EL COLABORACIONISMO TIENE LARGA DATA


 ¿, COBARDES, CÒMODOS O MODERADOS?



¿Se habría imaginado usted hace 20 años que VENEZUELA llegaría al punto de crisis en que se encuentra hoy? Y si la respuesta es no, como lo es en muchos casos, ¿por qué no es imaginable UNA VENEZUELA que en 5 años más esté todavía peor que hoy? ¿Quién garantiza que haya un límite cierto a la destrucción que puede sufrir el país? ¿HAY REALMENTE EN ALGUIEN UNA PREOCUPACIÒN Y OCUPACIÒN POR LA CRECIENTE DESTRUCCIÒN DE NUESTRO PAÌS?
  Dra. Cecilia Sosa Gòmez.

La respuesta es NADIE, para ser justos muy pocos y sin mucha audiencia. Los políticos, los empresarios, los sindicalistas, los intelectuales, los académicos han jugado a la "moderación democrática" a un “respeto liberal” como una virtud intrínseca, Una postura de salón frente a una horda fanatizada, un dejar pasar para no incomodar al jefe carismático y bocón Muy pocos defendieron los principios y la institucionalidad con firmeza y claridad. Todavía recuerdo a la Dra.  Cecilia Sosa Gómez, presidenta de TSJ en 1999 abandonar el Parlamento como reacción solidaria con el gobierno, al demoledor y tardío discurso del Dr. Jorge Olavarría. No fue capaz de parase de frente en respeto a su cargo y frenar a Chávez en su proyecto constituyente demoledor y comunista. Es decir, parece que no entendían la naturaleza perversa del régimen, con lo cual se convierte, su moderación en cobardía acomodaticia o simplemente complicidad., especialmente responsables del avance del chavismo y la destrucción de la institucionalidad.
 Lo mínimo es una falta de visión, algo imperdonable en una élite preparada, tal vez sea la comodidad y, para ser francos, la cobardía, Esas actitudes pragmáticas pesaron mucho más que la integridad moral. Porque, a diferencia de lo que sugerían los “moderados democráticos”, la verdadera virtud consiste en ser leal con los propios principios. Pero a una élite acomplejada y culposa por inveterados vicios, fue demasiado pedirle ese nivel de coherencia. Ellos y "ellas" fueron arquitectos del enorme fracaso que ha tenido el país fueron como las mucamas del comunismo, salvo excepciones como María Corina Machado que se paró de frente y salvo la dignidad nacional, al cantarle la verdad en la cara, públicamente y de inmediato fue calificada de radical. En general no hay mucha coherencia, ni se le da mucha importancia a los principios en nuestro liderazgo nacional.
 Marìa Corina Machado

Primero cedieron una y otra vez al carisma y al discurso del encantador de serpientes, luego se arrodillaron ante la Constituyente y luego se postraron como perros falderos a sus políticas de expropiación y demolición. En cada concesión que se hacía a Chávez se entregaba un pedazo de Venezuela. Fueron muchas las señales de una lamentable debilidad del liderazgo. Se dejaron deslumbrar con un plato de lentejas. Entregaron la decencia electoral, toleraron el ventajismo y los fraudes que hacía con descaro el chavismo y lo peor justificaron las llamadas misiones que inventó Fidel Castro para apoderase de Venezuela.

Un país con una élite postrada, entregada, acobardada, buscando migajas, manejando sus intereses y negocios que les ponía en bandeja de plata el régimen para destruirlos Se olvidaron que más puede una sola persona con la creencia y la fuerza de sus principios que 99 jugando a sus intereses económicos y personales. Por eso el Chavismo dominó y domina todavía El país se convirtió en un gran potrero, en una piara donde se hartaron hasta no poder moverse.

En este contexto no podemos esperar una lluvia milagrosa, el fin del régimen se ha hecho muy difícil, no hay arrepentimientos, ni ganas de enmendar, siguen muchos en su torpe actitud. Ahora se preparan para servir de alfombra en unas fraudulentas elecciones, no se siente suficiente presión interna para obligar al régimen a capitular aceptando unas elecciones realmente limpias Se sigue en lo mismo que se ha hecho durante 20 años servir de comparsa.


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