es un inepto.

 Es un problema de cultura política que exige cambios de paradigmas en todos los ciudadanos, no es entregar un cheque en blanco a un líder, es una nueva manera de hacer política gracias al uso democrático de las redes sociales que permitiría que cada ciudadano se exprese, participe y obtenga respuestas justas y oportunas, es una nueva política donde los partidos pierden el monopolio, comparten, innovan y descentralizan el poder. Se privilegia el consenso positivo y se abandona la clásica línea política y estructura de carácter leninista que ha caracterizado a los partidos políticos venezolanos durante los últimos 80 años. Se tiene que superar el principio de ejercer el poder sobre los otros, o contra los otros, con la alternativa de ganar o perder, por el ejercicio del poder con los otros con la alternativa de ganar o ganar. Con respeto por la autonomía de los demás,
 Gobernar no es mantener a la gente a raya, manipulado con fines electorales. Es entender que gobernar es fomentar el crecimiento, la creatividad, la cooperación, la transformación de la sinergia de todos por todos que permita en un tiempo superar la obsolescencia de izquierdas y derechas y ubicarnos en un  centro radical, síntesis de todo lo bueno de la tradición conservadora y liberal, Superando antiguas querellas y odios sembrados en nuestra sociedad por los radicalismos de izquierda y derecha, por los comunistas que nos han desgobernado y sembrado el caos en que vimos hoy.
 Venezuela será diferente si los venezolanos asumimos la responsabilidad de cambiar desde muy adentro, cambiar el enfoque institucional y colocar al ser humano por encima de los interese del Estado, no como es hoy donde el Estado impone su tiranía con nombre y apellido.


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